Una bella mentira.

CAPÍTULO 8

CHASE

-Si morimos debes saber que me estás empezando a gustar.

-¿Qué? - respondió.

Iba a responderle, pero ahora venía la bajada de la montaña rusa.

-¡Ahhhh! - grité tan alto que los demás se callaron mirándome fijamente y solo se me oía a mí.

Por fin bajamos de esa estúpida atracción, por poco me da un infarto, pero claro, no puedo admitir eso delante de ella, aunque creo que ya lo sabe, es muy lista y se ha dado cuenta, pero tampoco era muy difícil adivinarlo.

-¿Por qué tanto miedo a las montañas rusas? - pregunta inocentemente creyendo que le voy a responder, pero no.

-No me dan miedo - me defiendo haciéndole reír - No sé a qué te hace tanta gracia.

-Chase, acepta que te da miedo, no es malo.

-No, no me dan miedo.

-¿Qué tienes cinco añitos o qué? - dice un poco indignada colocando sus puños en la cadera.

Mmmm.....Me gusta esa pose.

Tienes menos de cinco años diría yo.

¡Eh! Para tu información si yo tengo menos de cinco años tu también los tienes porque eres mi conciencia.

-Puede - acabo respondiendo haciéndola enfadar más.

-Mira, Chase idiota Jones, ¡te dan miedo! ¡admítelo!

-Tengo orgullo ¿sabes?

-No es nada malo.

-No estoy diciendo que lo sea.

Se gira, me mira y...

-Ugh, a veces eres insoportable.

Cuando termina vuelve a girarse y se dirige hacia la atracción de agua.

-¿Estas enfadada? - inquiero cuando veo que no me habla.

-No - responde secamente.

-Sí lo estas.

-No lo estoy.

-Sí.

-No.

-Sí.

-No.

-Sí.

-¡Qué no! Pero como sigas así sí me voy a enfadar.

-¿Qué te pasa entonces?

-Nada, Chase.

-Algo te molesta.

-Me molesta que me mientas. A ver, se ve más claro que el agua que te dan miedo, la cuestión es que no me lo has dicho, he tenido que deducirlo yo, tampoco era difícil, pero, bueno, que esa no es la cuestión.

-Esta bien, ya no te miento ¿contenta? – ella asiente feliz y continúa andando.

Al final nos montamos en la atracción de agua, que era también un poco alta, pero no tanto como la otra. Hemos acabado un poco mojados, pero ¿qué se le va a hacer? en el cartel nos avisa que puede que nos mojemos y que la atracción es de agua, creo que ya se podía deducir el que saliésemos mojados.

Nos dieron las dos y media de la tarde montándonos en atracciones, a esa hora ya teníamos mucha hambre, así que ahora nos encontramos buscando un restaurante vacío.

¡Bingo! Hemos dado con uno. Se llama Casa del Sol.

La comida estaba muy buena, hay que decirlo. Tras haber almorzado nos dirigimos a ver un espectáculo que en el folleto pone que empieza dentro de quince minutos.