⤷ Capitulo 28 - 𝐏𝐚𝐬𝐭 𝐥𝐢𝐟𝐞 𝐈𝐈

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Solo decidí permanecer en calma, llevo un año como integrante oficial de Bonten y he sido secuestrada dos veces. Quien tuviera mi suerte, pensé con mucho sarcasmo. Mi vida es una total mierda, pero él... él de verdad se merece cada maldito suspiro de mí.

Sentí como voces a lo lejos se acercaban, era inaudible, sin embargo, venían hacia a mí y eso me ponía la piel de gallina, sus intenciones deben "importantes", cada cosa dedo tomarla en cuenta, si cometen un error debo notarlo para salir de aquí pronto. La puerta se abrió, entraron dos hombres de esmoquin negro, uno encendió las luces con un control, estas iluminaban toda la sala desde las esquinas, estaba completamente cerrado, con algunos muebles de relleno. Luego un hombre algo robusto con un bigote muy bien cortado, a su espalda de nuevo dos hombres, seguramente guardaespaldas, no sé quiénes putas eran, pero al entrar hablaron en ruso, ahora sí no mal recuerdo ellos eran...

Hace unos meses, Bonten se enteró por contactos dentro de la policía nacional que la mafia rusa comenzó sus operaciones dentro de Japón, sin duda iban por las pequeñas organizaciones, seguramente su objetivo final sería Bonten; por la cantidad de dinero, propiedades, poder y estatus que poseen en la actualidad. Entre estos problemas, yo personalmente escuché un rumor, en donde las primeras personas que maté cuando conocí a Bonten son familiares directos de quienes manejan ahora las operaciones de las mafias rusas, lo cual es un gran lío para mí y las cabecillas de Bonten.

Pude presenciar el instinto asesino de los cinco hombres que tenía en frente, ¿de verdad vienen cuatro hombres de respaldo a ver una chica amarrada e indefensa? Si que tienen mucho cuidado.

Miré fijamente al jefe de los cuatro, mr. Medved, según la información que recuerdo, narcotraficante desde sus 16 años, pero todos sabemos que pudo empezar desde antes, feminicida concurrente, se 'dice' que todas las prostitutas que no obedecen sus órdenes aparecen muertas los días siguientes, su apodo se origina por cazar osos ilegalmente desde temprana edad y con las pieles de ellos hace abrigos, alfombras o decoraciones para interiores, así también generando dinero como miedo entre sus seguidores, un real bastardo. Sin dejar atrás su horrible apariencia, su estatura de metro ochenta, escaso pelo de color gris, sus líneas de expresión marcadas, algo de sobrepeso, pero con una papada que no le beneficiaba en nada, sus ojos azules eran penetrantes y su nariz ancha predominaba en su rostro.

— Hola pequeña. Lamento que tengamos que encontrarnos así— mantuve mi mirada en él, hasta que uno de sus hombres se acercó, mire com miedo inmediatamente y mi cuerpo reacciono defensivamente, aunque no lograra nada. — calma, solo te quitara la cinta—

Mire desconfiada a Medved y a su hombre, quien con una mano y bruscamente quito la gruesa cinta que no me dejaba hablar, a los segundos mis labios comenzaron arder.

— mierda... ¿Qué es lo que quieres? — el hombre volvió a su posición y su jefe se acercó quedando a 30 centímetros de mí, desde esa cercanía podia seguir observando las imperfecciones y arrugas en su rostro, junto algunas cicatrices y manchas por su edad.

— Buena chica, solo quiero a Mikey— sospeche de sus intenciones con una mueca de desagrado, pero seguía inmóvil.

— Si lo quieres ve por él— él problema sería sanzu, no yo... Ya estaba cansada de todo.

— Pero necesito una carnada— río bajo dándome unos leves escalofríos, sabía que el no tendría compasión conmigo.

Solo ayer estaba tomando cervezas con sanzu y ran, para terminar aquí, lo bueno es que gané las tres partidas de poker que jugamos, la cara de perdedor que tuvo sanzu había sido increíble, realmente fui a dormir pensando que hoy lo vería.

— ¿Qué te hace pensar que soy buena carnada? — pregunté con ironía, mikey era bueno conmigo, pero no soy como sanzu, menos como Emma.

— Unos buenos amigos me lo dijeron, y ellos no juegan conmigo— mi corazón se retorció en breves segundos, en mi mente vinieron los rostros de todo bonten, pero lo únicos capaces de ser unos malditos hijos de puta, son ellos. Koko no sería capaz, la fortuna de bonten es demasiada como para superar a la mafia rusa... Ni hablar de sanzu... Maldito Ran y Rin, sin notarlo mi cuerpo estaba temblando, una fuerte señal de debilidad que hizo sonreír al infeliz que tengo al frente.

"𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒗𝒊𝒅𝒂"  [ʙᴏɴᴛᴇɴ] ➤ 𝗘𝗻 𝗲𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora