Holmes Chapel, Inglaterra. 1903
El ambiente del lugar estaba triste, la neblina recorría todo el campamento y al parecer todo el mundo sabía lo que hoy iba a pasar.
Él iba caminando apurado y el frío hacia que saliera humo de su boca.
— ¿Qué es lo que piensas hacer? — Le preguntó su amigo con la voz entrecortada, él intentaba seguirle el paso apresuradamente.
— Hay una chica...— Explicó el otro en un susurro que apenas se podía escuchar gracias al viento que soplaba a esas altas horas de la noche — Es Katherine. Quiere algo de mí pero no, no dejaré que lo obtenga. No pasará.
Su amigo, entendiendo a lo que se refería, le volvió a preguntar:
— ¿Qué harás?
Él lo miró y fingiendo superioridad cuando por dentro sentía un infinito terror, sin más preámbulos tuvo que decir: —No me queda de otra que matarla.
******
Katherine caminaba a paso apurado a la casa de esa tal vidente que hace unas semanas había predecido su futuro. La noche parecía estar en contra de ella, sus pies se enredaban con las enredaderas del césped, las ramas de los árboles tiraban de su cabello y un mal augurio que sentía en lo más profundo de su pecho le decía que esta noche no saldría viva.
La casa de la tal vidente empezó a ser visible al lado del un gran roble. Katherine apuró el paso aun más y se dirigió hacia allí. Y ahí estaba, en el porche de la casa, sentada en una silla, la mujer que le había adivinado el futuro. Cuando la vidente pudo visualizar a Katherine entre los árboles del frondoso bosque se levantó y le gritó:
— -¡Corre! ¡Katherine! ¡Corre! ¡Te está buscando y cuando te encuentre no dudará en matarte!
Katherine río dentro de sí misma, pues no le creía. A pesar de lo que sentía dentro de su corazón, Katherine sabía que la única que terminaría muerta aquí iba a ser la vidente.
Cuando Katherine se iba a acercar a aquella mujer y amenazarla, sintió que la temperatura descendía y una presencia fría aparecía a su lado. Ella se dio la vuelta y ahí, a dos metros de distancia se encontraba él con un puñal en su mano .
Antes de que Katherine pudiese reaccionar, antes de que pudiese darse cuenta del gran error que había cometido, antes de que rogara por otra oportunidad, él se había acercado y le había clavado el puñal en el pecho.
Katherine había quedado paralizada en el momento.
Ella no emitió sonido alguno, ella se quedó parada unos segundos observando como la sangre comenzaba a brotar desde la herida hasta que su visión se nubló y su cuerpo inerte cayó al suelo.
Katherine ya casi inconsciente sintió una leve presión en la parte de su pecho donde la daga la había perforado pero no intentó sacarla, si no que cerró los ojos y se dejó llevar.
**********
Lo último que vi fue su rostro.
Y luego no vi nada más, sólo escuché gritos y risas a la vez.
Y en una parte de mi subconsciente entendí, que él también había ido por la mujer vidente. La estaba matando al igual que a mi.
Lastima que ella no tenga el mismo destino que yo.
Luces vinieron a mí para llevarme, pero antes de que todo terminara juré venganza.
Esto no se terminaría aquí, millones de chicos y chicas pasarían por lo mismo. Esto sería un juego.
Esto sería mí juego.
Yo ya había elegido. Y yo ya había hecho mi parte. Ahora les tocaba a ellos.
— Brandon, Katie y Sarah. — Les llamé.

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Tormenta (Editando)
Gizem / GerilimAnne llega a un pueblo en el norte de Inglaterra tras tener una terrible vida en los Estados Unidos. Con dieciséis años y sin amigos su padre decide enviarla a un campamento de verano para poder adaptarse a su nueva vida. ¿Pero exactamente a qué nu...