Capítulo 15

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—Bien, chicos, estamos en un lugar distinguido y nos vamos a comportar como corresponde.— comenzó a decir Tom, mientras entraban al lugar y comenzaban a subir hasta la planta superior. —Nada de armas, ni alcohol. John, iremos todos juntos. Cuando salga la potra yo pujaré.

—Aquí todo el mundo va de etiqueta.— susurró Vic, mientras observaba a su alrededor.

—Ya le he dicho al subastador que me interesa, así que sabe que voy a pujar.— siguió diciendo, a la vez que daba una calada a su cigarrillo.

—¿Puedo dar una vuelta para probarla, Tommy?— preguntó Curly, quien se encontraba eufórico.

—Hay que fiarse del veterinario, Curly. Pero tú fíjate bien cuando ande.

Victoria miró hacía atrás para divisar dónde iba Michael, y se dio cuenta de que éste se había parado a observar un cartel. Caminó hacía él y lo agarró de la mano.

—Vamos. O Tommy nos matará.— tiró de él.

Él ojiazul bajó su mirada a sus manos entrelazadas y luego la miró a ella, quién no le prestó atención ya que estaba buscando al pecoso.
Los chicos llegaron hasta la zona donde se pujaba y se colocaron apoyados en la barandilla. Victoria se encontraba en medio de Finn y Michael, ya que había prometido a Polly estar cerca de su hijo.

—¿2.000? ¿2.200?— decía el hombre, que se encontraba mostrando a los caballos. —¿Alguien da más? Adjudicado al señor con el número 54.

—¿Por qué nos mira tanto aquella señora de allí?— inquirió Michael.

—No lo sé. Pero lleva observándonos desde que entramos.— comentó Vic, mientras mantenía firmemente su mirada frente a la de la morena.

—La subasta comienza en 800 guineas.— se escuchó decir al subastador.-

—Esa es la nuestra.— dijo Arthur, frotándose las manos.

—¿900?

Thomas asintió con la cabeza, dándole a entender que sí. La señora de enfrente repitió su gesto y subió a 1.000 guineas.

—¿1.050?— preguntó. —¿Alguien ofrece 1.050?

Tommy y la señora comenzaron a pujar, mientras los presentes miraban expectantes.

—¿1.400?— Tom asintió con la cabeza.

—Esto va a acabar mal.— predijo la pelinegra.

—¿1.600?— La señora asintió levemente con la cabeza. —¿1.700?— Tommy imitó su acción.

—Ya está Tom, tienes que parar.— musitó Vic, pero éste ni la miró.

—No tienes tanto encima.— añadió Arthur.

—Sí lo tengo. Esa potra es mía.

—Es un buen animal, Tom... pero presiento algo malo.— dijo Curly.

—¿2.050?— Tommy asintió con la cabeza, pero la señora se retiró de la puja. —¡Vendido! Al señor...

—Thomas Shelby.— contestó, mirando a la señora.

Todos bajaron hasta la planta inferior, para así poder pagar la potra. Tom entró al despacho, mientras los demás se quedaron fuera.

—¡¿2.050 guineas?!— suspiró Vic, apoyándose en la pared. —A este chico se le está yendo la cabeza.

—Míralo por el lado bueno.— dijo Finn.

—¿Y el lado bueno es...?

—No sé, pero alguno tendrá.— se encogió de hombros.

𝐖𝐈𝐄 (1) | Finn ShelbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora