Capítulo 27

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—¿Cuánto crees que podemos tardar en bebernos toda esa botella?— inquirió la pelinegra, mirando hacia una de las mesas.

—¿Entre los dos?— preguntó Finn, mirándola.

—Entre los dos.— afirmó, con una sonrisa.

Los pecosos iban a avanzar hacia la mesa, pero unas manos en sus hombros lo impidieron.

—No os vais a beber esa botella.— comentó Tom, ahora colándose enfrente de ellos. —Más os vale que cuando vuelva siga en su sitio.— Caminó en dirección a un grupo de invitados.

—Aguafiestas.— se quejó la pecosa, encendiendo un cigarrillo.

—Tengo una idea.— Finn la agarró de la mano y tiró de ella.

El pecoso divisó dónde estaba Tommy y, cuando se dio cuenta de que no estaba mirando, agarró la botella. Victoria sonrió y lo miró divertida.
Ambos caminaron hacia una de las salas vacías de la casa y cerraron la puerta.

—Haz el favor de no romperla.— comentó Victoria. —Luego la rellenamos con agua.

Finn abrió la botella y sirvió el contenido en dos vasos, bajo la atenta mirada de la chica. Le entregó el vaso y esta se lo bebió de un trago.
Ambos se sentaron en el sofá, mirando hacia la chimenea.

—¿Qué os traéis Michael y tú, últimamente?— Rompió el silencio.

—¿Michael y yo?— Frunció el ceño, apagando su cigarrillo. —Nada. Es mi mejor amigo. Solo eso. ¿Por qué lo preguntas?

—Tu mejor amigo, ¿eh?— La chica giró la cabeza para mirarlo, y esté tenía la mandíbula apretada, a la vez que miraba hacia la chimenea.

—¿Eso que noto son celos?— sonrió burlona, colocando una mano en su hombro.

—No. ¿Por qué lo estaría?

—Que pena...— En ese momento se le ocurrió algo y volvió a hablar. —¿Alguna vez te he contado lo bien que folla...?

En un movimiento rápido, Finn la agarró por la cintura y la subió encima de él, provocando que esta quedase sentada en su regazo. La pegó más a él y bajó una de sus manos hasta su culo, donde dejó un leve apretón.

—Cuéntamelo.— dijo, manteniendo su mano.

La pelinegra sonrió y lo besó. Colocó una mano en su pelo y la otra en su mejilla, mientras que el pecoso recorría con las manos su espalda desnuda, ya que se había quitado la americana y su camiseta estaba abierta por la parte trasera.
Ante esto, Victoria soltó un suave gemido, que fue camuflado por los labios del chico.
Poco a poco se fueron separando, y Finn sonrió, colocándole un mechón de pelo detrás de la oreja.

—Es hora de irnos. Ya hemos faltado mucho.— Besó de nuevo los labios del pecoso.

La chica se bajó de su regazo y buscó la botella. La rellenó con agua y, con sumo cuidado, la tapó de nuevo.

—Perfecta.— Se la mostró.

—Perfecta.— Besó su mejilla.

Unas horas después, ambos pecosos ya se encontraban de nuevo en el gran salón principal de la casa. Victoria divisó a lo lejos, como Grace cambiaba hacia ella.

—Grace.

—Vicki, ven que te quiero presentar a alguien.— Agarró suavemente su mano y la llevó con ella.

Esta siguió el ritmo de la rubia y ambas llegaron hasta donde estaba un hombre trajeado, con una sonrisa en la cara.

—Vicki. Éste es el líder del Consejo de la Ciudad de Birmingham.— lo presentó, mientras ambos estrechaban la mano.

𝐖𝐈𝐄 (1) | Finn ShelbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora