Capítulo 53. Yo estoy contigo

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Todoroki

Aún después de lo que sucedió, mi cabeza repetía en sueños lo que despierto en mi cabeza no dejaba de dar vueltas.

Revivía en espasmos involuntarios y sudor frío, recorriendo en todo mi cuerpo la frustrante sensación de no haber hecho más que mirar, perplejo, inmóvil e incrédulo lo que estaba escuchando.

Estaba tan afectado que el calor sofocante que imperaba en el lugar no logró distraerme de su silueta lánguida, apenas en pie, con evidente dolor recorriéndolo de pies a cabeza, por la forma en la que sostenía sus brazos unidos a sus costados, pero algo me decía que su agonía no era solo física.

Como nunca recuerdo haberlo visto, Endeavor estaba inmóvil, sin atreverse a atacar de rodillas frente al villano, como si éste le hubiera extraído el alma, y me costaba creer que su inusual cabello blanco fuera la causa, hasta que al fin se percató de mi presencia, que, por algún motivo, no se atrevía a enfrentarlo.

n terror inexplicable me envolvió al pensar en su comentario, otra vez:

"Al parecer, tú tampoco resultaste ileso"

– ¡Dabi! – le grité, decidido a salir de dudas.

– ¡Shoto!, – que me nombrara con tanta familiaridad me resultó enfermizo a más no poder. – me alegra verte de nuevo.

– ¿Qué tienes que ver con él? – como un desquiciado, comenzó a reírse roncamente.

– ¡Mira a quién tenemos aquí! ¡El trofeo más preciado de Endeavor! – y antes de seguir evadiendo mi pregunta, la heroína Mirko se unió al cuadro, acción que Hawks, a quien tampoco reconocía por su renuencia a enfrentarse con el villano y su casi cadavérico estado, aprovecho para seguir intentando proteger y aislar a Endeavor, quien seguía sin moverse.

¿Qué fue lo que ocurrió entre ambos para que hubiera terminado en ese estado?

– ¡Respóndeme! – insistí

– ¡Todoroki, sal de aquí! – pidió Hawks, audiblemente exhausto.

Y, poco después mi pregunta fue respondida, deseando no haberla formulado en un inicio.

– ¿A cuál de todos nos hablas, Hawks? – ¿"Nos"? – ¿Padre, hijo o hermano? – ¡¿Qué diablos estaba balbuceando?!

– ¡¿De qué estás hablando?! – ¿Con qué clase de artimaña intentaba manipularnos?

– Esa no es forma de referirte a tu hermano mayor. – ¿"Hermano mayor"?

¡¿Qué?!

Mis únicos hermanos son Fuyumi y Natsuo, ¿a quién... ?

¡No, ni se le ocurra manchar el nombre de Touya!

– Eras un enano cuando pasó, – girándose hacia mí, y no negaré que un incómodo escalofrío recorrió mi cuerpo en cuanto las similitudes con mi fallecido hermano, pese a las laceraciones en su piel, eran considerables. – además, nunca nos presentaron apropiadamente. – Imágenes difusas de un niño, apartado del resto divagaban en mi memoria, cuyo don era...

No...

¡No puede ser!

– ¡Tú no er–!

– ¡¿"Touya"?! ¡Lamento decepcionarte, pero así es como se ve un experimento fallido! – Lanzando unos papeles a mis pies. – ¡Mira Shoto, tu padre iba a matar a su hijo no una, sino dos veces! – Me estaba costando respirar, y la lluvia solo me hizo sentir más vulnerable.

Él no puede ser Touya...

Sin embargo, recabando en mi memoria, eso por fin explicaría su presencia en el cementerio a principios de este año.

Solo Si Es Contigo (2da parte) BakTd/TdBkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora