"𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒗𝒊𝒅𝒂" [ʙᴏɴᴛᴇɴ] ➤ 𝗘𝗻 𝗲𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻

⤷ Capitulo 29 - 𝐌𝐢𝐬𝐡𝐚𝐩

    Era como si el mismo universo detuviera todo en el preciso momento, terminé de acercarme a él, desesperada cojeando, mientras lloraba, el dolor se incrementaba en mí, su cuerpo estaba inmóvil, me senté junto a él. su cuerpo yacía muerto, su sangre seguía derramándose y me aterrorice por completo, temblaba de pies a cabeza, él estaba muerto y yo me negaba por completo a creerlo, sujete su cuerpo con miedo, abrazándolo empapándome en su sangre.

— Sa-Sanzu— mi voz temblaba, lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas, quería decirle tantas cosas, pero una voz se interpuso en mi perdida.

— ¡Maldita perra, mira todo lo que hizo por tu culpa! — dijo el horrible viejo mr. medved, quien sostenía el arma con la que mato a Sanzu, él estaba en la puerta de donde escapamos con Sanzu y traía a sus peones como escudo, su tono era molesto, pero mis sentimientos eran aún más fuertes, seguía abrazada al cuerpo sin vida de Sanzu, protegiéndolo de cualquier cosa que pasara de ahora en adelante, aunque fuera muy tarde.

— ¿¡QUIEN MIERDA TE CREES PARA HABLAR ASI?! ERES UN LOCO DE MIERDA, ALEJATE DE MI— grite una vez que se acercaba apuntándome como su blanco.

— si no fuera por ese maldito enano ya estarías muerta— dijo mientras mi llanto reinaba todo el patio trasero, los sentimientos de rabia, impotencia, temor, ira, tristeza hacían que la bala en mi pierna no se sintiera y que pensara que estuviera en un sueño, mejor dicho, en una pesadilla.

— TE VOY A MATAR TE JURO QUE LO HARE, MIRA LO QUE HICISTE— exclame con ira sin separarme de él, seguía sin creerlo.

— Maldita incrédula, quien crees que er- — saque el arma de repuesto inmediatamente, el detuvo su paso colocando su dedo en el gatillo de su arma.

...

El sonido de una bala se interpuso en nuestras acción, ya que el cuerpo de Mr. medved cayó como saco de papa cerca de la mansión, luego de que una bala le diera directo en el ojo izquierdo, sus peones quedaron confundidos mirando de donde vino aquel disparo, hasta que un poco de asombro se vio en sus cara, al igual que ellos mire, de donde vino aquel disparo, desde el bosque salió Mikey con un arma, junto a koko, y detrás de ellos algunos peones fieles de Bonten, agarre el rostro de Sanzu queriendo decirle que lo logramos, pero me tope con mi triste realidad, Sanzu estaba muerto, su piel pálida con mucha sangre en el rostro.

Una vez más el dolor se apodero de mí, lloriquee con desesperación, no podía separarme de él, mis lagrimas se hicieron una con la sangre de mi rostro y la de él.

— Sanzu, saldremos de este lugar, v-vinieron por nosotros, no puedes morir— le susurre temblando y sollozando— recuerda, tenemos que viajar, no te quedes aquí, logramos derrotarlos, tu esfuerzo valió la pena... l-lo hicimos— mis lágrimas no dejaron de caer, realmente no soportaba lo que ocurrió, quería matar a quien se me cruzara. — recuerda, debemos entrenar juntos el sábado, nuestra cena, no te olvides de ella ¿tendré que ir sola?... — sentir que no lo poder ver en la mañana, ni por la noche, ni con el hermoso cielo que ahora iluminaba nuestros cuerpos, el sublime atardecer lleno de colores solo me abatía más, mi corazón había perdido algo, estaba vacía en ese momento, el sentimiento de perdida recorría en todo mi cuerpo.

Abracé a Sanzu con todas mis fuerzas, el pesaba demasiado, y yo empecé a perder el conocimiento mientras Mikey daba órdenes a sus peones y a los de Mr. medved, lo último que sentí fueron unas manos en mi espalda evitando que me cayera, y a pesar de ese momento mis lagrimas no dejaban de recorrer mis mejillas coloradas

|una semana después|

—Kima aquí tienes tu almuerzo— Takemichi coloco la bandeja en mi velador, hace cuatro días viajamos, no sé dónde estamos, el incidente con la mafia rusa dejo secuelas, la policía armo un gran escándalo, no podíamos quedarnos en la capital. El entierro de Sanzu fue hace cinco días, me sorprendió no haber llorado ni haber echo alboroto, pero en el fondo de mi corazón aun quería que fuera una maldita broma o un sueño. Solo me quedaba aceptar que mi corazón fue enterrado en el mismo ataúd junto a de él. También recuerdo las palabras de condolencia de Taiju, junto a su oración antes de marcharse del cementerio. "La muerte debe ser tan hermosa. Para yacer en la suave tierra marrón, con la hierba ondeando sobre la cabeza, y escuchar el silencio. No tener ayer ni mañana. Para olvidar el tiempo, para perdonar la vida, para estar en paz" solo me lo mencionaba para aliviar mi pena o para reflexionar, pero yo lo deje en el aire.