Cyber Lover 〃ChanLix

07

El día había terminado y estaba dispuesto a irse sin saludar, se sentía tonto. No había terminado su trabajo a tiempo algo que nunca pasaba, todo por la presencia de Bang.

El día en que lo había visitado su modelo, no le había dicho quien era a pesar de que se venían hablando por la aplicación. Sabía que era por vergüenza quizás por falta de confianza, pero la noche anterior habían hecho cosas no aptas por internet y ahora se lo tenía que encontrar cada día en su estudio. La idea principal era mantener eso por distancia, las cosas ahora tendrían que volver a la normalidad.

— Felix — Llamó el mayor tomando su muñeca — De verdad lo siento por no haberte dicho ésto desde un principio.

— No pasa nada, solo olvídate de lo que hicimos ¿Si? — Trató de hablar con normalidad, pero su voz se atoraba con cada palabra.

Chan no estaba muy contento por la decisión pero no le quedaba otra que aceptar, no lo obligaría a seguir algo que no quiere. Le dolía pues había estado trás él por largos años, esperando el momento perfecto para acercarse.

— ¿Seguiremos hablando? — Preguntó con miedo, no quería retroceder cuando ya lo tenía tan cerca.

— No lo se, sería muy raro después de todo.

El castaño no evitó bajar la cabeza con tristeza, quizás se habían adelantado bastante aquella vez.

Felix lo observó pensativo, quizás no era tan malo que siguieran hablando. Estaba bien tener nuevos amigos, volver a formar su vida de a poco.

Antes de que Bang pase por la puerta, él lo tomó del brazo para detenerlo.

— ¿Sabes? Creo que no está mal seguir hablando — Comentó con una sonrisa, cosa que esperanzó al alto.

— ¿De verdad? — Preguntó emocionado. — Gracias Lixie, gracias — Gritó intentando abrazarlo, estaba muy contento.

El rubio se removió incómodo haciendo que el contacto desaparezca, tenía que mantener la calma. Bang era peligroso, alguien sumamente hermoso y quería caer ante sus encantos, solo sería un amigo como lo es con Han.

Decidieron ir a cenar juntos, ninguno tenía nada que hacer después de todo. Al principio había dudado sobre su propuesta, pero necesitaba relajarse ante el alto y comenzar acostumbrarse a su deslumbrante presencia.

Fueron a un restaurante que parecía más un bar, pues su menú tenía más bebidas alcohólicas que comida. Era el favorito del mayor, en donde pasaban el resto de la noche cuando se encontraba fuera de su horario estrecho.

— ¿Para tí está bien una pizza? Siento que tuve que llevarte a un lugar un poco más tranquilo — Comentó algo nervioso.

— Tranquilo, una pizza está bien — Le sonrió evitando la clara incomodidad.

Al llegar su pedido no pudieron evitar tomar algunas cervezas para relajarse. Entre vaso y vaso terminaron algo ebrios, hablando de cualquier cosa que se les venga a la cabeza. Aún mantenían la cordura, eso pensaban.

— Hace mucho tiempo era normal — Balbuceó Felix con su cabeza sobre la mesa.

— Para mí eres normal, con una belleza extraordinaria — Dijo Bang de igual forma soltando algunas risas.

Cuando pagaron todo —después de que alguien les avisara que cerrarían— salieron como pudieron, sus pies se iban para cualquier lado dando entender que no estaban del todo sobrios.

Lee era el más afectado, nunca había bebido tanto como en aquella fría noche. Las tiras de su prenda se resbalaban de sus hombros dejando embobado a cualquiera que pase por su lado, eso le molestaba a Chris. Para su suerte el menor no se despegaba de su cuerpo por el frío, dándole a entender a los demás que ya estaba con alguien.

— Vamos a casa — Rio Felix ya fuera de sí. El problema era que Chan no sabía la ubicación, además de estar en las mismas condiciones que el contrario.

El castaño vivía a una calles del lugar, así que no tendrían que esperar a que las cosas se calmaran. Ahí los veían otra vez intentando caminar sin caerse en el intento.

Al llegar después de algunos tropezones, Lee no pudo evitar mirar con otros ojos al austaliano a su lado. Su ancha espalda era algo que no podía evitar llamar la atención de las muchachas, mucho menos de él.

Abrazó ésta hundiendo su cabeza, aspirando el suave aroma a perfume que la camisa contenía. Sentía a respiración pesada del mayor, no se podía contener ante tal acción desesperada.

Bang se separó un poco para poder darse la vuelta quedando totalmente enamorado de la expresión que traía el rubio. Tragó fuerte pensando si preguntarle o no.

— ¿Puedo besarte? — Murmuró por lo bajo, pero de igual manera fue escuchado.

De un momento al otro tenía los suaves labios de Felix sobre los suyos, algo que había deseado por mucho tiempo. Ninguno los movía, solo era un simple toque que generaba miles de emociones. Lamentablemente ninguno recordaría esos sucesos el día siguiente.

Al separarse Lee colocó ambos brazos alrededor de sus hombros esperando alguna otra reacción. Su cuerpo se sentía a gusto con el contacto del mayor, era bastante cómodo llegando a sentirse protegido.

— Otro — Dijo el rubio en una pequeña risa.

El siguiente fue un poco más apasionado, sin llegar más allá de mover sus bocas y acariciar la diminuta cintura del menor. Estaba en el mismísimo cielo en ese momento, todo era muy irreal.

Siguieron así por unos minutos hasta que el aire les empezaba a faltar, sumamente mágico. Las caricias no se hicieron esperar luego de sus acciones, dándole a entender que no era un simple ligue.

— Te amo — Murmuró Bang ebrio.

— Apenas me conoces — Comentó en una carcajada.

— Eso crees pero la verdad te conozco desde hace tiempo, solo que estabas en tu mundo con alguien más — Susurró en su oreja.

Ninguno recordaría aquellas palabras, estaban demasiado borrachos y soltaban verdades por doquier sin importar lo que suceda después.

Sus bocas volvieron a encontrarse siendo como imanes que eran imposibles de separar. La tensión acumulada del día era descargada en ese momento en donde ambos estaban totalmente inconscientes de lo que hacían. No querían romper el contacto que estaban teniendo en ese instante.