Nuevas oportunidades

Capítulo XXX retazos de una familia rota.

-Germán ¿estás ahí? -la voz susurrante de Max se hace presente en la oscura habitación debido a que había despertado a mitad de la noche.

-Aquí estoy Max, siempre estoy contigo, aunque no me veas o escuches, siempre voy a tu lado.

-Gracias por ser mi mejor amigo Germán, me haces sentir seguro a pesar del sueño que tuve.

- ¿Qué fue lo que sonaste Max?

-Más que sueño creo que fue un recuerdo de mi vida con mis mamis.

- ¿me lo quieres contar?

-Mis mamis y otras personas me cantaban el cumpleaños feliz, yo soplaba las velas y pedía por un hermanito.

- ¿no crees que ese sueño llegó porque ayer te recordó tu padre que mañana es tu cumpleaños?

-No Germán, en mi sueño estaban ellas, las vi como hace mucho no lo hacía, además pude sentir el calorcito que su amor me daba.

- ¿entonces fue un buen sueño?

-Todo iba muy bien, hasta que apareció él y me alejó de ellas- lágrimas comienzan a escurrir por sus mejillas- y desperté pensando que era una pesadilla y que estaba con ellas, pero no, de eso ya han pasado años y creo que mi papá tiene razón y ellas no me quieren y se olvidaron de mi- los sollozos se incrementaron y el pequeño sufría en desmedida por pensar en que sus madres se habían olvidado de él.

-Tus madres no han dejado de amarte, de extrañarte y de hacer todo lo que esté a su alcance para encontrarte. Tengo que decirte algo muy importante Max y necesito que dejes de llorar para que escuches con atención –el pequeño comienza a controlarse debido a la petición de su amigo imaginario- pronto yo voy a dejar de acompañarte.

-Pero dijiste que siempre estarías conmigo, aunque yo no pudiera verte ni oírte ¿hice algo mal para que tú también me abandones?

-Algunos años atrás te dije que te cuidaría y protegería hasta el día en que volvieras a los brazos de tus madres, eso está muy próximo a suceder.

- ¿de verdad?

-Así es, solo necesito que recuerdes muy bien lo siguiente "todos los Calle somos alérgicos a los pistaches", sabrás muy bien qué hacer con esa información.

-Pistaches, anotado.

-Ahora duerme de nuevo pequeño, feliz sexto cumpleaños Germán Maximiliano Calle Garzón.

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Eran las ocho de la mañana, una taza de humeante café se encontraba sobre la mesa del comedor, por el gran ventanal entraban los rayos de sol que buscaban la forma de iluminar el espacio a pesar de los grandes rascacielos entre los cuales se encontraba el departamento de Daniela Calle. Ella se encontraba completamente concentrada en su primera actividad del día que comprendía en escribirle una carta de feliz cumpleaños a Max, el resto del día se iría en realizar actividades donde ella y su hijo disfrutarían por lo que tenía su día dividido entre visitar perros en adopción y ayudarlos a encontrar un hogar, llevar algunos regalos a un orfanato, pasear por central park y terminar el día en casa de Kim pasando un buen rato con Emi y Salva. La vida no era sencilla, sin embargo, la esperanza de que su hijo regresara la mantenía en pie, eso y las sesiones de terapia que sus padres en un inicio forzaron a que tomara y que después las ha tomado por decisión propia.

Querido Max:

Feliz cumpleaños #6 mi amor. Esta es la tercera carta que tengo que escribirte porque estamos separados en esta fecha tan especial y el dolor que siento por tu ausencia sigue como si no hubiera pasado un solo día desde tu desaparición. Recuerdo que la primera carta la hice más que nada obligándome a cumplir una tarea que mi terapeuta me estaba dejando dentro de mi tratamiento a la depresión que me vino después de tu secuestro y de la separación con tu madre. Aunque no lo creas estas cartas me permiten contarte un poco de lo que es mi vida sin ti, he aprendido a vivir y disfrutar de las cosas a pesar de que no estés, de igual forma muchas de las actividades que hago son pensando en si a ti te agradaría hacerlo conmigo. Hoy por ejemplo he preparado varias actividades a realizar en honor a tu cumpleaños, lo disfrutaré y celebraré tu vida para que estés donde estés sientas mi amor llegar hasta ti.