Tormenta (Editando)

Capítulo 29

-Supongo que estás cansada. -Comentó él, colando la pasta en el colador.

Estaba de espaladas hacía mí, yo estaba sentada en la barra de la cocina del precarío apartamento que habíamos alquilado.

-Después de todo lo que ha pasado, ni siquiera tengo tiempo en pensar si estoy cansada o tengo hambre o...

Él se giró hacía mí con dos platos de pasta en las palmas de sus manos y se sentó en la barra también, frente a mí.

-Ahora tienes que comer.

Miré la comida haciéndo una mueca pero de todos modos contesté. -Gracias.

Él se encogió de hombros y empezó a revolver la pasta con su tenedor, al parecer él tampoco tenía hambre.

Y nos hundimos en un profundo silencio...

Hasta que no pude contenerme más.

-¿Cómo fue qué... qué... 

Alex levantó la mirada de su plato hacía mi.

-¿Cómo fue que escapé de la explosión, como es que ahora estoy vivo? -Preguntó, alzándome una ceja.

Asentí.

 Alex apartó el plato de pasta hacia un lado y cruzó los brazos sobre la mesa, acercándose a mi, con los ojos bien abiertos.

-Porque la intención de Katherine no era matarme.

 Fruncí el ceño.

-La intención de Katherine es atraparte.

Fruncí el ceño aun más y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

-Si la intención de Katherine es atraparme... o matarme, ¿Por qué estás ahora aquí conmigo? Pensé que ella podía saber dónde estabas, pensé que ella podía sentir tus emociones...

Una sonrisa se asomó por la comisuras de sus labios.

-De modo que has decidido creerme.

Me mordí un labio y lo miré con escepticismo.

-Sólo... un poco. Pero de todos modos, tenías razón sobre venir aquí a visitar a mi madre.

-Derek te convenció de esto ¿No? -Preguntó y de pronto no hubo emoción alguna en su voz.

-Pensé que estabas muerto.

-¿Así que por eso lo hiciste, porque pensaste que estaba muerto?

-Fue como un último tributo al difunto.  -Dije sonriéndo y él sonrió también.

Me metí un poco de pasta en la boca y volví a mirarlo.

-¿Tú  crees...  lo que dijo mi madre? ¿Sobre mi nacimiento?

Pasaron unos segundos y él se quedó mirándome fijamente a los ojos. Luego tragó pesadamente saliva y asintió frenéticamente.

-Sí.

-Pero... -Dije con la mirada perdida, pensando en lo que mi madre me había contado. -  ¿Cómo es posible? Entiendo que Katherine es superpoderosa, que puede hacer cualquier cosa inimaginable pero, ¿En serio? ¿Matarme?  ¿Y a los tres meses traerme de vuelva?

Alex negó con la cabeza.

-Yo tampoco sé como explicar eso. Pero, ¿Por qué crees que tu madre nos hubiese mentido?

Hice un sonido de impaciencia con mi garganta. -Porque me odia, tal vez. Porque escapé a Inglaterra con mi padre, tal vez.

-Acaso... ¿No viste su expresión, como sollozaba, sus lágrimas?

"Sí, las había visto. Había visto esa expresión y eso me había dejado en shock."

Sólo me limité a asentir. -Pero sólo es que no es... posible. Estamos hablando de mi vida, sobre mi nacimiento ¿Entiendes?

Alex sólo me miró, indiferente.

-Llegamos aquí con el propósito de saber por qué Katherine me quiere y resulta que ahora estamos más confundidos que nunca...

-Al menos, sabemos qué Katherine estuvo presente en tu nacimiento. Entre tu nacimiento y aquellos tres meses después en los que te devolvió... hay algo, pasó algo y creo que esa es la razón del por qué ahora mismo ella te quiere.

-¿Y ahora qué? ¿Se te ocurre algo? A no ser que debamos encontrar a Katherine y preguntarle el por qué desea matarme. -Comenté sarcásticamente.

Alex negó.

-Tendremos que volver a viajar.

-¿Qué? -Pregunté incrédula.

-Sí, y esta vez es a Nueva Orleans.

-¿Nueva Orleans? ¿En serio?, ahí fue dónde Katherine nació ¿Verdad? Dónde hizo esa cosa... y sacó un libro de la tumba de un hombre.

Él asintió.

-Creo que tengo una idea de dónde Katherine podría haber vivido y en dónde podría haber estado la tumba de ese hombre.

"Un pasillo, una puerta, una niña tocando el piano y un hombre jalándola del cabello"

-El hombre... ¿Cómo se llamaba? ¿Como era? ¿Alguna vez Katherine te lo contó? -Pregunté pensando en aquel hombre.

-No, ¿Por qué preguntas? -Preguntó alzándo una ceja.

- Pero... -Seguí, sin hacerle caso a su pregunta. - ¿Katherine nunca te mencionó sobre un hombre... mmm de cabello oscuro y ojos negros también, de un hombre que se presentó en su infancia?

-No, ¿De qué estás hablando? -Ahora Alex estaba susurrando.

-Porque... -Empecé pero luego me quedé vacilando ¿Se lo contaba o no? ¿Pensaría que estaba loca?

"Que más dá"

Suspiré. - Siento que lo conozco. O al menos, siento que el hombre que yo conozco conoce a Katherine también.

-¿Qué? 

Cerré los ojos con fuerza y empecé. -En el avión, cuando Derek y yo nos dirigíamos hacia aquí tuve algo... no sé, un sueño o una visión tal vez, me desmayé y soñé con un hombre, ese hombre, y con Katherine. Ví a Katherine cuando era niña...y ese hombre la agarraba de su cabello y la golpeaba contra el suelo y luego se la llevaba. -Levanté mi vista hacia los ojos de Alex. -Tu no crees que haya sido un simple sueño ¿Verdad?

Él negó. -Dices que conoces a ese hombre...

-Sí -Respondí en un entrecortado susurro. -Lo conozco. Fue... uno de esos hombres que me violó cuando era niña... por cul... culpa de mi madre.

"Anne no empieces a llorar, por favor" Me dije a mí misma.

Y algo en los ojos de Alex cambió, se volvieron más fríos, más temibles.

Pero antes de que pudiese contestar, Derek entró en la habitación. Tenía el cabello revuelto, porque lo primero que hicimos al llegar al apartamento después de dejar a mi madre fue dormir y cuando Alex y yo habíamos despertado, él seguía durmiendo aún.

-Tengo algo que mostrarles. -Anunció Derek con la voz adormilada, llevaba un papel en la mano.

"Dios mío"

-¿Y eso?- Preguntó Alex cuando puso el papel sobre la barra entre nosotros.

-Una nota, estaba al lado de la puerta, la deslizaron por abajo. -Contestó.

Alex y yo miramos a Derek alzándo una ceja y luego nos inclinamos sobre la nota para leer:

"Si vas a Nueva Orleans, lo único que ganarás será conocer la causa de tu espantosa existencia.

Y no querrás conocerme ¿Verdad? "