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Se encontraba cansado, pues varias horas estando frente a la máquina de cocer era agotador. Para su suerte, las tres prendas estan listas y bonitas, como a él le gustaban. Soltó un suave bostezo, que solo fue escuchado por la luna resplandeciente de la noche.

Tomó sus materiales y los organizó como de costumbre, la semana siguiente sería algo estresante para el australiano. El desfile de la empresa estaba a la vuelta de la esquina, y eso lo inquietaba en sobremanera. Tenía que tener todo sumamente perfecto, todo bien planeado para que el día especial salga de maravilla.

En un suspiro, terminó de cerrar su maletín, era hora de volver a tu hogar. Se encaminó hasta la puerta, deteniéndose cuando una vibración en su móvil lo dejó extrañado. Hace rato llevaba consigo esa aplicación, se le hacía sumamente molesta e irritante, solo lo distraía en los momentos menos esperados.

— Vaya porquería.— Gruñó molesto.

Habían pasado semanas desde que su amigo le había descargado tal atrocidad, y cada día deseaba que eso nunca hubiera pasado. No necesitaba a nadie, solo su trabajo deseado y los únicos amigos que le quedaban. Abrió la puerta sin muchas ganas, y se largó de aquél lugar que tanto le gustaba.

No quería nuevas experiencias, estaba bien con todo lo que tenía, eso suponía pues muy dentro de su ser anhelaba que alguien lo quisiera como él había querido a Hwang. Todavía recordaba todo lo que había dejado por ese chico, ahora veía atrás y se reía para no llorar. En su momento fue tan iluso, miles de señales le dieron para no salir con Hyunjin, pero aún así las ignoró completamente.

Se adentró a su departamento solitario, muy ordenado a comparación del estudio, sus compañeros eran un desastre. Dejó su maletín en una de las sillas más cercanas, y fue directo a su habitación como de costumbre. Se desvistió y fué directo a su baño personal.

Hace rato se había mudado, pues la otra casa solo le traía más recuerdos de lo que había sucedido. Cuando pudo trabajar y tener una buena paga, se compró un elegante departamento lejos de aquella cuidad. Obviamente sus amigos fueron con él, cada uno tenía su respectivo hogar. No lo querían dejar de lado, así que le dieron la sorpresa de ir y quedarse a vivir allí.

Era todo muy distinto aquél pueblo, mucho más costoso de lo que esperaba, una cuidad fina y de lujos. Desde hace tiempo quería estar en donde se encontraba, ya que ahí habían muchas empresas de diseñadores muy famosos.

Luego de darse una ducha rápida, volvió a su preciada habitación y se colocó su cálido pijama. Admitía que tenía curiosidad sobre quien le mandaba tantos mensajes en aquellas aplicación, así que decidió abrirla por primera vez.

Colores rosados y violetas aparecieron en su pantalla, algo sumamente hermoso para Lee, eran sus colores favoritos. No se veía muy difícil de utilizar, así que le agarró la mano fácilmente. Fué directo a sus mensajes, encontrándose con alguien sumamente misterioso.

— ChrisBG... Que nombre más tonto. — Rio el rubio.

Abrió el chat sin esperar tanto, encontrándose con una foto algo provocativa, quien suponía que era del chico ¿Quién se ponía eso de perfíl? Debía ser un tonto para exponerse tanto en una tonta red social.

....

Hola, te me hiciste alguien
muy interesante.

Mnn, hola?

Oh esta cuenta está en desuso.

Hola, no está en desuso:)

Solo no la abría hace tiempo.

Cyber Lover 〃ChanLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora