Capítulo 17. Nada es imposible

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Lyria POV

No podía creer que Marcus le fuera a pedir permiso a mis padres hoy para que fuera su novia, justo en el cumpleaños de su madre y con toda la aristocracia de Krendigan observando. Le hice caso a Annalisse, dejé a un lado mis miedos y accedí a seguir conociendo al futuro Duque de Casttings. Con cada hora que paso a su lado me enamoró más de él.

Al principio mis padres se quedaron en un completo shock cuando Marcus comenzó a venir a la casa a verme. Un día escuche como mi padre le decía a mi madre que seguramente él estaba aburrido, que yo era preciosa, pero que no creía que Marcus buscará algo serio conmigo y que se encargará de hacer que no me ilusionará con recibir una propuesta de matrimonio de su parte. Esa noche lloré hasta quedarme dormida.

Al día siguiente Marcus noto mi estado de ánimo y no pude evitar contarle todo, de manera inmediata el me estrecho contra su pecho en un abrazo. Fue nuestro primer abrazo, y no podría describir la sensación de tranquilidad que me dio. Él me dijo que eso no era cierto y fue cuando me dijo que quería ser mi novio. Lo observe unos segundos tratando de adivinar si esto era real o un sueño solamente. Pero después de cerciorarme que esas palabras genuinamente habían salido de la boca de Marcus Castier no dude en decirle que eso era lo que yo también quería.

Nos volvimos a abrazar y el acordó pedirles permiso a mis papás formalmente en el baile de cumpleaños de su madre. La sangre abandono mi cara de manera inmediata y él no pudo contener su risa. Aún recuerdo cómo sentí que estaba a punto de desmayarme cuando me comentó que ya le había contado a sus padres sobre sus intenciones y que ellos estaban felices y completamente de acuerdo.

Desde ese día no he dejado de pensar en qué pasara hoy. Por un lado me alegra tener el favor de los duques, eso hace que todo sea más fácil. Pero la aristocracia puede ser despiadada y cruel. Ya me estoy preparando mentalmente para los comentarios sobre mi falta de fortuna, de rango y la diferencia de edad que existe entre ambos. Otro aspecto que me tiene algo inquieta es el hecho de que Marcus aún es joven para casarse, no digo que eso vaya a suceder pronto, pero me da algo de miedo no estar en el mismo canal que él. No tengo prisa alguna por contraer matrimonio, pero en nuestra sociedad el noviazgo dura un mes como mucho, después viene el compromiso que dura quizá otro mes y luego la boda. Todo parecía pasar muy rápido.

Mis pensamientos son interrumpidos por mi madre, quien entra a mi cuarto con el propósito de verificar que esté lista para dirigirnos a la casa de los duques. A mis padres les sorprendió enormemente recibir la invitación por parte de la duquesa, ya que es una fiesta relativamente pequeña a la cual irán figuras destacadas de la alta sociedad Krendigiana. Mis padres tienen cierto estatus, pero lo normal hubiera sido que no nos llegara una invitación.

Debo de decir que me alegra enormemente el que Annalisse vaya a estar ahí, así como Regina, aunque aún no me he animado a contarle a la última sobre todo el tema de Marcus. Quizá lo hubiera hecho si me la hubiera topado, prácticamente tengo desde el baile de máscaras sin saber absolutamente nada sobre ella. Aunque, probablemente sea mi culpa, ya que con todo el tema de Marcus he andado en las nubes.

-Lyria, necesito hablar contigo un minuto linda – volteo a ver mi madre quien se sienta en mi cama y me palmea un sitio al lado de ella. Hago caso y manteniéndome callada me siento a su lado prestándole mi total atención – tú sabes que la invitación por parte de los duques nos sorprendió enormemente. Tu padre y yo estamos algo preocupados de que creas que la razón fuiste tú, y el interés que puedes creer que Marcus Castier tiene en ti. Lyr, eres mi niña y lo que menos quiero es que te llevas una desilusión. Marcus es más joven que tú, no debe de tener intenciones de casarse ni de tener ningún compromiso por el momento –

Me encantaría decir que las palabras de mi madre no me afectan, pero mis ojos se empañan apenas las escucho y lo único que evita que las lágrimas caigan por mis mejillas es el pensamiento de que esta equivocada. De que Marcus me quiere y que yo si soy la razón de que esa invitación haya llegado a la casa. Ante mi silencio ella continúa.

El diamante de la coronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora