Una bella mentira.

EPÍLOGO

8 años después...

Charlotte

Hoy es el cumpleaños de mi hijo, cumple ocho años, cómo pasa el tiempo. Ryan y yo le estamos organizando una fiesta ya que ya no solo vamos a ser la familia, sino sus amigos también.

-Abby, princesa, dame el globo - le pide su padre a mi hija.

Mi segunda hija se llama Abigail, pero la solemos llamar Abby, es una pequeña copia mía, sobre todo mis rasgos físicos, pero de carácter también es muy parecida, solo que tienes cosas de su padre. Tiene tres años, pero parece toda una vieja hablando.

-Mami, papi, ¿sabíais que si frotamos el globo con lana y lo acercamos a una pajita se queda como que pegado?

-Niña tú ahora no tienes que estar pensando en eso, sino en jugar - dice el padre divertido y sorprendido por lo que le acaba de contar. Ella resopla y se va a jugar con su hermano.

-No parece de su edad - digo riendo, es tan mona cuando se pone a hablar como si fuese más grande.

-Es como tú de inteligente - dice rodeándome por detrás. Yo apoyo mi cabeza sobre su hombro y lo miro a esos preciosos ojos.

-Mis niños están creciendo tan rápido - digo con un tono de voz triste.

-La solución es tener más bebés - parece que no se da por vencido, porque sigue diciéndome de tener más hijos.

-No, va a ser que no - el ríe y me besa.

-Te amo - me susurra a los labios.

-Y yo a ti.

Ya ha llegado la hora del cumpleaños. Todos los niños llegan con sus padres.

-Didi - llama mi hija a su hermano.

-¿Qué te pasa Abby?

-Tus compañeros de clase han llegado - le informa.

-Venga, vamos a saludar - su hermano la coge y la lleva hacia la entrada para ir saludando a todos los niños y padres.

Los niños van pasando, son unos veinte, más los hermanos, unos treinta.

Voy hacia el jardín del local que hemos alquilado y hablo un poco con las madres hasta que mi pequeño angelito me llama.

-Mami, mami - ella tira de mi vestido.

-¿Qué te pasa amor?

-Hay un hombre en la puerta que se ha quedado en shock - vaya palabras que utiliza esta niña con tan solo tres años recién cumplidos.

-Voy a ver qué pasa - les digo a las madres.

-Dylan, ¿qué pasa? - pregunto llegando hacia la entrada. Él no responde, solo me señala a un hombre.

Levanto la mirada y lo miro fijamente. NO.ME.LO.PUEDO.CREER.

-Chase.

-Carlota.

Decimos los dos a la vez.

-¿Carlota? - pregunta mi hijo.

-Dylan cielo, lleva a tu hermana dentro y avísale a papá que voy a salir un momento.

-Vamos Abby - su hermano le tiende la mano para que se la coja pero ella niega con su pequeña cabeza.

-Mami ¡quiero a mami! - grita ella.

-Princesita, mami va a hablar un momento con ese hombre, vete con Didi.

-¿Quién es ese hombre? - pregunta.