Lágrimas derramadas.

28 8 1
                                    

Rubius fue a abrir la puerta mientras yo guardaba todos los papeles y toda la ropa que tenía escampada.

Av: -Toca a la puerta.- ¿Se puede?

Neka: Si, claro, pasa.

Entró con un tinte, ropa y zapatos.

Av: ¿Preparada?

Neka: Siempre.
[...]
Me puso unas californianas rosas y estuvo mirando mi ropa y yo la suya.

Av: Madre mía tía, ¿como te metes eso? Con mi pandero estás que me puedo meter esto.

Neka: Jaja que va, si estás genial, con tus curvas y eso.

Av: ¿Cómo conseguiste estar así?

Me quedé parada mirando un vestido.

Av: Neka.

Tenía una ganas impresionantes de contarle todo, mi pasado, mis secretos y todo sobre mi enfermedad, con ella me sentía diferente como... Si no la conociera de medio dia...como si la conociera de siempre...
Me dí la vuelta, le cogí del brazo y la senté en la cama, puse mis manos en mis rodillas y las apreté fuerte mientras unas lágrimas caían de repente, si saber porque le conté todo, mi pasado, mi enfermedad...

Av: ¿Y por qué no se lo cuentas a todos estos? Ellos te pueden ayudar.

Neka: No, porque es la primera ves que me siento... Normal... Es la primera vez que no esta todo el mundo pendiente de si como si no como, si engordo, si adelgazo... Me siento bien, como una persona comporta cualquiera.

Av: Entiendo... Bueno, pues en ese caso yo seré como una tumba. Anda, vamos a ponernos divinas.

Neka: Esta bien.

Av se dirigió a mi armario y se puso a ver pantalones, camisas, vestidos...

Av: ¿Que te parece esto?

Después de rebuscar entre mi ropa, sacó un corsé color azul cian, unos pitillos vaqueros claros y las cuñas negras que me había comprado.

Av: Me gusta, ¿que te parece?

Neka: Esta precioso.

Ella de puso un vestido violeta a juego con sus mechas y unos tacones negros.
Mi teléfono empezó a sonar.

*Conversación telefónica con Cheeto.*

Cheeto: Neka, ¿estás con Av?

Neka: Si, tranquilo, acabamos de terminar de arreglarnos.

Cheeto: Genial, en diez minutos os tocamos el timbre.

Neka: Vale, hasta ahora.

*Fin de la conversación telefónica con Cheeto.*

Av: ¿Era Cheeto?

Neka: Jajaja si, en diez minutos estas ya.

Av: ¿Me vas a contar ya que hay entre Auron y tu?

Neka: -Me puse roja.- Jajaja es que no tenemos nada...

Av: Ay, que mirada pícara.

Rub: -Abriendo la puerta de repente.- ¿Estáis vestidas? ¡Entro!

Neka: Jajajaja ya te vale.

Rubius se me quedó mirando boquiabierto.

Av: Esta preciosa ¿a que si?

Rub: Y tanto...

El timbre sonó y bajamos todos.
[...]

Llegamos a un bar y empezamos a tomar cervezas, Rubius se había pasado un poco y lo saqué fuera para que le diera un poco el aire.

Neka: ¿Estás bien?

Rub: Si... Algo mareado...

Rubius se apollo en mi hombro mientras yo me sacaba un cigarro.

Rub: ¿Fumas?

Neka: Algo...

Rubius me miró a los ojos y sin pensarlo dos veces me dio un beso. Me quedé con los ojos abiertos de par en par, cuando separó sus labios de los míos, inconscientemente giré la cabeza hacia la entrada del bar, ahí estaba Auron con un cigarro en la mano y mirándonos. Bajó la mirada y se fue hacia el final de la calle.

Neka: -Me levanté corriendo hacia a él.- ¡Auron! Espera.

Auron: -Con lágrimas en los ojos.- ¿Por qué has vuelto? ¿Por él? Si ya lo sabía yo, es que soy un gilipollas.

Neka: No... Auron, se abalanzó y...

Auron: Nekane, tira con él anda, si es mucho mejor que yo.

Se alejó más de mi y mis lagrimas empezaron a deslizarse por mis mejillas.

Neka: A... Auron...

Empecé a correr hacia el.

Neka: ¡Auron!

El no se giró y siguió a dando, cundo llegue hasta a él de nuevo, le toqué el hombro y se giró en seguida.

solo unas vacacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora