Capítulo 7. Albanis

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No me gustaban las comparaciones de ningún tipo, siempre habría creído que comparar dos objetos o dos personas era algo completamente innecesario, era obvio que nunca serían iguales. En este momento estoy faltando a una de mis más grandes creencias. El reino de Albanis era muy diferente a Leridon. Mientras que Leridon tenía ese aire más conservador, más acogedor, verde, amigable y antiguo, Albanis tenía una apariencia moderna donde el rojo era el principal color predominante.

Los habitante nos recibieron con aplausos, de la misma manera en la que lo habían hecho en Leridon. La gente era menos efusiva, yo los definiría como respetuosos. Mostraban una especie de sumisión hacia las monarquías. Creo que es parte de su cultura y educación ser así.

El palacio se presentó ante nosotros, era de color blanco con algunos detalles del ya característico color vino de Albanis. Era imponente, así como enorme. Me daba la impresión de que había algo misterioso en su interior. De cierta manera estaba en lo correcto, después de todo Deimos vivía ahí. Definitivamente un adjetivo que se le podía atribuir al heredero del trono era misterioso.

El carruaje se estaciono y no tarde en ver a la familia real de Albanis. El rey Edward y la reina Charlotte fueron los primeros en acercarse y ambos eran seguidos de cerca por Deimos y la princesa Delaney. La gracia que destilaba la princesa era la misma que destilaba su madre, fácilmente se podía notar que eran madre e hija.

-Anthony, Eloise es un gran placer tenerlos en nuestras tierras – dijo el rey seguido de saludar a mis padres – altezas – también nos dijo a mí y a Anthony a modo de saludo haciendo un pequeño gesto con su cabeza, el cuál nosotros respondimos de la misma manera.

-Gracias por recibirnos Edward – fue la respuesta de mi padre.

-Por favor pasen – dijo de manera inmediata la reina Charlotte y todos procedimos a obedecerla. Mis padres iban en frente nuestro juntos con los reyes de Albanis dialogando acerca de cómo estuvo el viaje, Anthony y Delaney se saludaron de manera cordial para después proceder a ir en el medio mientras conversaban sobre que habían hecho en el tiempo que no se vieron. Y al último íbamos Deimos y yo en completo silencio.

Yo no sabía cómo iniciar la conversación con él y por su semblante serio no creo que él quiera hacerlo. Me detuve a analizarlo unos segundos, Deimos era serio en general, sus emociones no eran fáciles de reconocer y él no era una persona que se pudiera leer sin hacer un gran esfuerzo. Pero hoy, no parecía el Deimos normal con el que había convivido antes, se veía exhausto y molesto. Creo que podía ver la impotencia deslumbrar sus ojos bicolor.

Él era demasiado listo y no tardó en darse cuenta de lo que hacía por lo que rápidamente cambio su expresión. Si de por si no lograba ver lo que sentía ahora menos. Porque quería esconder que algo le molestaba? Y lo que me daba más curiosidad, que era aquello que lo perturbaba tanto? Mi presencia? No me parecería una idea descabellada en lo absoluto.

-No sabe que ver de esa manera a las personas es de mala educación alteza? – su tono osco, el hecho de que se haya referido a mí de usted y el que no me haya llamado por mi nombre hacen que tarde un poco más de la cuenta en reaccionar para darle una respuesta.

-También es de mala educación usar ese tono tan osco – le reniego. Él se limita a apretar sus labios y procede a ignorarme aún más. Me frustra su maldita actitud, es como la de un niño pequeño y mimado pero con una mente de un señor grande y sabio. Me enoja sentir que el puede leerme tan fácil, pero yo no a él. Pero lo que más me enoja es esa sensación de que va siempre un paso por delante de mí.

Entramos a una especie de habitación circular con un enorme ventanal encima, está completamente vacía y hay un pasillo que la atraviesa. Me confunde un poco pero decido no preguntar al respeto. Delaney Albanis pone su brazo en frente de mi hermano en señal de que espere, lo que nos obliga a Deimos y a mi a también detenernos.

El diamante de la coronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora