Día 25: Prendas con Aroma

1K 57 0
                                    

Idia!Alfa x Azul!Omega

[A falta de nido, las prendas de tú Alfa son la mejor opción.]




Azul estaba frustrado.

Siempre ha sido una persona perfectamente capaz e inteligente. Cómo el joven adulto que era, había procurado por todos los medios lograr posicionarse económicamente cómo lo había hecho hasta ahora, volviéndose un Omega reconocido en el mundo de los negocios, y fue una sorpresa para todos cuando se unió formalmente a una de las cabezas más importante del conglomerado Júpiter.

Se sentía muy satisfecho por todos sus logros hasta ahora, incluso en su vida romántica estaba contento al elegir cómo compañero al retraído Alfa de fuego Idia Shroud.

El único problema con el que tenían que lidiar en su relación es la falta de tiempo que invertían para pasarla juntos. Azul, cómo buen ejecutivo, cubría mayormente el horario Diurno mientras que Idia mayormente le gustaba trabajar hasta altas horas de la madrugada y eso es un problema para cuando querían tener un momento de pareja, simplemente no coincidían. 

Por supuesto que Azul no se quedó de brazos cruzados y poco a poco fue obligando a Idia (con ayuda de Ortho) a controlar sus horarios de sueño y trabajo para así concordar más seguido, de esta forma podían ser una pareja más "normal".

Pero... aún así tenía que soportar momentos de enojo por ello.

— ¡Ese idiota! — exclamó.  — ¡Le dije que mi celo llegaba dentro de poco!

— Lo siento, Azul Ashengrotto-san — Ortho se encontraba en el apartamento acompañando al Omega por órdenes de su hermano — Le informé que su nivel de hormonas incrementaría en los próximos días hasta que finalmente de inicio a su período de celo, pero dijo que tenía que irse ahora a la central para arreglar unos asuntos. — Aún con su voz infantil y un tanto robótica, ponía notar cómo Ortho también se resignaba a la ausencia repentina del mayor.

— Lo llamé pero no contesta, de seguro está en una reunión ahora mismo — comentó mientras miraba su teléfono enojado —Ya verá que apenas lo vea ¡me aseguraré de regañarlo cómo se lo merece! —  exclamó, segundos después soltó un estornudo que lo dejó tiritando un poco por lo sonoro que fue.

— ¿Se encuentra bien?

—Si... Eso creo.

— Le haré un chequeo rápido para descartar algún problema. — Y así lo hizo, activo sus controles y mecanismos de primeros auxilios y comenzó su escaneo — Según arrojan los estudios, Su cuerpo aumento un poco el nivel de producción de hormonas, qué provoca que su cuerpo aumente al menos 1°C la temperatura Corporal sumado al frío clima del exterior hace que ambas temperaturas choquen y se resfríe.

Ortho mencionó un montón de cosas más, a lo que Azul resumió su explicación al hecho de que su pre celo estaba causando estragos en él.

Precisamente por eso es qué despejó su agenda esta semana, planeando su celo para pasarlo en tranquilidad, y así evitar malos ratos, pero al parecer no sería así.

Otra estornudo soltó.

— Será mejor que me vaya a la habitación — comentó mientras trataba de cubrirse inútilmente con sus brazos.

— ¡Le avisaré si logro contactarme con mi hermano!

— Gracias, Ortho.

Dicho eso fue a la habitación que compartía con su Alfa.

Apenas cerró la puerta tras de sí, suspiró. Odiaba admitirlo, pero sus instintos poco a poco empezaban a exigir la compañía de su pareja y que este justamente se ausentara por quién sabe cuánto tiempo lo llenaba de mucha frustración.

Tampoco ayudaba el hecho de que su habitación en esos momentos tenía una apariencia de los más fría y austera, puesto a que nunca se preocupó en preparar su nido (al venir de una especie marina estos no eran muy necesarios ni atractivos que digamos) y por cosa del destino (o mala suerte) justamente hoy se realizó una limpieza completa en el Apartamento y por ende su cuarto había perdido casi por completo el aroma de ambos.

Azul maldijo el doble.

Un escalofrío corrió por toda su columna mas una creciente tristeza y soledad querían apoderarse de su cuerpo.

— Necesito conseguir algo de Idia. — Por sentido común, Azul corrió al clóset, en busca de alguna prenda que estuviera cubierta de las feromonas del Alfa, dejándose llevar por su olfato a que le indicará cual era el mejor, luego de mover un montón de ropas aquí y allá, dio con una que tenía un aroma mas concentrado que el resto — ¡Este es!

No había detallado cual era la prenda hasta que la sacó de su respectivo gancho y estaba demás decir lo sorprendido que quedó: Se trataba de la vieja chamarra que Idia usaba en su etapa escolar, aquella aprenda que una vez fue de un azul índigo brillante ahora estaba opaco, casi rosando el gris por lo años de uso hasta ahora.

— No puedo creer que aún esté aquí... — aún cuando dijo eso, no pudo evitar sonreír por la nostalgia que le traían los recuerdos. Incluso recordaba como en algunas citas y reuniones usaba o en su defecto la llevaba junto a él.

Le dio un vistazo al vestidor y luego al suéter ¿Y qué tal si...?

Guiado por su instinto y emoción, no tardó en colocarse la ropa, para luego pararse frente al espejo y observar qué tal le quedaba.

No puedo evitar bufar por ello — Era de esperarse que me quedaría grande... —La prenda cubría gran parte de sus piernas y en cuanto a las mangas solo sobresalían la punta de sus dedos, dándole esa apariencia Infantil y tierna. — ¡¿Q-Qué estoy haciendo?! Debería quitármela, es inútil.

Aunque dijo eso, no fue capaz de hacerlo.   Le costaba admitir que su aroma había calmado sus nervios y su instintos se apaciguaron por las feromonas Alfa que contenía, un aroma a madera que te invitaba a pensar en la tranquilidad, hogar, confort y todo lo que brinde calor en su alma y corazón.

Azul suspiró, a estas alturas ya no quería pensar mucho. Con una pesadez en su caminar se recostó en la amplia cama y decidió tomar una siesta mientras esperaba a que su tonta pareja apareciera. Inconsciente, haciéndose un ovillo, enterró su nariz en aquella prenda tan antigua pero especial para su Alfa.






[...]




Nii-San! Azul Ashengrotto-San hizo un pequeño nido con tú ropa ¡Se ve muy lindo! ¿No lo crees?"


De entre todos los mensajes que Idia pudo recibir, el de su hermano Ortho fue el qué causó más impacto.

No sólo el mensaje ¡Era la foto que había adjuntado en ella!

Su hermoso Azul, usando su chamarra mientras se acurruca en sí mismo,  rodeado de alguna otra camisa suya que quién sabe cuántas más agarró pero, era demasiado tierno incluso para él, nunca lo había visto actuar de esa forma por lo que él impacto fue mayor.

Luego leyó los mensajes anteriores de su hermano y la presión se le bajó.   

— AZUL-SHII — Exclamó, asustando a todos los presentes en la reunión — Y-Yo ¡Me tengo que ir!

Aunque muchos se querían oponer ante la repentina exclamación, nadie pudo alcanzarlo cuando empezó a dar carrera rumbo a su vehículo mágico y por si fuera poco, arrancó cómo si su vida dependiera de ello.

Tendrían que reprogramar la reunión para la otra semana.












[Dos tortolos enamorados a su estilo, no hay más que decir XD ]





Omegacember [Twisted Wonderland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora