⤷ Capitulo 10 - 𝐒𝐮𝐝𝐝𝐞𝐧

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No pasaron más de 20 minutos y los remodeladores llegaron, fui abrir la puerta.

—Hola, ¿Endo Hekima?— me dijo un hombre, al parecer el estaba a cargo.

—Si, soy yo— le respondí dejándolo pasar.

— Me alegro, soy Hisao Jion, empezaremos el trabajo en este momento— me dijo en cuanto entraron cinco hombres mas, todos vestidos con guantes y zapatos de seguridad, yo asentí ante la información.

Pasaron alrededor de cuatro horas, y los hombres habían sacado todo lo que no era para un dormitorio, pintaron la habitaciones blanco, instalaron armario, escritorio, cómoda, repisas y una cama de plaza y media, la cama quedo en la pared del baño, ya que lo demás era ventanal y la escalera, no tenía puerta y al parecer Sanzu tampoco planeaba poner una, instalaron todo con las tonalidades de la casa, pero estaba sin los complementos, dejaron mis compras en la misma habitación, al menos se había convertido en dormitorio.

—Señorita Hekima, trabajo terminado— me dijo el hombre a cargo.

— Estoy satisfecha con su trabajo, muchísimas gracias—el señor sonrió levemente.

— Iré a buscar los papeles sobre este inmueble así pueda tenerlos en su poder— yo asentí y el hombre a cargo bajo cos los tres hombres de ahí por fin estaba en mi habitación, me acosté en la cama sin sabanas y escuché pasos los cuales ignore, baje al primer piso, el hombre me dio unos papeles y se fueron, fue extraño interactuar con gente que tiene vidas normales.

Subí al tercer piso, me di cuenta que ya estaba anocheciendo, Sanzu no me había escrito nada aún y no sabia a que hora volvería, me acerque a las bolsas de compras para ordenarlas en el armario, pero pasos en la escalera llamaron mi atención, ¿Sanzu? Mi cuerpo mantuvo silencio hasta que vio a la persona, era un hombre de los que vino a remodelar, pero que hacia aquí.

— ¿no había terminado? — pregunté.

— Si, pero mi trabajo aún no termina— el hombre me respondió, corrí a la terraza, sentí el miedo en mis venas, todas las armas estaban abajo, y el ya conoció este piso, mire debajo de las barandas, pensé tirarme pero es un tercer piso, aún así tenia posibilidades de caer en la piscina, en el tiempo que pensaba el ya estaba a pocos metros de mi.

—¿¡ Que vas hacerme?! — me aferré a la baranda, seriamente pensando en tirarme. Sus ojos se abrieron y observé algo filoso salir por su pecho.

—Nada— respondió la voz de Sanzu, sacando lo que sea que le enterró al tipo y este cayo delante mío, dejando a la vista a Sanzu en traje.

— Quedo bonita tu habitación, pero le faltan cos...— no alcanzó a terminar ya que lo abracé, el alejo su katana y con su mano desocupada alejo mi cuerpo del suyo.

—¿ Que ha...—

—Mátame! — grité con fuerza a Sanzu estando en la terraza con un lindo cielo morado con tonalidades rosadas.

— ¿que?— preguntó él.

— No quiero vivir en un mundo donde tenga miedo y que me quieran hacer daño— palabras sinceras salían de mi, tenía miedo quería llorar pero mis lágrimas no salían, Sanzu guardó su katana machada con sangre y se acercó a mi.

— mocosa no tengas miedo, no lograran hacerte daño si tu se los haces antes— me dijo por mi nombre eso me encogió el corazón y seguía con un nudo en mi garganta.

— Ahora vamos de compras— mi cara fue un signo de interrogación, él es muy repentino.

20:53

Íbamos en el deportivo de Sanzu a un centro de comercial nocturno, iba con cinturón ya que Sanzu no le gustaba la acción de esperar semáforos en rojos, a no ser que se lo pidiera, había ido a la casa antes porqué olvido unas "buenas" pastillas ahí, y que escucho correr a dos personas en el tercer piso, antes que saliéramos de la casa contacto a dos tipos para arreglar su desastre, y yo me coloqué una gorra para ocultar mi horrible cabello.

"𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒗𝒊𝒅𝒂"  [ʙᴏɴᴛᴇɴ] ➤ 𝗘𝗻 𝗲𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora