Eυɾσρα - Julián Álvarez ✔︎

:࣪˖ᴱᵖⁱˡᵒᵍᵒ

— ¡Chicos bajen asi vamos a ver a papá jugar! - Les gritó a mis hijos en el final de la escalera.

Bueno, ya pasaron 8 años. Los 8 mejores años de mi vida se podría decir...
Fran ya tiene siete a punto de cumplir ocho años y Mía, nuestra otra hija tiene 4.

Con Julián está todo perfecto, él sigue jugando en la Juventus y yo sigo modelando, capaz no tanto como antes pero lo sigo haciendo.

Ahora estábamos yendo al monumental ya que hoy juega Argentina y Juli es el 9 de la selección.

— Listo ma - Interrumpe mis pensamientos Fran.

— ¿Y tu hermana?

— Sigue en la pieza porque dice que no sabe que juguetes llevar - Se encoje de hombros y yo bufo.

Subo las escaleras y voy a la habitación de mi hija dónde está sentada en frente de su caja de juguetes.

— Mía - La llamo y me mira.

— Mami no se que juguetes llevar - Hace un puchero.

— Pero si ni los vas a usar - Me acerco a ella - Vamos a ir a ver a papá y no los vas a usar.

— Pero...

— Dale, vamos - La interrumpo porque ya se nos hace tarde.

— Bueno... - Se levanta y baja las escaleras conmigo siguiéndola.

— Dale, no seas culia' - Escucho como insulta Fran cuando ya estamos en el auto.

— ¡Francisco! - Lo reto.

— ¡Mía me está pateando! - Se defiende mirándome por el espejo retrovisor.

— Pero no la insultes así - Le frunzo el ceño enojada - Y vos Mía no lo molestes.

— Yo no le estoy haciendo nada - Dice ofendida.

— No los quiero escuchar en todo el camino - Empiezo a manejar.

— Ma pone música - Me pide Fran - Si es posible cuarteto o en español.

Me río niego con la cabeza diviertida. Le pasó el celular y se reproduce Pídeme la Luna.
Francisco me hace acordar demasiado a Julián, lo peor es que es igual que su papá cuando tenía su edad.
Él más que nada tiene el acento cordobés un poquito marcado porque Julián nunca lo perdió y se lo pegó bastante. Y cuando insulta se le nota más aunque a mí no me guste que insulte.

Mía en cambio es más tranquila y se parece más a mi. Mi papá dice que es idéntica a mi mamá y bueno... Todas mis hermanas y yo nos parecemos a ella. Y no puedo negar que mi mamá físicamente es divina aunque sea una víbora. Mientras que mi hija no sea igual que ella me conformo, aunque tenga algunas mañas que con Julián las estamos corrigiendo poco a poco.

— Llegamosss - Anuncio estacionando el auto.

Bajo a Mía del auto porque Fran ya puede hacerlo solo (Triste) y les acomodo las camisetas, tenemos todas la 9 de Álvarez.

— Ahh River siempre River - Exclama suspirando Fran.

Niego la cabeza con una mueca.

Con mis hermanas y papá hicimos todo lo posible para hacerlo de Boca pero Julián ganó y lo hizo de River lamentablemente.
Mía está eligiendo pero creo que va por el mismo camino.

Entramos al estadio y me es imposible no decir en voz alta.

— Que frío que hace acá...

— Ay mamá - Se queja enojado mi hijo y yo me río junto a Mía.

— ¡Papa! - Señala alegremente mi hija apuntando con el dedo a Julián que esta calentando.

Como si sintiera nuestra mirada él se mira a dónde estamos nosotros y sonríe cuando lo empezamos a saludar desde la distancia.
Se acerca trotando hasta nosotros quedando abajo y nos saluda mandandonos un beso.

Pero no dura mucho porque tiene que seguir calentando con sus compañeros.

Estábamos jugando por la final de la Copa América, y jugábamos contra Brasil.

No saben los recuerdos que me traen este momento, y más si la ganamos. Y aunque ya paso un tiempo la falta del mejor del Mundo o de los más antiguos se siente un toque.

Con los chicos nos sentamos porque ya está empezando el partido.

Estoy nerviosa como siempre cuando veo un partido de mi equipo.

— Dale pa... - Mumura Fran cuando Julián se esta acercando al arco de Brasil.

Nos levantamos todos en la platea y en los 22' minutos del segundo tiempo mi marido marca un gol tremendo que nos está dando la copa.

— GOOOL - Gritamos todos.

Juli hace su festejo y viene hasta donde estamos nosotros y nos señala con un "Los amo".

Simplemente perfecto.

El partido termina y Argentina se consagra nuevamente campeón de la Copa América contra nuestro rival más fuerte: Brasil.
Cerrandole el culo a la prensa argentina y de otros países diciendo que nuestros jugadores eran "pechos fríos"

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Después de un rato bajamos y buscamos a Julián para festejar con él.

— ¡Papá! - Gritan Mía y Fran corriendo hasta donde está Julián que se agacha para abrazarlos a los dos.

— Ganamos - Dice contenta Mía dando saltitos.

— Sos re capo pa - Lo elogia Fran y yo me río.

— ¿Viste? Un genio - Se hace el canchero él levantándose y viniendo hasta mí.

— Felicitaciones mi amor - Lo abrazo apenas llega a mí.

Se separa un poco, tiene sus manos en mi cintura y yo tengo las mías alrededor de su cuello.

— Gracias por estar conmigo siempre, Rubia - Junta nuestros labios.

— Te amo.

— Te amo.