Llevo fácilmente 10 minutos viendo la puerta que tengo en frente mío. Para ser honesta me sorprende que nadie haya pasado por este pasillo en todo ese tiempo. Algo en mi interior me dice que debería de hacer esto rápido antes de que alguien me descubriera cerca de la habitación de Deimos, pero mis pies parecen estar pegados al suelo.
Falta cerca de media hora para que mis doncellas vayan a despertarme y no puedo irme de Albanis sin mi anillo de compromiso, ¿Cómo le explicaría a Hunter su desaparición? Al fin logro decidirme por abrir la puerta, pero unos pasos me alertan y rápidamente me escondo en la habitación de enfrente. No cierro la puerta y logro ver como Sienna y Maige, las doncellas que me atendieron ayer, tocan la fina madera antes de que una voz les permita entrar. Me frustro, porque ya no hay manera en que pueda entrar y robar el anillo, no con Deimos despierto.
Decido regresar a mi habitación con el propósito de no tener problemas, sin embargo las voces de mis padres me detienen. Ambos se encuentran en la habitación que les asignaron y eso hace que me acerque a la puerta para poder escuchar de que diablos hablan.
-Estás seguro Anthony? Esto es demasiado grabe – la voz de mi madre entra en mis oídos y de manera inmediata me preocupa escucharla tan agobiada y preocupada.
-No puedo decir que estoy completamente seguro, pero esos botones son inconfundibles – un prolongado silencio se extiende entre ambos y yo trato de hacer memoria acerca de algunos botones. El recuerdo de mi padre recogiendo algo ayer llega a mi mente.
-Se lo dirás a Edward? – pregunto mi madre. Supuse que mi padre debió de hacer algún tipo de asentimiento, ya que no escuche su voz antes de que ella continuará – está bien, solo busca un momento adecuado para hacerlo por favor. Me di cuenta de que ya no obtendría nada más, así que ahora si me dirigí a mi habitación.
Mis doncellas no tardaron en llegar y ayudarme a vestirme y alistarme para ir a desayunar junto a la familia real de Albanis. Durante todo el proceso de realizar mi cabello y colocarme el vestido no deje de pensar en la conversación que había escuchado. Papá sabía quienes habían realizado el ataque al rey Edward.
Me preguntaba si después de todo el proceso de hablar con el rey, él nos hablaría sobre lo que sabe. Incluso me paso por la cabeza la idea de que le ofreciera ayuda a Albanis. Descarte inmediatamente la idea. Al estar mi compromiso con Hunter tan cercano, no sería bien visto un acercamiento con Albanis de ningún tipo.
Eso también me hizo pensar en cómo será mi relación con la familia real después de mi boda. Algo en mi me dice que ellos aún esperan que algo ocurra y que mi decisión se vea cancelada. Después de mi boda volveré a interactuar con ellos? No estoy particularmente interesada en mantener una amistad con Deimos, eso era seguro. Pero qué hay de su hermana? O de sus padres? Todos habían sido inmensamente amables conmigo. No me gustaría perder eso con ellos, pero no creo que me quede opción para ser honesta. Simplemente ayer, los Leridon no fueron recibidos en Albanis.
Bajo a desayunar con todos y me sorprende el buen ambiente que hay después de lo sucedido ayer. Mamá y la reina Charlotte platican animadamente sobre cómo va la temporada de propuestas matrimoniales en cada reino. La princesa Delaney se encuentra platicándole a mi hermano sobre una tradición familiar que tienen que consiste en ir a visitar otros de sus castillos donde hay un inmenso lago. Por último, papá y el rey Edward dialogan sobre una venta de animales entre ambas naciones.
Deimos no está por ningún lado, lo que me parece extraño. Pero decido no decir nada y simplemente tomar asiento al lado de mamá. Para mi fortuna o desgracia, el heredero al trono de Albanis no tarda en hacer su aparición. Me alegra ver que camina sin aparente molestia, supongo que mi pomada sirvió de algo. Él toma asiento a mi lado y ante eso, todo el mundo deja de platicar y comienzan a comer.
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El diamante de la corona
Ficção GeralHola, mi nombre es Lia Annalisse Krendigan princesa heredera al trono de Krendigan, pero mis padres me dicen solo Annalisse. Tengo 20 años y en unos días será mi cumpleaños número 21, donde pasará lo inevitable, algo que ha maquinado en las cabezas...