Cyber Lover 〃ChanLix

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Desde ese día las cosas entre Bang y Lee dieron un gran giro, cosa que era de esperarse. La mayoría del tiempo se la pasaban juntos, se volvieron inseparables casi como una pareja, pues los besos y toqueteos cariñosos no faltaban en cada día.

El trabajo había pasado a segundo plano para Felix, ya no era lo único que le interesaba. Al principio no deseaba algo serio, solo de una noche, pero con el tiempo su corazón se abría ante la idea de estar con el modelo. Lamentablemente la inseguridad volvió al poco tiempo de darse cuenta de sus sentimientos. Chris era un buen tipo, alguien sumamente atento y amoroso, muy distinto a lo que quiso antes, todavía estaba indeciso.

Entró al estudio como de costumbre, recibiendo el saludo de Kim y los demás diseñadores. Estaban a pocos días del desfile, así que cada uno estaba más centrado en sus prendas que en todo lo demás. Los modelos ya no tenían que ir, no era necesario, pero Bang cada que tenía tiempo iba a visitarlo.

Dió un suspiro tranquilo, tenía suerte de haber preparado todo con anticipación. Ahora solo iba para terminar algunos diseños personales, quizás a su jefe le gusten y le diera la oportunidad de hacer un desfile en solitario.

Mientras pensaba en todas las posibilidades, unas manos taparon su rostro, sabía de quiénes eran.

— Buenos días — Saludó cerca de su oído con suma ternura, terminando por depositar un pequeño beso.

Para los demás era costumbre ver ese tipo de acciones entre ellos, más que nada por la ternura que emanaba.

— Buenos días, Chan — Sonrió dejando lo que hacía de lado — ¿Cómo dormiste?

— Con tu pie en mi cabeza— Bromeó.

Últimamente se la pasaban en casa del otro, adueñándose de las cosas del contrario. Felix tenía varias camisas del mayor, y él algunas prendas que se le olvidaban a la hora de irse.

Se quedaron hablando unos minutos, hasta que un tema interesante salió a relucir. El manager del castaño estaba más deprimido de lo normal, casi sin ejercer su trabajo, dejándolo hacer lo que quisiera sin consecuencias.

— Hace unas semanas salió con alguien que conoció por internet ¿Y si le pasó algo malo? — Dijo preocupado.

— Habla con él, capaz te cuente— Aconsejó el rubio sincero.

Del otro lado Minho se mantenía con la mirada fija al teléfono, nada aparecía, ni un solo mensaje de aquél chico. Esa tarde la pasó solo, él decidió irse con una escusa barata, era muy obvio.

Hace tiempo buscaba a su alma gemela, alguien que le trajera un poco de color a su aburrida vida. Cada que intentaba algo, esa persona terminaba por aburrirse. Quería cambiar su aspecto, quizás un poco su forma tan antipática de hablar y comunicarse.

Estaba más que enganchado por Han al verlo fuera de las redes, pero no era mutuo. Lee era sumamente distinto en persona, no por apariencia, sino en personalidad. Necesitaba los sabios consejos del modelo, ese que encantaba a todos con su labia.

— ¿Minho? — Llamó alguien con mucha duda.

—  Han — Saludó cómo siempre.

El menor rodó los ojos como aquella vez, de nuevo la estaba cagando. Odiaba ser tan ajeno, no hablar con la confianza necesitada, la sequedad.

Jisung quiso seguir su camino, luego tendría tiempo para hablar con alguien como él. Una mano se posicionó fuerte sobre su muñeca, pero no lo suficiente para lastimarlo.

— ¿Cómo estás? No respondiste mis mensajes — Habló Lee casi desesperado.

— Oh... Lo siento por eso, el trabajo me quita demasiado tiempo— Respondió en una mentira rápida.