Narra Victoria:
Los primeros pensamientos que invaden mi mente son: ¿Qué ha pasado? y ¿dónde estoy?
Poco a poco, mis ojos comienzan a abrirse y en poco segundos ya me he acostumbrado a los rayos de sol que entran por la ventana. Me relajo por un instante, al reconocer dónde estoy. La casa de los Shelby.
Me levanto de la cama, aún un poco aturdida y camino hasta el baño. Lo único que necesito ahora mismo es una ducha de agua fría para aclararme. Necesito pensar.
Reconozco que lo que hice ayer fue una de las cosas más estúpidas que he hecho, pero no puedo evitar mi impulsividad.El agua recorre mi cuerpo y lo único que proyecta mi cerebro es la imagen de Abigail.
Estaba tan emocionada por que acabase la inauguración y que llegásemos a casa para leerle su libro favorito, mientras tomábamos chocolate caliente. Y ahora todo eso se ha esfumado. Todo gracias a mi.
Ada tiene razón. Si no me hubiera metido en todo eso, esto no hubiera pasado.Salgo del baño, ya vestida, y me niego a verme en el espejo. Escuchó cómo alguien se dirige hacia la puerta e introduce la llave en ésta.
[...]
La puerta se abre, dejando ver claramente la figura del pecoso. Victoria desvía la mirada. No puede ni mirarlo a la cara. Agarra ambas dagas y las coloca en sus muslos, mientras Finn se acerca a ella.
—Vicki.— Su voz suena dulce y eso hace que su corazón se encoja más. —¿Te encuentras bien?
—Sí, muchas gracias.— dijo rápidamente, aún sin mirarlo.
—Vicki.— Agarra delicadamente su barbilla, obligándola a que lo mire.
En el momento en el que conectaron miradas, la pelinegra no pudo aguantar más y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Se sentía culpable por todo lo que estaba sucediendo, y él lo sabía.
—No es culpa tuya.— La atrajo a su pecho, a la vez que ella escondía la cara en la curvatura de su cuello. —No lo es.
Se aferró más al pecoso. En estos momentos ansiaba tenerlo cerca. Lo necesitaba. Se necesitaban.
Victoria se separó levemente y Finn limpió una lágrima que recorría su mejilla. Besó su frente y ella habló.—Lo siento...— musitó, volviéndolo a mirar. —Lo siento mucho, Finn.
—Escúchame.— Tenía la mano apoyada en su mejilla. —No es tu culpa. Vamos a encontrar a Abigail y todo volverá a ser como antes. ¿Entendido?
Ella no se atrevió a contestar, ya que no estaba muy convencida de ello, por lo que se limitó a asentir con la cabeza.
—Vamos.— entrelazó sus manos y salieron de la habitación.
Caminaron hasta el salón principal, donde se encontraba toda la familia Shelby y algunos más.
—Pero mira quien se digna a aparecer...— rió Ada, quien se encontraba sentada a la mesa, al igual que el resto, con una copa en la mano.
John la fulminó con la mirada y esto pareció ser suficiente para que se callase. Al menos durante un rato.
—Bien.— Tommy comenzó a hablar, mirando directamente a la pelinegra. —Tenemos a nuestros mejores agentes buscándola. La encontráremos.
—¿Y nosotros qué vamos a hacer?
—Como he dicho, ya tenemos a gente que se está encargando de ello.
Rió amargamente. —¿Crees que me voy a quedar aquí sentada de brazos cruzados, mientras mi hermana está en a saber dónde? Estás muy equivocado, Tommy.
Éste vaciló unos segundos, provocando que el ambiente se tensase aún más. Finalmente asintió levemente con la cabeza y volvió a hablar.
—Es lo que hay.— dijo. —No podemos entrar nosotros mismos en su territorio. Estaríamos violando la paz.
—¡¿La paz?!— Se levantó bruscamente de la silla, echándola completamente hacia atrás. —¿Estás intentando vacilarme?— Comenzó a caminar hasta él. —¿De qué puta paz me estás hablando? ¿La misma paz que casi mata a tu mujer?
Tommy tensó la mandíbula. Victoria estaba tocando exactamente los puntos que tenía que tocar para que éste saltara, y ambos lo sabían muy bien.
—¿Te recuerdo que si no me llego a poner delante la hubieran matado?— amenazó. —¿Quieres que te diga cómo te hubieras sentido con ella muerta entre tus brazos?
—Vicki, ya basta.— Arthur la miró.
—¿Quieres?— Tommy se levantó bruscamente de la silla, acercándose a ella.
—Cállate la puta boca de una vez.— la apuntó con el dedo. —Sé perfectamente cómo se siente. Y tú, más que nadie, deberías saberlo.
Tensó completamente la mandíbula, mientras lo miraba con rabia. Llevó la mano a su muslo y desenfundó su daga.
—Como te atrevas a nombrarla te juro que te mato.— La posicionó sobre su cuello.
Los hermanos Shelby, excepto Ada, y Michael se levantaron rápidamente ante esto. John miró a Finn y éste hizo lo mismo.
—Vicki.— John la llamó. —Bájala.
—¿Crees que no sé cómo se siente?— Tommy la miraba fríamente, pero con los ojos vidriosos.
—No te atrevas.— Lo miraba de la misma manera, aún con la daga sobre su cuello.
—La tuve sobre mis brazos.— continuó diciendo. —Tú también.
Bajó la daga rápidamente y le dedicó una última mirada. Se alejó de él y, evitando a los presentes, salió de la sala.
Tommy pasó una mano por su cara, a la vez que miraba la puerta por donde acababa de salir la chica.____________________________________
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𝐖𝐈𝐄 (1) | Finn Shelby
Fanfic「 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝟏 」 Finn simplemente la escuchaba. No porque no quisiese hablar o porque no le interesase el tema, si no porque disfrutaba admirar como la chica se entusiasmaba, ante el simple hecho de hablar sobre libros. Algo que había cautivado ver...