Capítulo 14.
Mi cuerpo fue impulsado hacia la pared izquierda de la pequeña habitación , volé por los aires y choqué contra la pared con mi espalda.
Mi visión se nubló y sentí un dolor apocalíptico en mi columna vertebral y en mis costillas.
No había sido alguien quién me había tomado la muñeca y hecho chocar contra la pared, sino una fuerza. Tal vez yo estaba alucinando pero hasta con la vista nublada, el shock del incendio, hecha un bollo en un rincón de la pared y todo mi cuerpo gritando; yo sabía qué si alguien me habría hecho esto probablemente podría haberlo visto.
Y Justo cuando pensé que todo había acabado, sentí de nuevo que las especies de manos humanas agarraban mis pies con una fuerza bruta. Se sentía como si me hubiera dado la electricidad en mis pies, cada vez apretaba mas y mas fuerte.
Esa fuerza, esa persona, lo qué sea; me arrastró por el suelo haciendo que chocase mi cabeza contra la otra pared y todos mis sentidos desaparecieran.
Grité. Aquellas manos todavía seguían sosteniéndome, listas para volverme a arrastrar por el suelo y hacerme chocar contra otra pared.
Había perdido todo sentido de la orientación.
Apreté los ojos fuertemente esperando a que otro golpe llegara, pero no pasó nada. Levanté mi cabeza unos segundos tanto como me lo permitía mi espalda y distinguí la silueta de mis pies. No había nada, pero ese dolor, esas manos agarrándome seguían ahí.
No sabía lo que pasaba, mis pulmones luchaban por aire mientras posiblemente mi columna vertebral y mis costillas estaban rotas. Todo me dolía, no podía hacer ni siquiera un esfuerzo por hablar y posiblemente moriría en el incendio.
Un pensamiento surgió dentro de mí y decía que tal vez la fuerza que me apretaba mis pies era la muerte que quería llevarme o al menos quería matarme para luego llevarme.
Como si hubieran leído mis pensamientos, aquellas "manos" que estaban en mis pies me arrastraron hasta el centro de la habitación. Por unos segundos esas manos desaparecieron de mis pies, pero como un rayo se dirigieron a mi garganta apretándola tan fuerte que en cuestión de segundos empecé a ver luces de todos colores en mi vista.
Me iba a morir asfixiada. Esta cosa me estaba asfixiando.
"Dios, Dios, Dios ayuda" —Susurré en mis pensamientos.
Una luz blanca eclipsó mis ojos, pensé que todo ya había acabado, que ya estaba abandonado mi cuerpo.
Y de repente la luz y todo se desvaneció, mis pulmones pudieron respirar aire puro y las manos que me sujetaban la garganta desaparecieron.
El dolor paró, todo paró.
Sentí una sensación de que iba cayendo y unas manos me sujetaban. Luego todos mis sentidos desaparecieron y todo nuevamente quedó en blanco.
***
Un bulto se apoyaba en mi costilla derecha o al menos eso pensé, el dolor se volvió más intenso cuando intenté moverme.
Empecé a ser consciente de que iban apareciendo distintos dolores en cada parte de mi cuerpo. Aun sin abrir los ojos, caí en la cuenta de que estaba acostada en una cama y podría ser una cabaña por el olor a pino que había en la habitación. Traté de abrir mis ojos pero inmediatamente otro dolor me lo impidió y los apreté con toda mi fuerza.

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Tormenta (Editando)
Mystery / ThrillerAnne llega a un pueblo en el norte de Inglaterra tras tener una terrible vida en los Estados Unidos. Con dieciséis años y sin amigos su padre decide enviarla a un campamento de verano para poder adaptarse a su nueva vida. ¿Pero exactamente a qué nu...