Deseando llegar.

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Llegamos a casa tras un viaje agotador y como siempre estaban mis abuelos esperandonos.

Abuena: Nekane, la cena está lista, venir a cenar.

Fuimos las dos a cenar y estuvimos hablando de todo lo que nos pesó mientras mis abuelos escuchaban atentamente. De repente, les conté lo de irme a Madrid.

Abuelo: Está bien, pero con una condición, antes de entrar en el centro estarás un tiempo con nosotros.

Yo me puse muy contenta y acepté su propuesta. Terminé de cenar y lleve el plato a la cocina, subí a mi habitación y miré el móvin. Tenía un montón de mensajes de el grupo y de todos en general. Entre risas y demás, me quedé dormida.
Al día siguiente, me levanté y vi que tenía seis llamadas perdidas de Rubius, por un momento me asusté bastante ya que no era normal que me hubiera llamado tanto, le llamé e inquieta esperé a que me cogiera la llamada.
*Conversación telefónica con Rubius*
Rubius: Neka.

Neka: Rubius, ¿ha pasado algo?

Rubius: No, solo era para que vieras las fotos del grupo a ver si te gustaba el piso que hemos mirado.

Neka: !Y para eso me tienes que llamar tantas veces! Me asusté muchísimo.

Rubius: !Ay! Perdona... No sabía que te ibas a poner así, jo...

Neka: Bueno, voy a ver las fotos, hablamos por whatsapp.

Rubius: Adiós, guapa.

*Fin de la conversación telefónica*
¿Guapa?... Me quedé mirando el móvil unos instantes y me levanté de la cama.
En el escritorio había una caja con papel de regalo y un lazo azul precioso, abrí esa caja y me di cuenta de que era un ordenador portátil azul con mariposas dibujadas. Me emocioné y baje corriendo las escaleras hasta el comedor, cuando iba a darles las gracias a mis abuelos y a mi hermana me di cuenta de que no había nadie. Oí un claxon de un coche que no era de mi abuelo y seguidamente escuché a mis abuelos y a mi hermana llamándome emocionados. Salí al porche, encontré a mi familia con un coche nuevo, color plata y bastante grande, tenía unos acabados muy elegantes, dentro, los asientos tenían fundas de color rojo y verde con los signos de Mario Bros.

Abuelo: -Me estiró la mano y me dio las llaves de ese precioso coche- Toma, hija mía, ponte preciosa y ves a pasártelo de maravilla.

Con lágrimas en los ojos, le di un abrazo a él, a mi abuela y a mi hermana.

Emma: Eeh que conste que yo lo elegí.

Neka: Jajaja muchas gracias enana.

Subí a mi cuarto ha hacer las maletas pero no había ropa en ningún cajón y supuse que mi familia la había echo mi maleta, cogí el ordenador, me vestí con unos pantalones pitillos bancos que me había dejado mi abuela en cima de la cama y una camiseta llena de flores muy veraniega, bajé, me despedí, y envié un mensaje al grupo de los locos.
-"Ey chicos, que ya voy para Madrid, y que voy pisando fuerte."-
Conecté el manos libres, le mandé besos a todos que me estaban despidiendo en la puerta de casa.
Estaba súper nerviosa y emocionada, ne imaginaba todo lo que podíamos hacer durante todas esas vacaciones y todas las risas, quería llegar ya a la casa que sería mía y de mis amigos durante dos meses, bromear con ellos y llevarme genial con todo el mundo.
De repente, mi sonrisa se desvaneció en cuando recordé aquel beso... Y cuando recordé las palabras de Rubius... "guapa" puede que solo sean paranollas o algo así, pero tenía una sensación que me decía que iba a ver algún rocecillo en casa...

solo unas vacacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora