Una bella mentira.

CAPÍTULO 15

"Mira las estrellas. Los grandes reyes del pasado nos miran desde las estrellas así que, cuando te sientas solo, recuerda que esos reyes siempre estarán ahí para guiarte. Y yo también"
-El  Rey León-

"Si te centras en lo que dejas atrás, no podrás ver lo que tienes delante"
-Ratatouille-

Chase

Nervios, eso es lo que estoy sintiendo ahora mismo, ya es Navidad, por lo que he de volver a casa. La última vez que hablé con ellos fue para informarles de que me iba, y más bien no hablamos, nos chillamos. Pero, tengo que volver, aunque no sea de mi agrado, le prometí a Harry estar siempre a su lado en Navidad. Y yo siempre cumplo mis promesas.
Ele vuelo sale en unas horas, así que debo preparar la maleta, aunque no me voy a llevar muchas cosas porque planeo volver para antes de Año nuevo.

El vuelo fue largo, no fue de esos cortos de una hora pero, una vez llegado a mi destino bajo del avión y recojo mi maleta.
Cojo un taxi y voy directo hacia casa, ya visitaré a mis amigos luego, primero tengo que ver a mi personita favorita.
Sigo teniendo las llaves por lo que no me hace falta llamar.

En cuanto llegó al salón me encuentro con el pequeño Harry jugando con sus juguetes y a Thomas y Gabriella mirando una serie de reformas de casas en la televisión.

-¡Feliz Navidad! - digo con entusiasmo para que el pequeño me escuche.

Los primeros en reaccionar son mis padres adoptivos, y después Harry.

-¿Chase? - pregunta Thomas sin creérselo.

-Hola - respondo tímidamente, la última vez que estuve aquí me dijeron que si me iba que no volviera, por lo que no se si quieren que me quede o que me vaya.

-¡Has vuelto a casa por Navidad! - chilla mi madre adoptiva viniendo hacia mi a abrazarme.

-Se lo prometí a mi pequeño - digo acercándome a él y cogiéndolo en brazos.

-Te quiro- me dice dándome un besito de los suyos en la nariz, lo cual me hace reír.

-Si queréis que me vaya, puedo entenderlo- hablo antes de que me echen.

- No, no, quédate, esta sigue siendo tu casa, Chase - responde rápidamente Thomas.

Yo solo asiento y me subo a mi antiguo dormitorio en donde están mis cosas. Dejo la maleta y bajo a jugar con Harry.

Este niño es de las mejores cosas que me  han pasado en la vida, el me dio luz cuando la necesité.

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Son las seis de la tarde y he decidió visitar a mis amigos, Simón, Zack y Denny. Sé que he estado desaparecido durante mucho tiempo pero, los extraño, ellos siempre van a ser mis mejores amigos.

Llamo a la casa de Simón, el abre sin preguntar quién ha llamado, como hace siempre, y cuando me ve se queda quieto durante unos segundos hasta que reacciona y me da una torta en la mejilla, he de decir que me lo merezco, pero aun así, ha dolido.

-¡Auch! - digo tocándome mi mejilla.

-Te lo mereces idiota, no has llamado ni respondido a los mensajes, creí que te había pasado algo - dice excusándose por haberme pegado.