Capítulo XXXIV De regreso a casa parte II

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- ¡MAMI, MAMI! ¡ES HOY, ES HOY! - un emocionado Max brincaba en pijama sobre la cama de su madre a las seis de la mañana- Vamos levántate ya, se nos hará tarde para ir al aeropuerto.

-Germán Maximiliano, son las seis de la mañana, aún tenemos tiempo, nuestro vuelo es a medio día y solo tenemos que estar dos horas antes.

-Lo se mami, pero nos llevará al menos treinta minutos llegar al aeropuerto y hay que bañarnos, desayunar y terminar nuestras maletas.

-Max, hijo, sé que estas emocionado pero las maletas están listas, te bañaste anoche, el desayuno lo podemos comprar en el aeropuerto mientras esperamos el abordaje, lo único que vamos a tardar es en el traslado, pero eso ya está solucionado, Fran va a pasar por nosotros a las nueve y nos llevará al aeropuerto para que lleguemos con el tiempo suficiente.

-Está bien mami, tu ganas ¿me puedo acostar un ratito contigo?

-Ven aquí amor-abre las cobijas y recibe a su hijo en brazos quedando arrunchaditos por lo que minutos después ambos duermen plácidamente hasta que su sueño es interrumpido por la alarma de Daniela que les avisaba que eran las ocho de la mañana y que era tiempo de levantarse.

El trafico al aeropuerto era lo normal para un viernes al medio día, las terminales estaban llenas de personas que corrían de un lado al otro para evitar perder sus vuelos y de otras tantas que caminaban tranquilas debido a que llevaban un colchón de ventaja. Daniela y Max desayunaban en una sucursal de IHOP que estaba dentro del aeropuerto, ya habían documentado sus maletas y hecho el registro de su vuelo, tenían sus pases de abordar con la sala donde su avión despegaría por lo que no se preocuparon por el tiempo ya que tenían lo suficiente para desayunar cómodamente.

Cuando el reloj marcó las once y cuarto ambos se levantaron, pasaron al sanitario y se dirigieron a la sala de espera, el abordaje comenzó doce menos un cuarto y aunque su vuelo estaba programado para salir justo a las doce, terminó despegando a las doce con treinta por lo que la castaña avisó a sus padres del posible retraso que tendría el vuelo, además de que les llevaría tiempo recoger maletas por lo que no quería hacerlos esperar de más y les avisaría en cuanto estuvieran en la banda recibiendo su equipaje.

El vuelo transcurrió en completa tranquilidad, Max y Daniela vieron una película durante el trayecto por lo que su percepción del tiempo de vuelo quedó en nada. Al bajar del avión y colocarse en la banda esperando su equipaje, Daniela envió un audio a sus padres avisando de su llegada recibiendo un "su carro les espera a la salida, los amamos".

-Mami ¡ahí están nuestras maletas! - gritó Max al ver su maleta de súper héroes y la maleta en color morado de su madre- vamos, vamos, no hay que perderlas, ya quiero ver a mamá.

-Calma Max, las maletas van a llegar hasta nosotros-un par de minutos después ambos arrastraban por el pasillo central del aeropuerto sus maletas mientras caminaban de la mano un poco más rápido de lo que Daniela quisiera.

- ¡Mamá! - gritó Max soltando su agarre de la mano de Daniela y dejando su maleta tirada en el piso, corrió hacia la pelinegra que se agachaba para tomarlo en brazos y apretarlo a su pecho tratando de recobrar el tiempo perdido- te extrañé mucho mamá.

-Y yo mucho más mi amor- responde Poché depositando besos por toda la cara del pequeño- ¿recuerdas la sorpresa que te prometí? - Poché vio cómo su hijo asintió y con él en brazos giró su cuerpo y lo colocó frente a un cochecito doble con dos portabebés donde un par de risueñas niñas los veían- pues aquí está, te presento a tus hermanas Faith y Hope.

A la distancia Daniela observaba la escena completamente anonadada, ahí estaba la mujer de su vida, cargando a su hijo y mostrándole un par de bebés, sintió como su corazón se hacía pedazos, si bien trataba de racionalizar la situación y hacerse a la idea de que ya no existía la posibilidad de un nosotras aun había un poco de esperanza en su corazón, esperanza que terminó siendo eliminada cuando su hijo comenzó a gritar completamente emocionado pidiendo a su madre que lo acompañara.

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