Una bella mentira.

ESPECIAL NAVIDAD

HACE 15 AÑOS.....

Kim

Navidad, época del año en el que la familia la pasa juntos. En nuestra familia no, mi marido casi nunca la pasa con nosotros. Siempre suele llegar a casa el 26 de diciembre, supuestamente esta trabajando, aunque no le creo.

Chase es un niño muy alegre, se parece a su padre, cuando lo conocí también era muy alegre, al igual que Chase. Sin embargo ahora es todo lo contrario, menos cuando esta con su hijo, siempre está feliz con el, pero cuando esta conmigo, este no es el hombre del que yo me enamoré.

Nuestro matrimonio es diferente al de los demás, pero tampoco es malo, o eso quiero creer yo.

Chase adora a su padre, dice que quiere ser como el en un futuro. Cuando están juntos no hay quienes los separen a estos dos.

-Mami - escucho que me llama una vocecita que claramente reconozco muy rápidamente.

-Hola principito - lo cojo y lo lleno de besos por la cara.

-Mami, para - se queja, siempre lo ha hecho cuando le doy muchos besos, no le gusta, pero yo sigo haciéndolo igual.

-¿Qué te pasa mi niño hermoso? - lo bajo y él me lo agradece.

-¿Papi va a trabajar hoy también? - que inocente es el pobre, su padre siempre tiene que trabajar en las fiestas, aunque él sigue con la esperanza de que se quede, al menos que pase Noche Buena o Navidad con él.

-Sí príncipe, mira ahí esta, ve con él - señalo a su padre, acaba de despertarse.

-¡Papiiii! - grita corriendo hacia él.

-Mi príncipe, buenos días - lo aupa y le da un beso.

-¿Te quedarás esta noche y mañana?

-No, perdón pequeño pero tengo que trabajar.

Cuando afirma lo que ya yo le había dicho se quiere soltar de su papá. Esta triste, lo sé, lo veo en su carita, aunque sé que no quiere que el padre le vea triste, pero, soy su madre, lo conozco como a la palma de mi mano.

-Pero, mami y yo vamos a cocinar para esta noche.

-Perdón Chase, de verdad.

Ya se ha ido, ha vuelto al trabajo, como siempre. Me doy la vuelta para volver a entrar a casa pero me doy cuenta de que Chase no se mueve, se ha quedado parado en frente de la puerta donde se despidió del padre. Que pena me da mi niño, sé que esta muy triste, para él, su padre es todo.

-Chase, mi amor, vamos dentro a preparar la cena - se queda un momento pensando hasta que se mete dentro de casa sin responder y sin mirarme.

-Cariño, espera, cuéntame qué te pasa -él no es de expresar sus sentimientos, le cuesta mucho.

-Nada mami, no te preocupes, vamos a cocinar - dice quitándole importancia al asunto.

Terminamos de cocinar, al final hemos decidido hacer galletas, lo demás ahora lo hago yo. Las hemos decorado y han quedado muy graciosas.

-Ven, enséñalas y se las mando a papi - el me hace caso, coge las galletas y las muestra al móvil para que le tome una foto.

-Le vamos a guardar dos ¿vale?

-Vale, ahora tenemos que recoger la cocina, la hemos dejado hecha un desastre.

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-¡Feliz Navidad mi príncipe! - grito entusiasmada abrazándolo.

-¡Feliz Navidad mami!

Al poco rato se quedó profundamente dormido. Esta ha sido otra Navidad más solos él y yo.