"𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒗𝒊𝒅𝒂" [ʙᴏɴᴛᴇɴ] ➤ 𝗘𝗻 𝗲𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻

⤷ Capítulo 5 - 𝐄𝐬𝐜𝐚𝐩𝐞

22 de septiembre 2013

22:30

Mi cumpleaños se acercaba, iba a cumplir 17, que ganas de haber hecho el pastel junto a mi madre, pero ya no está, y yo no tengo vida, acostada en lo que es mi cama pude escuchar unos pasos acercarse.

−Padre, dime que es una jodida broma− escuche una voz grave y joven mientras pasos se acercaba, ¿padre?

−Hijo déjate de mamadas y sal de aquí− decía el viejo, la puerta de mi habitación se abría brutalmente, me sorprendí, yo estaba en mi ropa interior, es decir, polera de tirantes y calzones, el que abrió mi puerta era un hombre alto joven de traje.

− ERES UN JODIDO ENFERMO! − le dijo al viejo, quien lo agarro de cuello y lo empujo fuera de mi habitación, me puse un suéter color café jeans negros y mis zapatos negros, lo únicos que tenía.

− Por que tienes que ser un peso hijo, lo único que te pido es que no te metas en mis asuntos, te doy todo y así me pag...− el menor le golpeo la cara sin dejar terminar la frase, los dos se pusieron pelear a golpes, antes que entraran sus guardias Sali por la puerta trasera de la casa, por donde me sacaba a "bañar", escuchaba sus gritos mientras salía de allí, me alejaba de la casa y se escuchó un tiro, no me detuve, solo corrí a la reja, esta tenia dos metros de altura, pero gracias a algunas relieves pude pasarla, casi de rodillas, me dolió un montón, pero escuche un alboroto desde dentro, solo corrí entre algunos edificio no tan altos de allí, corrí lo mas lejos en dirección al norte, cuando sentí la lejanía, pregunté a transeúntes sobre una estación de policía, una pareja adulta me ayudo a llegar, me dejaron allí, ya había pasado una hora que escape, estaba asustada, si me encontraban me iban a matar.

Unos asistentes de policía me llevaron a una oficina para declarar, dentro se encontraba un joven con traje cabello negro y ojos azueles, me hizo señal a tomar asiento.

− Buenas noches, soy Tachibana Naoto, mi horario de trabajo acabo, pero tu situación es importante, soy el encargado de tomar tu testimonio, así que no tengas miedo, estas en un lugar seguro− mi corazón se alivio al estar con este oficial se policía, me senté donde me indico, su oficina estaba lleno de carpetas y papeles, atrás de su escritorio había una pizarra con hombres y líneas rojas conectando, se veía algo importante, y muchas caras de personas, seguramente delincuentes, y en una cómoda cerca, una mujer de cabello largo y claros, sus ojos color miel con un lunar distintivo cerca de su labio.

− Puedes comenzar, estaré atento, y tienes un vaso de agua con pañuelos si los necesitas− tenía razón, cerca de donde me senté había un vaso de agua junto a pañuelos, tome el agua, estaba agotad, y le dije toda mi situación, quien era, por lo que pasé, lo único que me faltaba era saber el nombre del viejo, el nunca me lo dijo, así que la situación era difícil, no tenia a donde ir y era extrajera con padres muertos, el se asombro por todo el relato.

− Gracias _____ por tu testimonio, mañana mismo arrancaremos con una línea de investigación, te necesitamos para esto así que debes quedarte aquí por protocolo, yo me debo ir, pero te dejare junto a un guardia en una habitación de espera, puedes descansar ahí− me dijo mientras se levanto a buscar una manta de un casillero, se acerco a mi y la dejo en mis pies, al verlo de cerca era muy joven, este me dio un cariño en la cabeza.

− Ya estas en un buen lugar, no dejaré que nada te pase− me alegré mucho ante lo que me dijo.

−Andando− se acerco a la puerta y yo le seguí, no muy lejos de su oficina había una sala con asientos y sofás, había tres personas allí, me hizo sentarme en un sofá, estiro la manta y me tapo.

− Mira− señalo a un señor vestido de policía que estaba junto a la puerta− el te va a cuidar esta noche− lo mire y me miro de vuelta, regalándome una sonrisa− yo llegare mañana a primera hora por lo tuyo, así que descansa, nos vemos _____ − asentí ante lo que dijo, lo vi salir para luego acomodarme, quedándome dormida al instante.