-Ha sido una hermosa vida la que nos ha tocado Lucinda, ¿recuerdas cuando llegamos a New Haven? Recuerdo que era Diciembre y había caído una fuerte nevada días atrás otorgándonos un temporal gélido, pero con tanta luz que tus bellos ojos avellanados simulaban un oliva precioso.
Germán Jr. era un adolescente y por supuesto que estaba enojad por dejar a sus amigos y su vida atrás en la ciudad que lo vio nacer, sin embargo, la oportunidad que teníamos era demasiad buena para rechazarla, tendríamos nuestra casa de ensueño y ambos tendríamos trabajo en la escuela del pueblo: tu como maestra y yo como intendente, dándonos el tiempo suficiente para que por las tardes pudieras dedicarte a atener a Germán y yo a atender la ferretería con servicio de plomería y electricidad.
Y lo hicimos, por años salimos adelante, tanto que mi pequeño negocio fue creciendo de tal manera que tuvimos que emplear a varios de los chicos que iban saliendo de la preparatoria para que lo trabajaran por las mañanas que era cuando yo no lo podía atender.
¿recuerdas el día en que los Soto se mudaron frente a nuestra casa? Ese momento en que Mafesita se bajó del auto cambió la vida de nuestro hijo, estaba que babeaba por ella y como no hacerlo si era una jovencita hermosa. De inmediato, Germán dejó lo que hacía y se ofreció a ayudar a nuestros nuevos vecinos con su mudanza; era una cálida mañana de verano, yo salí camino a la ferretería y tú a la casa de enfrente con una jarra de limonada y vasos suficientes para las personas que acarreaban cajas y muebles del camión al interior de la casa.
Lo rápido que pasa el tiempo ¿no lo crees? En un abrir y cerrar de ojos Germán se fue a la universidad prometiendo volver por Mafesita y lo hizo, regresó convertido en todo un hombre de negocios con un anillo de compromiso y el dinero suficiente para una boda. Me sorprendió en sobremanera que ya tuviera una casa y más en la ciudad en la que vivirían Nueva York, pero al escucharlo hablar de su trabajo como corredor de bolsa y todos los planes que tenía para comenzar su vida con la mujer de sus sueños solo pude felicitarlo y decirle lo orgulloso que me hacía verlo realizar sueños, aunque eso implicaba que tanto tu como yo quedáramos fuera de ese esquema. Poco a poco fue teniendo todo lo que deseaba, una carrera prometedora, con una esposa maravillosa, habitando una casa de ensueño, solo les faltaba un hijo, y ahí es donde después de años de buscarlo la encontraron, Daniela, nuestra nieta llegó para alegrar sus días y también los nuestros aunque solo la viéramos de vez en cuando, pero aun así no parábamos de consentirla y más al ver que con cada año que pasaba ella se convertía en tu viva imagen, tiene tus mismos ojos, ojos que me encantaría poder volver a ver.
Me habría encantado que pudiéramos haber pasado más tiempo con ella cuando niña, eso de verla solo para acción de gracias o navidad fue muy poco, aun así, hicimos nuestro mejor trabajo de abuelos consintiéndola a mas no poder. Además, en su ausencia tuvimos un par de ángeles que pudimos consentir.
En mi mente está grabado el día en que ese par de pequeñas se bajaron del auto de sus padres y corrían por todo el patio de la casa de a lado, se veían tan pequeñas que lo último que pensé es que Poché fuera más grande que Danielita, simplemente son chaparritas.
Ellas han sido nuestras nietas, por eso al momento de retirarnos de nuestros trabajos en la escuela se me hizo sencillo volver nuestra gran casa en un B&B (bed and breakfast) dándonos la oportunidad de mantenernos ocupados y poder darle amor a más personas como lo hicimos con ellas, porque a decir verdad el día en que ambas se fueron a la universidad mi corazón se partió un poco y después, bueno tu sabes lo que pasó después, tu partida destrozó mi corazón y un par de días después los Garzón fallecieron en un accidente automovilístico y mi afligido corazón terminó por deshacerse. Todos nuestros conocidos estuvieron para los funerales, pero yo solo pude pensar en el par de las no tan pequeñas Garzón y su futuro. Tú te fuiste, pero ellas llegaron, Valentina estaba a mitad de la carrera de Gastronomía y Poché había acabado administración de empresas y tenía un buen trabajo en el que acababa de empezar. Pensaban vender la casa de sus padres para pagar la carrera de Vale y hacer sus vidas lejos de aquí pero no podía perderlas, no a ellas también, así que les ofrecí convertir la planta baja de su casa en un restaurante que sirviera a los huéspedes del B&B, Poché se encargaría de administrar tanto el hotel como el restaurante y yo solo me haría cargo de algunas cosas pequeñas como la jardinería y mantener las instalaciones impecables, ayudaría a Vale a terminar su carrera y una vez concluida la cocina del restaurante seria toda suya, pero la muy terca dijo "estudiare hasta que las remodelaciones acaben y me hare cargo, no los dejare solos, me fui dos años y mis padres y abuela ya no están, no me quiero perder más tiempo contigo abuelo" y así fue que las dos han estado a mi lado los últimos tres años.
La última vez que vi a Germán, Mafe y Danielita fue en tu funeral, al parecer era solo a ti a quien querían.
-Abuelo es hora de irnos, se hace tarde y cada vez está más frio para ti- María José se acerca al anciano ayudándolo a levantarse de la banca que se había colocado junto a la sepultura de su esposa, ayudándolo a acercarse a la lápida.
-Sé que me queda poco tiempo en esta tierra, falta poco para reunirnos amor mío, solo desearía irme después de ver a Danielita, saber que se encuentra bien y dejarla en buenas manos.
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Nuevas oportunidades
Fanfiction-te quise desde siempre, sin temores y sin dudas, pero tu no estabas lista para mi y no se si ahora después de todo lo estés. una historia donde el amor triunfa