— No te diré mi nombre, pero dime Sanzu, y la razón por la que estas aquí es porque serás mi conejillo de indias—
22:15
➤T/N
Sentí un escalofrío recorrer por mi espalda, seguía mirándolo, el soltó una risa por la nariz al ver mi reacción y cambio su expresión por una sonrisa con algo de perversidad en ella, termino el cigarro enseguida, la respuesta que recibí me sorprendió, creo que, a cualquiera, pero estaba agradecida con él, además estaba siendo muy educado, comparar esta situación la con la anterior me generaba nervios mezclados con miedo.
— Gracias— Le dije apartando la mirada.
— Está loca...— pensó en voz alta – No es nada, nos vamos — Llamo al mesero con señas y lo dejo a la cuenta de Ran Haitani escuchar ese nombre dos veces ya me causaba intriga, nos paramos para salir del lugar camino al estacionamiento.
— Tengo unos increíbles amigos que de seguro te van a gustar— Me dijo con algo de diversión mientras abría la puerta de los asientos traseros, me asustaba cuando decía algo en ese tono ¿se refiera a personas de verdad? ¿O herramientas de tortura? Quizás es otro secuestrador de niños, ni quiero imaginármelo, ¿para qué me salvaría si tiene otras preocupaciones? Tantas preguntas que me empezaba a marear, pasamos cerca del puente anterior, y en menos de 10 minutos llegamos, al parecer su base estaba muy cerca.
— ¿Emocionada? — me preguntó mientras bajaba del auto, al abrirme la puerta. — Son algo intimidantes, pero no te asustes — cerró la puerta del auto que se encontraba en un estacionamiento subterráneo, lo que me dijo me causo miedo, por obvias razones. Utilizamos un ascensor para subir al edificio, eran 30 pisos, contando la recepción y más los dos estacionamientos subterráneos, por lo poco que vi, era bastante elegante el lugar, eso solo causo más nervios.
— Veo que te comen la lengua los ratones — me dijo en modo de burla — Pero, no te preocupes, aquí no hay ratones— sentí que la mayoría de lo que me decía no tenía sentido, era muy tonto o estaba jodiéndome cada momento que abría la boca. Llegamos al piso 30, definitivamente era muy alto, había un pasillo largo con varias puertas, y al final del pasillo una puerta doble.
— Todo este piso es zona privada, aquí estamos yo y mis amiguitos— me dijo mientras caminábamos a la habitación de puerta doble, no sabía si sentir tranquilidad, o miedo. Aquella puerta era automática, Sanzu se acercó y se abrió. El olor que salía de allí era horrible, el humo de cigarro abundaba en la habitación, la cual era muy grande.
— Por fin llegas, avisa antes de irte — dijo una voz media grave.
— No pidas favores, de último momento es una mierda, al menos no me jodas a mi — dijo otra voz, la cual se caracterizaba por un tono de autoridad.
Entre a la habitación después de Sanzu y vi a seis hombres por la sala, en un sofá había dos tipos parecidos, solo su corte de pelo los diferenciaba, en otro sofá , había un chico de pelo negro y ojos azules, para luego mirar a mi derecha otros dos tipos estaban, uno tenía el pelo plateado, que vestía un traje rojo, el posaba su mirada en una laptop, y a su izquierda un chico de pelo negro con una gran cicatriz en su rostro, había otra persona de cabello corto y blanco, pero estaba mirando por los ventanales a la cuidad.
— Maldito pervertido— Exclamo el de cabellos negros y largo apartando la mirada de su laptop, posándola en mí.
— Déjate de mamadas Sanzu— Dijo el de su izquierda, los que se parecían, solo estaban atentos a mí, pero no decían nada, hasta que uno dijo.
— Sabia que estabas loco, pero no tanto...— Sentí sus miradas en mí y todo lo que te decían me daba una muy mala descripción de él, noté que la habitación era muy lujosa y ellos también, ¿en qué me había metido? ¿estaba soñando? Nunca en mi vida había ido a un restaurant como el anterior y ahora este edificio.
