Capítulo 32. La paciencia es una virtud

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Shinso

Desde que nos escabullimos en esa madriguera, que resultó ser epicentro de una misión secreta, no he dejado de pensar en nuestro encuentro con ese villano.

Investigando más, descubrí que el tal "Dabi" fue uno de los principales involucrados en el secuestro de Bakugou, pero, nada más. De ese tipo no existe más información que de su relación con la LOV; es como si no hubiera existido antes de eso. Con apenas la sílaba "To" era muy poco lo que podría investigar.

Si tan solo no nos hubieran interrumpido.

Por varios días mi cabeza estuvo pensando en infinidad de nombres que iniciaran así; Tohru, Tokoyami, Togata, y fue cuando "Todoroki" llegó a mi cabeza cuando concluí que debía detenerme si no quería terminar en el psiquiatra.

Y, como si no fuera suficiente, lo que sucedió ese día también repercutió en el más estoico de mis padres. Ha estado más contemplativo de lo usual, incluso parece haberse tornado más sombrío. Rara vez lo veía, y cuando lo hacía, siempre se dirigía a su oficina. Cuando le preguntaba a su pareja, solo le decía que últimamente ha estado con más trabajo de lo usual, como si quisiera convencerse a sí mismo, pero el más ruidoso de ambos también se veía preocupado.

–Necesito un descanso – exhalé, estirándome en mi silla.

Movido por el hambre, la ansiedad, o quizás ambos, me dirigí a la cocina con la esperanza de mitigar todo lo que estaba sintiendo con algún bocadillo.

Debía seguir preparando los detalles para la obra que presentaríamos dentro de poco y, eso tampoco pintaba muy bien que digamos. Los ensayos eran infernalmente tensos y extenuantes con los protagonistas indispuestos porque, sí; Todoroki y Bakugou eran los estelares de la obra, hacer que Deku tuviera una participación importante no era más que un señuelo.

No tenía ni la menor idea de si esto funcionaría o no, pero no perdíamos nada con intentarlo... espero.

Desde que las prácticas fueron suspendidas por un villano que amenazaba la vida de sus víctimas desde la distancia, hemos estados recluidos en el dormitorio, sin oportunidad de siquiera salir a hacer la despensa, por lo que no nos ha quedado de otra que desbocar todas nuestras energías en la obra.

Al llegar a la cocina, mi estómago se revolvió. Pensaba en servirme un vaso de leche con algunas galletas, pero me sentí agobiado de repente.

Detestaba sentirme de brazos cruzados mientras mi padre llevaba toda esa carga en sus hombros. Sé que lo hacía para protegernos, pero, ¿a qué costo? No es la primera vez que se sacrificaba por los demás, y yo no hacía más que pensar en formar para ayudarlo.

– Es muy obstinado... – enuncié como si le replicara a Mika, una de las gatitas que cuidábamos, mientras le servía la leche que no me tomé.

Me quedé contemplando a la minina un rato antes de forzarme a volver a mis deberes. En ese momento, prefería caminar sobre clavos ardientes antes que pretender que nada pasaba mientras escribía las escenas de un escenario ficticio.

– Bueno, supongo que es mejor que na–
– ¡Hitoshi! – el abrazo de mi hermana me tomó desprevenido, pero por supuesto que lo correspondí.
– Hola Eri – agachándome a su altura, para acomodar su cabello. – ¿Qué te tiene tan animada?
– ¡Tengo un nuevo cuento! – mostrándome un ejemplar con un dragón en él. Estaba pasando por esa fase de cuentos de hadas.
– Cuando quieras, puedo leértelo – dije para que me mostrara su tierna sonrisa en respuesta.

Levantando mi vista en busca de su acompañante, me encontré con una imagen inesperada. Aizawa estaba de pie en la entrada, en compañía de...

– Monoma... – pronuncié en voz alta, sin darme cuenta, sintiendo como ambos me miraban al escucharme.

Solo Si Es Contigo (2da parte) BakTd/TdBkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora