Cyber Lover 〃ChanLix

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Sentía su cuerpo pesado, algo escurridizo en su vientre. Abrió los ojos con desgano observando una cabellera rubia en su estómago, lamía y succionaba sobre las marcas de la noche anterior.

— Buenos días — Murmuró Lee acariciando el gran miembro de Bang con sus mejillas.

El mayor se asustó al verlo así, era demasiado apresurado. Intentó alejarlo pero el pequeño resistía, no podía hacer nada ante esa hermosa expresión. Admitía que deseaba tenerlo así de caliente, pero no tan pronto, mucho menos desde tan temprano.

— ¿No saludas? — Preguntó con un puchero.

— B-Buenos días, Lix — Logró decir con la poca cordura que le quedaba.

Felix le dedicó una coqueta sonrisa para luego meterse el miembro del mayor en la boca, ni él mismo sabía lo que le sucedía. Tenía la necesidad de sentirlo, su cuerpo reaccionaba tan caliente cuando Chan se encontraba a su lado.

Succionó la punta con fuerza sacándole un gruñido alto al castaño, quien no dudó en sostenerle los cabellos con rudeza. Lo guío nuevamente a la cavidad bucal del pequeño, manteniéndolo completo allí. Sintió la respiración pesada del rubio, se estaba quedando sin aire, pero sabía que le encantaba eso.

De un tirón lo separó de su pene, quedando unido con los labios contrarios por un hilo de saliva, y con otro lo guío a su propio rostro para mirarlo de forma lasciva.

— No sabía que eras así con tus invitados, Cariño — Habló demandante, mirando la sonrisa extasiada del menor.

— Eres el primero — Comentó travieso.

Esa frase se quedó en su cabeza por largo tiempo, al parecer no hubo nadie más después de Hyunjin. Su actitud dominante se esfumó, ahora quería tratarlo con el cariño que se merecía.

Soltó los cabellos del chico con suma delicadeza, empezando unas caricias suaves en la supuesta zona afectada. La idea de enamorado seguía en pie, para eso necesitaba demostrarle lo más que podía que era la persona correcta.

El rubio se posicionó sobre las grandes piernas trabajadas de Bang, rodeando sus hombros con sus delgados brazos. Su cabeza quedó allí, enterrada entre los músculos del mayor.

— ¿Tienes hambre? — Preguntó Chan con ternura al escuchar el gruñido del estómago de Lix.

— Un poquito, pero quiero estar así todo el día— Respondió en un susurro tranquilo.

Una sonrisa apareció en los regordetes labios de Chris, el pequeño era toda una ternurita en ese estado dormilón. Los suspiros no tardaron en salir, se sentía en el cielo con Felix a su lado.

Dejó su cabeza reposada en la contraria, mientras que sus manos se centraron en acariciar la espalda angosta. Con cada toque sentía que el menor se quedaba dormido, algo sumamente lindo para el modelo.

Jisung estaba yendo a encontrarse con su nuevo ligue, aquél hombre de grandes ganancias que conoció por Love's. Fue bastante simple llamar su atención, su perfíl era del más solicitado por todos allí, cosa que por obvias razones le dió curiosidad al mayor.

Han se venía venir la mejor follada de su vida. A pesar de que el muchacho no contenía fotos de su rostro, si tenía de su candente cuerpo musculoso, de tan solo pensarlo se le hacía agua la boca. Tenía doble premio, el chico y su dinero, podría aprovechar sus atributos para conseguirlo.

Caminó por las grandes calles repletas de gente, algo que no le gustaba pero su objetivo lo ameritaba. Sonreía de oreja a oreja de tan solo imaginar lo que haría en la noche, luego de la cita.

Terminó por sentarse en unas de las bancas del parque, era uno de los lugares más seguros por si aquella persona no era lo que esperaba, ante todo tenía mucha precaución.

Mirando a las madres con sus hijos se le vino la nostalgia, recordando que jamás vivió lo mismo. Su progenitora era adicta al trabajo, y su padre ni hablar, nunca tenían tiempo para estar con él. Hoy en día eso lo convirtió en lo que era, yendo de cama en cama buscando alguien que le dé la atención que tanto necesitaba.

— ¿Han Jisung? — Preguntó un muchacho con curiosidad, era demasiado lindo ante los ojos del menor.

— Si, soy yo — Respondió con una sonrisa coqueta — ¿LeeMin?

— Exacto — Contestó de igual manera — Dime Minho, ese es mi nombre.

— Mucho gusto, Minho — Se levantó de dónde estaba y le tendió la mano.

Su nombre le sonaba familiar, pero supuso que era por el parecido a otra persona. Ignoró sus incógnitas para continuar su salida, no tenía tiempo para pensar en idioteces. Quería sacarlas de su cabeza lo antes posible, lo que menos quería era llenarlo de preguntas incómodas.

Ambos se dirigieron a un pequeño restaurante, uno bastante lujoso para alguien como Jisung quien no acostumbraba a recurrir aquellos lugares. La mayoría de sus ligues iban al punto, sin pensar en lo que él quería realmente, al parecer hoy era sumamente distinto.

— Dime ¿De qué trabajas? — Preguntó el muchacho mirando el menú con desinterés.

¿Hablar de trabajo? Eso le parecía extraño, sus alarmas internas dieron la primera luz roja a dejarlo y conseguirse alguien más con quien pasar la noche.

— Doy clases de inglés adicionales — Comentó dudoso, pues tenía varios empleos además de ese — ¿Y tú?

— Manager — Respondió cortante, el menor se sintió un poco decepcionado por la fría actitud.

Okey, no era lo que pensaba, al parecer sería como los demás, esos de no les importaba para nada su vida. Una parte de sí mismo —La menos racional— gritaba que no era el correcto, pero la otra pedía paciencia.

— Oh, divertido supongo — Soltó incómodo, no sabía desde cuándo era tan tímido.

— La verdad es estresante, a veces los artistas llegan a ser algo rebeldes — Dijo dejando el pequeño libro sobre la mesa — Por suerte me tocó alguien tranquilo, muy trabajador y dedicado en el tema, pero últimamente está distraído.

Han asintió con la cabeza, realmente no sabía de que hablar con ese hombre. Tenía una mirada intimidante, pero no parecía mal tipo, quizás algo aburrido. Era bonito y todo, pero escucharlo le estaba dando sueño.

El mesero llegó para tomarles la orden, uno bastante guapo que no pasó de ser visto por el menor. Por su cabeza pasaban miles de ideas, más de las esperadas, pero no podía ser tan cruel con su cita.

Lee miró al chico del frente, estaba muy avergonzado de su actitud, más cuando el muchacho bostezaba cada que intentaba conversar. Antes de salir planeo todo lo que diría, los temas de los que hablarían, eligiendo con precaución cualquier cosa aburrida, pero al verlo tan delicado se fué todo por el desagüe.

— Disculpa mi atrevimiento, pero eres muy lindo — Murmuró apenas quedaron solos — Quería comentarlo antes.

La expresión de Jisung seguía igual, realmente quería irse sin importar qué. Imaginaba que la noche sería todo un desastre, que no le daría la acción de todas las semanas.

— Gracias — Agradeció con desinterés, Minho empezaba a preocuparse.