Capítulo XXXV Un verano para recordar.

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En mi defensa de la hora, mi uso horario es con Los Ángeles así que en mi rancho aun es viernes.

Lo siento pero he tenido días malos.

A esta historia solo le queda el epílogo, pero no les voy a mentir, no tengo idea de para cuando vaya a estar listo.

Disfruten del final.

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-Ahora si me vas a explicar que está pasando-Kim entra a la habitación de Daniela sin tocar y la encuentra enfundada en jeans y playera terminando de peinar su cabellera- el hecho de que llegáramos en la madrugada te libró de mi escrutinio pero claramente vi tus ojitos hinchados y rojos signo de que lloraste y de una forma brutal, a mí no me vas a engañar Daniela Calle, son demasiados los años de amistad como para que me comiences a ocultar cosas, así que comienza- se sienta en la cama con su taza de café en la mano.

-Buenos días Kim- Daniela se sienta junto a ella- ¿durmieron bien?

-Buenos días, excelentemente bien, gracias por tu hospitalidad, ahora responde ¿Qué fue lo que te pasó? ¿fue María José? ¿acaso tengo que ir a golpearla?

-María José tiene unas gemelas-suelta de una dejando a su amiga sin palabras- así me quedé yo cuando la vi en el aeropuerto recogiéndonos a mi hijo y a mí.

- ¡no!

-Si-suspira- Max le pidió que fuera por nosotros al aeropuerto y mis padres creyeron que sería buena idea darme esa sorpresa en un lugar público así no haría un escándalo.

-Inteligente de su parte ¿Cómo te fue con ella? ¿Qué dice su pareja sobre Max? ¿Cómo tomó el pequeño la noticia?

-Max está feliz, no las quiere dejar solas ni un solo momento, apenas es el segundo día que estamos aquí y Poché ya me envió un sinfín de fotografías de Max con las niñas de esta mañana y apenas son las nueve.

- ¿Cómo están las cosas entre ustedes?

-Digamos que es una situación complicada por decir lo mínimo.

- ¿por?

-Anoche la ayudé a bañar a las niñas en lo que Vale bañaba a Max y Luna, todo iba perfecto ella estaba ordenando todo para poder bañarlas mientras yo comenzaba a quitarles su ropa-suspira- al quitarles el pantalón a ambas pude ver la misma marca de nacimiento en la pierna izquierda que tuvo Max y que tuve yo en las dos niñas.

-Son tuyas- dice en un susurro para sí misma.

-Ella lo logró sin mí y yo me desmoroné en ese momento- sus ojos comenzaron a cristalizarse.

-Dany no, no quiero que te pongas mal-Kim la abraza y su amiga comienza a sollozar.

-Su sueño de ser madre se hizo realidad, mientras que el mío de cuidarla de la misma forma en que ella me cuidó cuando yo estuve embarazada de Max se perdió para siempre.

-No te tortures Dany, ahora solo hay que pensar en lo que viene, no en lo que ya pasó.

-Ella dijo lo mismo, no quiere que me preocupe por nada, pero ¿cómo no hacerlo? Tengo dos hijas, dos hermosas hijas que por mi estupidez no pude ver nacer, que ahora que sé de su existencia me estoy replanteando todos los planes que tenía para el final del verano y el regreso a la vida.

-Daniela los planes pueden cambiar, lo importante es estar juntos y felices.

-Yo ya tenía todo perfectamente organizado: tendríamos un verano espectacular, regresaríamos a Nueva York, Max entraría a la escuela y yo continuaría con el trabajo de la fundación y viviríamos una hermosa vida donde New Haven sería nuestro lugar de vacaciones donde él podría ver a su madre y yo relajarme en esta casa, pero ahora...

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