Nuevas oportunidades

Capítulo VIII Noticias inesperadas

Después de escuchar a Lala confirmar su embarazo, todo se veía como fuera de la realidad, podía escuchar a Lala y Poché hablando sobre el tiempo de embarazo, medidas del feto, cuidados a tener debido a la anemia que tenía, medicamentos y suplementos a tomar y sin embargo ella no podía emitir sonido alguno, se limitaba a asentir o negar con movimientos de cabeza, su estado de shock era lo único que le permitía.

El regreso al B&B se hizo en silencio, Daniela continuaba perdida en sus pensamientos, tanto así que no se dio cuenta de que habían llegado a lo que ahora llamaba hogar.

Lala se había bajado del auto, no sin antes recibir de Poché la petición de guardar el secreto hasta que Calle hablara con el abuelo, respondiendo con un gesto en el que simulaba cerrar su boca con un candado.

Transcurrieron cerca de treinta minutos en los que Poché se limitó a observar a Daniela pensando en las formas de brindarle su apoyo, hasta que se armó de valor para poder sacarla de su estado de shock y hacer algo que cambiaría el curso de su vida para siempre.

-Daniela Calle escúchame bien- tomó la barbilla de la castaña para colocarlas frente a frente- no estás sola, me tienes a mí, al abuelo y a los chicos. Sé que no es lo que tenías planeado, mucho menos después de lo que les hizo Jack y el tipo de calaña que resultó ser, pero ese bebé es tuyo, estoy segura de que serás una gran madre y con el apoyo de todos nosotros saldrás adelante. Por ahora hagamos lo siguiente: aprovechemos que el abuelo y Vale aun no regresan del panteón y movamos tus maletas a mi habitación, ahí te quedaras hasta que los señores Villa se vayan y puedas regresar al ático, aunque pensándolo bien, esas escaleras son peligrosas si tomamos en consideración los mareos y desmayos que podrías sufrir-dice más para ella que para la castaña y después de un par de segundos de pensar da su resolución- decidido te quedas con mi habitación y yo me mudo al ático.

-Poché

-Poché nada, déjame terminar. Necesitas llevar una dieta especial por lo que le daré indicaciones a Valentina, le diré que es por tu anemia ya tu encontraras el momento para dar la noticia. No podrás hacer esfuerzos con el abuelo por lo que voy a buscar de nuevo a algún enfermero que venga a ayudarnos. Mi cuarto es lo suficientemente amplio para poder colocar una cuna, en caso de que te quedes con nosotros hasta que bebecín haya nacido. Sé que no estaba en tus planes ser madre, pero ya no se puede hacer nada más, el tiempo para abortar ya pasó y no es como si pudiéramos regresarlo por donde vino.

-Gracias- un suspiro acompañado de lágrimas invaden a la castaña- no sé qué haría sin ti, el miedo me tiene paralizada y no había penado en nada de lo que tú me estás hablando.

Con cuidado bajaron del auto y se dirigieron a la parte alta del restaurante, tomaron sus pertenencias y las mudaron a la habitación de Poché, habitación que después de muchos años pisaba de nuevo, la cama era amplia, los rayos de luz exterior se colaban por unas persianas abiertas, de repente los cielos se habían nublado de tal forma que anunciaban claramente una tormenta aproximarse. La decoración era mínima, un par de muebles para guardar ropa y sobre ellos algunos portarretratos con imágenes de Poché con sus padres y hermana, pero fue la imagen de una vieja polaroid donde se veía a una Poché de brackets y lentes, con gorra y traje de baño saliendo del lago que visitaban en verano y en el espacio en blanco la leyenda "te amo Poché". Daniela no se pudo resistir y la tomó cuidadosamente sosteniéndola con un par de dedos solamente, la veía con detalle y a su mente llegaban los recuerdos, recuerdos de un verano maravilloso que compartió con la que consideraba su mejor amiga y que le sembró la idea de querer besar a Poché. De manera inconsciente su dedo índice acarició la imagen de Poché, ella había capturado esa fotografía y se la había dejado dentro de su pantalón como un regalo conmemorando el cierre del verano.