Capítulo XXXI búsqueda y rescate

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-Villalobos-el agente contesta su celular desde su manos libres que se encontraba en su oreja ya que se encontraba metido entre papeles en su oficina y no le daba tiempo de contestar directo en el teléfono.

-Lo encontré Villalobos-la voz del otro lado se notaba en extrema alegría- después de tres años di con él, pero hay demasiada seguridad es por eso que antes de contactar a sus madres preferí hacerlo con usted para que juntos podamos idear la mejor manera de rescatarlo sin poner en peligro su vida.

- ¿detective Jones es usted? -pregunta Villalobos al alcanzar su celular y ver el nombre del detective en pantalla.

-Si soy yo, lo siento si por la emoción no me presente adecuadamente, pero este caso es demasiado cercano al corazón y es por eso que siento que acabo de encontrar a mi propio nieto después de tanto buscarlo.

-Bien, necesito que me envíe su ubicación, mañana mismo puedo encontrarme con usted y junto a un grupo de mis agentes comenzar a preparar el rescate.

Y tal cual lo prometió, al día siguiente un camión de la compañía de cable se instalaba a las afueras de la casa que el detective ocupaba. El agente Villalobos y un par más bajaron y mientras el par de agentes se quedaba en la acera revisando la instalación en uno de los postes, Villalobos fue a encontrarse con Jones para que le diera toda la información que había recabado del pequeño Max.

-Entonces ¿Cómo dio con ellos?

-No fue tarea fácil, pero en este negocio hay que seguir el dinero, alguien tenía que equivocarse y ahí estaría yo para recoger el camino de migajas hasta la fuente principal- hace una pausa para darle un trago a la taza de café que se había preparado para acompañar al agente- cuando estuvimos cautivos memoricé el nombre de algunos empleados de confianza, cuando desapareció el pequeño Max revisé el nombre de cada persona que se tenía como sospechoso por lo que me dedique a investigar a cada uno de los agentes corruptos y a los miembros del cartel, encontré a sus familias y aunque la mayoría recibían depósitos de cuentas en el extranjero, hubo una anciana, abuela de uno de los chicos del cartel, que recibía su dinero por medio de un giro lo cual facilitó mi trabajo ya que cuando encontré de donde venía el dinero me dirigí hacia acá, me instalé y me dedique a observar hasta que un día estando cargando gasolina en una estación a las afueras del pueblo vi como dos camionetas blindadas entraban a cargar y en una de ellas iba nuestro viejo conocido Mario Ruiz, tomé las placas y con ayuda de uno de mis muchachos experto en hackear sistemas pudimos acceder a las cámaras de seguridad de la policía y logramos encontrar el lugar donde las camionetas eran estacionadas, comenzamos a explorar el área con drones muy pequeños y logramos encontrar la casa de seguridad de Jack Jones.

- ¿y el niño? ¿está a salvo?

-Al parecer Jack Jones es un buen padre, el niño se ve feliz, corre por el patio, juega con los guardias y con su padre, eso sí es muy raro que esté fuera o sin supervisión, por eso me tardé en contactarlo, no había logrado obtener imágenes de él hasta hace unos días.

-Eso quiere decir que Jones no confía ni en su propia casa de seguridad.

-Y es por eso que será muy difícil poder sacarlo de ahí.

- ¿lo tiene vigilado? -el detective asiente- bien ¿tenemos conocimiento de algún momento en que tanto Jack como Max hayan abandonado la casa de seguridad?

-Ninguno, al menos no en la última semana que lo hemos vigilado.

-Entonces nos tocará esperar con tranquilidad y sobre todo mandar a mis agentes encubiertos al pueblo, pondremos a alguien en el hospital, otra persona más en la gasolinera donde los vio cargar y por último un par de manos en el sistema de limpieza del centro de la ciudad. Todos son agentes novatos por lo que nos estamos asegurando de que no les parezcan conocidos a Ruiz y el resto de personal que estuvo en la DEA.

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