— Cállense pendejos de mierda!, son mis asuntos no los suyos — su respuesta con la voz alzada interrumpió mis pensamientos, la puerta se había cerrado atrás de nosotros.
— Será nuestro juguete de prueba, la encontré al borde de la muerte y apenas deje de servir la devolveré de donde vino— sus palabras repercutieron en mí, seguiría viviendo, pero, ¿a qué costo? El silencio reino por unos segundos, hasta que uno se dignó a responder.
— Eso no suena ilegal — Sanzu solo rio ante su respuesta — ¿Al menos sabes qué edad tiene? — pregunto después de la risa, el hombre que miraba el ventanal dio la vuelta mirando a Sanzu fijamente con cara de asco, pero no dijo nada, automáticamente Sanzu me hizo caminar hacia un pasillo de allí mismo abandonando a los seis hombres de la sala, metiéndome a una habitación bastante lujosa, pero alejada de esa conversación.
— Espérame aquí— me dijo para luego cerrar la puerta, solo me quedaba obedecer.
Tenía un mal sabor en la boca, pero le resté importancia, Sanzu no me prohibió nada y la cama de ahí se veía muy cómoda, como a su vez muy costosa y yo estaba muerta de cansancio, el dormir en una banca por dos semanas no me había favorecido, la incomodidad era horrible, pero el no tener privacidad aún más, no quise estropear la cama, así que me senté en un sillón que se encontraba allí, era igual de cómodo, logré dormir plácidamente en cuestión de segundos.
23:55
Desperté de inmediato con el sonido de la puerta abrirse, era Sanzu, estaba cansada pero mi cuerpo contaba con una alerta automática, el entró con una ropa en sus brazos, la dejó en la cama y me miro.
— ¿Qué talla de zapato eres? — me pregunto acercándose al armario de esa misma habitación, yo no sabía que talla de zapatos era, pero me saque uno de los que tenía puesto y salía 23cm.
— 22 centímetros — respondí, poniendo el zapato en su lugar.
— Igual que Mikey — dijo al aire mientras buscaba en el closet, al segundo saco una caja de zapatos la cual dejo en la cama junto a la ropa.
— Disculpa por la demora nenita, mis "compañeros" están fallados. Me harías el favor de entrar a esa habitación— mirándolo vi como apuntaba a una puerta no muy lejos del sillón que me encontraba, sus palabras no eran muy racionales, pero le obedecí, me levanté y fui a la habitación, era un baño, estaba muy bien iluminado, contaba con un lavabo super moderno, junto a una ducha bañera, no podía evitar la emoción que sentí ¿estaba en el cielo? Entré y luego entro Sanzu con la ropa y los zapatos, para dejarlos en un mesón del baño, luego se sentó en un sillón que se encontraba ahí, todo el baño era con las tonalidades de color negro y blanco, con algo de dorado, el sillón donde se acomodo era de color negro, resaltaba su piel y su cabello, el sillón estaba en una esquina del baño, teniendo la visualización de toda la habitación.
— Báñate — me ordeno Sanzu, mirando fijamente mi cuerpo, ¿iba a violarme? Toda la emoción que tenia se desvaneció, sabía que estaba loco, pero nunca veía la maldad en las personas, lo único que pude hacer fue mirar mis pies.
— Acabo de decirte algo, y sé muy bien que no eres sorda, ¿tienes problemas que te vea? Ni siquiera tienes algo que mostrarme, eres una simple fracasada — sentí las intenciones de hacerme daño para lograr provocarme, pero seguía sin levantar mi rostro.
— Veo que estas siendo muy inservible, no veo razones para que sigas aquí —
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Pronto vendrán los capítulos largos <3 disculpen las faltas ortográficas
Próximo Capitulo: Wounds.
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"𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒗𝒊𝒅𝒂" [ʙᴏɴᴛᴇɴ] ➤ 𝗘𝗻 𝗲𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻
FanficEscapas de tu secuestrador una noche para terminar en manos de una organización criminal de Tokyo, ¿podrás superar tu pasado y soportar lo que se te viene encima? ¿Ellos te salvaron o te condenaron? ¿Realmente es amor? - Fanfic de Tokyo revengers. ...