Cyber Lover 〃ChanLix

19

Ya había terminado, ni siquiera sabía cuando pero no le importaba. Quería irse, quedarse hundido entre los brazos y el sentimiento cálido que Bang le otorgaba, pero no podía.

No entendía porqué estaba ahí, sonriéndole como si nada hubiera pasado, como si jamás le hubiera hecho daño. Lo peor es que su nuevo novio —Ex amigo también— estaba allí tomándole la mano sin vergüenza.

— Lix — Llamó Chan preocupado.

Al instante se dió cuenta de lo que sucedía, esa mirada llena de melancolía y odio le indicaban quien se encontraba allí. Quería golpear a Hwang, decirle que deje en paz a Felix.

— Lo siento, está todo bien — Le sonrió en falso el pecoso, pero Bang sabía lo que pasaba por su cabeza.

Lo abrazó con tal de que dejara de recordar el dolor que le hizo sentir, no lo quería ver tan frío como la primera vez que pudo hablarle. De igual manera entendía que no podía hacer casi nada por él, eso le hacía sentir miserable. Si lo veía así por una pantalla de televisor, no se imaginaba cuando estén frente a frente.

— Creo que ya debería dejar todo lo que pasó atrás, si sigo así no voy avanzar — Habló el rubio con angustia. — Debería dejar que se disculpe, mínimo.

— Cada uno tiene su tiempo para sanar.

— Es casi imposible que una persona no supere algo de hace años.

Esas palabras tocaron una fibra sensible del castaño, se sentía muy cercano a lo que estaba sintiendo a pesar de ser situaciones completamente diferentes. Obviamente la de Lee era menos grave, pero entendía a lo que quería llegar.

— Si te crees que es correcto hablar con ellos, anda — Animó con una sonrisa cálida.

El pecoso se tranquilizó luego de aquello, los consejos de Chris eran los mejores para su ser.

Tomó valentía de dónde podía y fué a la fiesta que habían organizado entre los famosos y adinerados, tenía por entendido que allí estarían, y no se equivocaba. Por suerte estaba acompañando del mayor, quien lo relajaba con solo su presencia.

Por lo que veía era solo una reunión tranquila, llena de comida y bebidas de distintos colores. La música era suave a comparación de la moderna de la pasarela, todo estaba sumamente tranquilo a comparación de su desenfrenado corazón.

— Lix, cualquier cosa no dudes en llamarme para ir a casa — Comentó el alto con un semblante serio, la verdad es que le desagradaba la idea de ver a Hyunjin.

El rubio asintió y fué hacia aquellas dos personas, estaba sumamente nervioso pero no dejaría que el dolor y recuerdo se apodere de su cabeza.

Ambos estaban algo asombrados al verlo, quizás avergonzados pues separaron sus manos rápidamente. Jeongin mantenía el rostro afligido, lleno de culpa por sus actos del pasado.

— Felix... — Murmuró el menor.

— Yang — Su tono era directo, casi exigiéndole que se disculpe.

El silencio se apoderó de ellos junto con la incomodidad. Lee no sabía como salir éste, se estaba mareando de tan solo verlos de nuevo.

— Creo que necesitamos hablar desde hace tiempo... — Cortó el hielo Hwang.

Su voz sonaba muy insegura, se notaba que estaba haciendo un esfuerzo muy grande para no ponerse de rodillas y llorar. Hyunjin no sabía como empezar, ni siquiera describir lo culpable que se sentía por engañarlo, por destruir su corazón en mil pedazos.

— Lo siento mucho, Felix — Empezó con un tono triste — Te hice mucho daño, en ese momento era un completo idiota que no sabía lo que quería, no sabía a quien elegir. Me engañaba con quererte, obviamente al principio te amé como a nadie nunca, pero... las cosas se fueron enfriando entre nosotros.

— Ambos lo sentimos — Siguió Yang con el mismo tono, quizás un poco más angustiado de lo que esperaba — No debí entrometerme en su relación, mucho menos cuando eras mi mejor amigo.

La voz del pequeño se cortó, mantenía la cabeza baja intentando ocultar sus lágrimas. El rubio no pudo ante tal imágen, saber lo mal que se sentían por amarse.

— Oigan, está todo bien — Alentó con una sonrisa melancólica — Uno no elige de quien en enamorarse, tampoco cuando.

Hyunjin comenzó a llorar en silencio, estaba aliviado de terminar todo en buenos términos. Obviamente la culpabilidad seguía, pero Felix ya los había perdonado.

— Les deseo todo lo mejor — Se despidió tranquilo.

A pasos lentos se fué a la salida del lugar en dónde lo esperaba Chan, notó su mirada preocupada pero antes de que dijera algo más le dió un cálido abrazo.

— Vámonos a casa, Chris — Habló sonriente.

— ¿Estás bien? — Preguntó mientras acariciaba sus cabellos.

— Me saqué un peso, por así decirlo. Estoy aliviado, muy aliviado.

Bang sonrió, y ambos tomados de las manos salieron del lugar. Por suerte el mayor tenía el auto, así que no tardaron mucho en llegar. Cuando entraron a su hogar, Lee se tiró en los brazos del castaño, quien con poco esfuerzo lo levantó.  

— Te amo — Soltó entre risas — De verdad te amo, Chan.

— ¿Seguro que estás bien? — Volvió a preguntar.

— Estoy muy bien, siento que puedo amarte con libertad— Comentó mientras repartía besos por todo su rostro — Como si el miedo que tenía se esfumara.