Miradas que matan.

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Me llevaron a muchos sitios, y donde íbamos todo eran risas y mucha alegría.

Me llevaron a un bar a comer y no pararon de pelearse, se picaban unos a otros y me agotaron. Finalmente, volvimos al hotel.

Rubius: Olle, ¿que os parece si vamos a la habitación de Nekane y le damos una sorpresa a su hermana?

Mangel: Venga, y que llore jajaja.

Cheeto: ¡Vamos a hacerle un amboxiin!

Nekane: Jajjaj vale, vale chicos pero tranquilos.

Subimos a mi habitación y estuvimos un rato en el salón hablando y riéndonos.

Nekane: Chicos, mientras viene Emma voy a comprar algo de beber y eso.

Auron: Te acompaño.

Salimos de la habitación y llegamos al ascensor. Auron me miraba y se reía.

Nekane: ¿que pasa? ¿Tengo algo?

Auron: Jajajaj no, no, tranquila. Estás muy guapa, como siempre.

Me puse roja y miré al suelo, esa mirada... Se clavaba en mi... Esos ojos tan bonitos... Puff.

Auron: No te conozco y no se porque pero ya me encantas.

En cuando oí esas palabras alze la cabeza y los miré con los ojos como platos.

Nekane: ¿Te... Te encanto?

Auron: Si, eres muy mona.

Se abrió la puerta y estaba Fran.

Nekane: Buenas noches Fran.

Fran: Buenas noches Nekane.

Auron lo miró con cara de pocos amigos y por un momento se podía cortar con un cuchillo la tensión que había entre esos dos.

Compramos una Coca-Colas, unas patatas y unas pizzas, pagamos y llegamos al hotel, Fran ya no estaba en el recibidor y subimos a la habitación, cuando entramos todos empezaron a chillar y a volverse locos preguntandonos que habíamos hecho y todas esas cosas, de repente, mi hermana abrió la puerta y se encontró con todo el percal.

Nekane: ¡Sorpresa!

solo unas vacacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora