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NARRA MÓNICA

- ¡Estamos fuera!

Suspiré al oír ese grito proveniente de Guillermo, jefe de informativos. Era domingo por la noche, y eso para mí significaba sólo una cosa: descanso.

Cerré la tapa de mi portátil, recogí rápidamente los papeles que tenía encima de la mesa y cogí mi móvil. Matías y yo salimos rápidamente de cámara, ya que venían los deportes.

-Por fin, ¿no? -Matías caminaba a mi lado. Íbamos hacia el despacho, donde recogeríamos cada uno nuestras cosas y nos despediríamos hasta el día siguiente, ya que, a pesar de ser lunes, teníamos una reunión con producción.

-Estoy agotada -pronuncié ante la atenta mirada de mi compañero -y tengo hambre.

Llegamos entre risas a nuestras respectivas mesas y yo comencé a meter en mi bolso todo lo que había estado allí esos dos días: un libro, unos zapatos, bolígrafos, libretas y...

-¿Y esto? -pronuncié cogiendo un pequeño paquete en la mano, que reposaba sobre mis cosas, y que no recordaba haber visto ahí antes de ir a plató.

-Alguien ha debido hacerte un regalo -mi compañero se acercó a mí -me voy, está mi mujer esperándome fuera -me dio un cariñoso beso en la mejilla -nos vemos, Moni.

Me despedí de Matías y, cuándo me quedé sola, desgarré el papel de regalo: la intriga me pudo.

«Mónica, espero que disfrutes tanto de estas canciones como yo he disfrutado haciéndolas. Cuando te apetezca las presentamos en directo en el informativo ;) Besazo, bella»

Era un disco de Vanesa Martín. Sabía que hacía no muchos días había sacado uno, ya que nos seguíamos en redes desde hacía bastante tiempo. Aún así, no nos conocíamos más allá de saludarnos si nos cruzábamos en Atresmedia o si nos veíamos en algún evento. Quizás sea por eso por lo que me hizo especial ilusión ese regalo.

Llegué a casa pasadas las diez y media de la noche. Me quité los zapatos rápidamente y encendí velitas en el salón. Metí el disco de Vanesa en el reproductor y me serví una copa de vino. La curiosidad me pudo y entré en su perfil de Instagram, y vi fotos de los últimos días, donde promocionaba su nuevo disco, además de un montón de imágenes del proceso, mezcladas con publicaciones más personales, de ella con amigos o de sus perros. Me gustaba lo que veía, y también lo que oía. Decidí, por eso, abrir sus mensajes directos.

«Hola, Vanesa. Me ha hecho mucha ilusión encontrarme hoy al terminar el informativo tu disco encima de mi mesa. No sé si ha sido cosa tuya o no... Pero está reproduciéndose ahora mismo y no me puede estar gustando más. Cuando te apetezca te pasas por plató y hablamos eso de que lo toques en directo. Otro besazo para ti, artista»

NARRA VANESA

Había leído por lo menos cuatro veces el mensaje que me acababa de llegar por Instagram. Esta tarde, aprovechando que había ido a atresmedia a arreglar un aspecto de la firma de contrato, le dejé a Mónica Carrillo un disco mío dedicado. No la conocía mucho, pero lo poco que sabía de ella que veía en redes me gustaba, y también sabía que le gustaba mucho la música. No lo pensé mucho y, sin decirle nada a nadie, lo metí entre sus cosas, encima de la mesa del despacho que compartía con Matías Prats.

No me esperaba su mensaje y menos que fuera tan rápido. Será solo que quiere ser amable.

«Es un honor que lo estés escuchando. ¿Es normal que me ponga nerviosa al pensarlo? No me quiero
imaginar tocando las canciones... Abortamos misión de cantar en el informativo, por lo menos de momento»

Lo envié, e inmediatamente, escribí otro.

«Aún así, sí te apetece, puedo avisarte algún día que esté por ahí y me cuentas impresiones»

la quiero a morir <3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora