:࣪˖𝟷𝟼

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Sonrió alegremente cuando veo a Julián que acaba de tocar el timbre de mi casa. Él me devuelve la sonrisa y yo lo abrazo quedando colgada como un koala de él.

Le agarro la cara para darle un beso y él sonríe cerrando la puerta atrás de él.

— Soy libre Rubia - Dice en medio del beso y yo sonrió.

— Ya era hora Araña - Me río y él me vuelve a dar un beso.

— Te amo.

— Yo también - Le acaricio el pelo mientras nos seguimos besando.

— Quiero que vayamos a un lugar - Se separa de mí sonriendo.

— ¿A dónde? - Frunzo el ceño.

— A un lugar... - Vuelve a decir y yo entrecierro los ojos - Dale Rubia.

Sonrió y asiento con la cabeza bajandome de él.

— ¿Cómo me tengo que vestir? - Pregunto porque ni idea a dónde vamos a ir.

— Abrigada - Vuelvo a asentir y voy a mi pieza a cambiarme.

Apenas cierro la puerta se vuelve a abrir y entra él con una sonrisa y se acuesta en la cama mirándome.

— Flasheas confianza eh.

— No decías lo mismo el otro día - Me sonríe de lado y yo lo miro mal.

Así que me pongo unos jeans y un top también negro con un buzo grueso encima.
Me pongo zapatillas tranca y en la mano llevo otra campera.

— Vistas maravillosas... - Mumura Julián y arqueo una ceja.

— ¿Vamos?

— Dale - Se para de la cama y salimos del departamento para ir a su auto.

— Yo sé que algunas veces me equivoco demasiadoo - Lo señalo von una sonrisa mientras canto Por Mil Noches.

— Yo sé que estás cansada de mirarmeee de costadoo.

— Estoy arrepentido y me gana la nostalgiaaa - Seguimos cantando entre risas.

— Será que lo divino no mezclo muy bien las cartas...

Y así seguimos durante 20 minutos de viaje hasta que empiezo a sospechar a dónde mierda me está llevando el chabón este.

— ¿A dónde estamos yendo Julián? - Le pregunto frunciendo el ceño.

— Ya vas a ver Rubia... - Me contesta.

— ¿Dale a dónde vamos? - Vuelvo a preguntar con un suspiro y él me sonríe negando con la cabeza.

— No seas tan curiosa, ya vas a ver - Es lo último que dice y sube el volumen de la música.

Lo miro con cara de orto pero después de un rato empiezo a cantar de nuevo. Perdón, es imposible.

Después de otros 20 minutos llegamos.
Y me sorprendió cuando veo una especie de campo con árboles re lindo.

— ¿Que hacemos acá? - Sonrió bajando del auto.

— Vení - Me agarra de la mano guiandome a un lugar donde había un mantel en el piso con velas - Vamos a hacer un picnic.

Miro el picnic y lo miro con una sonrisa, los ojos me brillan porque ¡Dios! Amo a este ser.

— ¿En serio? - Pregunto sin poder creerlo y él asiente con una sonrisa - Dios Julián, sos lo más.

Nos sentamos en el mantel rodeado de velas y él saca del bolso una cajita de terciopelo (NO ES DE UN ANILLO) y yo lo miro frunciendo el ceño.

— Antes de comer, te voy a hacer una pregunta porque si no, no voy a poder hacer nada con los nervios que tengo - Se ríe nerviosamente y yo lo miro extrañada - Yo creo que ya quedó bastante claro lo que somos, pero te lo quería preguntar igual porque si no es muy seco todo. Zoe, desde que me fui de Argentina te extrañe siempre, y no importa la hora, el día siempre pensé en vos por lo menos un segundo.

Eυɾσρα - Julián Álvarez ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora