Capítulo XXV Feliz cumpleaños Max

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♫Que los cumpla feliz, feliz, que los vuelva a cumplir, cumplir, que los siga cumpliendo hasta el año tres mil♫ Happy birthday to you, happy birthday to you, happy birthday dear Max, happy birthday to you♫

Familiares y amigos se habían reunido en el patio trasero del B&B para celebrar con una parrillada el cumpleaños número tres del pequeño Max. Era un perfecto día de verano, la frescura proveniente del viento que circulaba por entre los grandes árboles que los rodeaban contrarrestaba el calor que el sol de verano les otorgaba, la palapa que habían mandado construir cumplía la función de protegerlos del intenso sol, pero a su vez permitía que el calor pasara. Por un lado, en el asador se cocinaban panes y carne para hamburguesas, en una mesa contigua se tenían charolas con verduras y aderezos para que cada quien pasara y se sirviera a su gusto. Algunas mesas de picnic adornadas con globos de colores y un par de albercas inflables (una con agua y otra con pelotas) era todo lo que Max había solicitado para su fiesta, ¡oh! y sobre todo la presencia de sus tíos y abuelos.

Como era de esperarse Germán y Mafe fueron los primeros en llegar llevando con ellos no solo un regalo sino varias bolsas con diversos juguetes y disfraces que sabían su nieto iba a adorar, ambos pasaban los días enteros en el B&B jugando con el pequeño mientras sus madres trabajaban, aunque también se daban tiempo para darse sus escapadas y tomar cada cierto tiempo un crucero por diversas partes del mundo, este año se irían pasando acción de gracias, el destino: un crucero por el caribe partiendo de Florida, llegando a Aruba, pasando por las Islas Caimán y las Bahamas, terminando de vuelta en Florida donde pasarían algunos días con sus amigos Sergio y Alexandra, para regresar justo a tiempo de pasar navidad con la familia en New Haven.

Kim, su esposo Sebastián y sus hijos Emilio y Salvador se hospedaban en el B&B y fueron los segundos en estar listos para el festejo. Emi y Max eran los mejores amigos, a pesar de la diferencia de edades (Emi estaba llegando a los cinco) y de la distancia, ambos compartían el gusto por los animales, los disfraces y las albercas, por su parte, Salva tenía escasos seis meses al igual que la nena que Juliana y Abby habían logrado concebir por medio de inseminación artificial, ellas habían llegado después y de inmediato colocaron al par de bebés sobre una manta en el pasto y con una sombrilla de playa cubriéndoles del sol excesivo para así poder dejarlos jugar entre ellos.

Lala, Lucy y Johan fueron los últimos en llegar, ¿la razón? El auto de Lala se averió y la pareja de comprometidos tuvo que ir a recogerla cuando casi llegaban al B&B. Max y la doctora habían desarrollado una complicidad tal que, a pesar de no verse todos los días, cada que lo hacían disfrutaban el tiempo al máximo y Lala era la cómplice perfecta para las travesuras del pequeño.

Por su parte Tom y Valentina habían optado por quedarse en el ático, cuando regresaron de su luna de miel no tuvieron corazón para alejarse de su familia. Con las remodelaciones que Poché había hecho, el espacio en el que antes se ubicaba la cuna de Max y todos los muebles de bebé ahora era ocupado por una sala de estar, una gran pantalla plana y un mini bar, lo que generaba una sensación de mini departamento donde ambos se sentían en su propio espacio. De cualquier manera en la segunda planta del restaurante su antigua habitación estaba intacta, además de que había una habitación más desocupada ya que Calle y Poché habían regresado a su antigua habitación y la habitación que el abuelo Germán ocupó hasta el día de su muerte era ahora la del pequeño Max que amaba escuchar historias de su bisabuelo contadas por su abuelo, incluso un par de días antes de su cumpleaños comenzó a nombrar que tenía un nuevo amiguito que se llamaba Germán como él y que todos los días jugaban juntos en el patio lo cual en un inicio alarmó a sus madres, pero después se dieron cuenta de que era normal en niños de su edad tener amigos imaginarios.

-Ahora pide un deseo mi amor-menciona Daniela justo al terminar de cantar el cumpleaños al pequeño dueño de su corazón- y después sopla la vela.

- ¡quiero un hermano! - gritó el pequeño haciendo que los invitados rieran y sus madres se sonrojaran, para después soplar fuertemente apagando de una la vela con forma número tres.

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