Día 20: Dominación Asertiva

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Sam!Alfa x Divus!Alfa
continuación del día 16

[Ambos eran Alfas, pero había una clara diferencia entre ellos, una que en secreto disfrutaban experimentar.]




Sam disfrutaba mucho su trabajo. Es cierto que era un simple vendedor en una escuela repleta de adolescentes hormonales pertenecientes a distintas partes del mundo, pero le resultaba divertido enterarse de cada travesura o suceso que ocurría dentro del campus, que en los últimos años esto parecía incrementar y sus ventas sorprendentemente ¡también incrementaban! 

Sin embargo, había descubierto un nueva razón para disfrutar su estadía y trabajo cómo un simple vendedor, y eso era convertirse en el amante del vanidoso profesor Divus Crewel.

Después de la noche en que se emborrachó, de alguna manera las cosas entre ellos paulatinamente se volvieron más 'intensas' si es la palabra que puede usar para ello. Nunca pensó que él siempre estricto profesor de pociones volvería a pisar su local para volver a pedirle compartir un par de tragos, a solas; tragos qué a media noche en algún punto los llevó a ambos a juguetear de forma ardiente,  cruzando sus cuerpos de múltiples formas para que después en el alba este mismo alfa se fuera sin decir nada en particular, cómo si nada entre ellos hubiera pasado.

Pero cada vez que recordaba sus momentos íntimos reía ¿Quién diría que aquel altivo alfa le gustara actuar cómo un sumiso de primera ante el dominio de otro alfa?

No usaba su voz alfa ni sus feromonas, se trataba de un simple juego en el que ambos silenciosamente disfrutaban

— Solo vine por unos cuantos materiales para el laboratorio — Divus habló, saltándose la parte del saludo para ir al grano — No te hagas ideas equivocadas. 

Sam, acostumbrado a su actitud recta y evasiva ríe por sus palabras — No se preocupe profesor, conozco las condiciones del juego. 

— No se de que hablas. — Evadió el hombre parado frente a él — Necesito todo lo que esta en esta lista... por favor. 

El hombre de las rastas no dijo nada, más bien amplio su sonrisa por la forma de actuar del otro. Crewel por su parte solo veía cómo el otro tomaba dirección al deposito y apenas desapareció de su vista, suspiro. 

No era sencillo de distinguir a simple vista, pero en el fondo, Divus estaba (un poco) nervioso por solo estar ahí, lo cual era incongruente considerando que siempre fue una persona segura y recta en todo lo que lo que conlleva su vida, cosa que no esta pasando actualmente en su vida sexual al decidir involucrarse con el siempre animado vendedor ¡¿En que estaba pensando?! 

— ¡Profesor! ¿podría venir aquí un momento? — La exclamación del moreno lo saco de sus pensamientos — Necesito un poco de ayuda aquí. 

— Bien, ya voy.

Rodeo el mostrador para adentrarse a la parte trasera del local, de esta forma llegaría al lugar en dónde fue llamado por el carismático vendedor, pero cuando llegó a la zona dónde se supone que lo vería no estaba más que rodeado de cajas, sin rastro del Alfa.

— ¿Sam? En donde te metiste...

Silencio. Se adentro un poco más por aquel estrecho pasillo siguiendo el rastro de la esencia picante del Alfa, dando con una puerta parcialmente abierta y sintiendo que las feromonas del otro se concentraban en dicha habitación se dispuso a entrar... si no fuera por el fuerte jalón que sintió para introducirlo en aquel angosto deposito, y por si fuera poco siendo acorralado en la pared y posteriormente sus labios siendo dominados por los del moreno.

Apenas pudo reaccionar, de procesar los acontecimientos y corresponder aquel ardiente beso, suspirando entrecortado para al menos intentar seguirle el ritmo al más joven. 

Sam se separó mostrando su sonrisa maliciosa de siempre, admirando el pequeño rubor que creo en el rostro del otro Alfa.

— No tiene que comportarse tan recto cuando nos encontramos solo, Profesor. 

— Aun estoy en mi horario de trabajo ¿crees que puedes hacer lo que te plazca? 

Of course not!  Pero, mientras no haya terceros alrededor nosotros podemos crear nuestro pequeño paraíso — A medida que decía eso, sus labios recorrían su cuello, disfrutando cómo Crewel se resistía a caer en la tentación — ¿No le parece divertido? — Susurró en su oído.

— Suéltame — replicó.

—No puedo hacer eso tan fácil — Su mano enguatada bajó peligrosamente por el vientre del otro para comenzar a tantear superficialmente la entrepierna semi erecta — Ya que no me permites tocarte durante el día, de alguna manera tengo que aliviar las necesidades de mi amante. 

— ¡No seas idiota! — No quería hablar sobre las condiciones de su relación en ese momento, ya tenía que volver a clases y el moreno se lo estaba poniendo difícil al acariciarlo estimulando sus puntos sensibles, si seguían así el aroma del otro se impregnaría y llamarían la atención — Debo volver a trabajar ¡Detente! 

— Solo si tu boquita me concede el permiso de acariciarla a plena luz del día, siempre y cuando estemos solos. 

Quizás pueda parecer manipulación por las condiciones en que estaba arrastrando a Divus para darle el visto bueno, pero su olfato no mentía: le excitaba todo este juego de dominación, de no gustarle ya hubiera a mandado a volar con su magia.

Sam, a falta de respuesta apretó su entrepierna para obligarlo a hablar.

— Dilo.

— S-Si...

—¿Si qué?

Si, Alfa...

Perfect.

Dicho esto, el moreno se separo dándole su espacio para profesor para que se recuperara un poco de la situación. 

Sam, con toda la inocencia del mundo le entregó una caja con todo lo encargado anteriormente para sus clases de ciencias. Divus bufó por ello — No te acostumbres a esto. 

Eso era lo que decía. Pero en la mente de Sam eso solo sonaba a una especie de desafío en la cual él tenía todas las de ganar aunque el otro no este del todo consciente de ello.

— Por supuesto. — Fue lo único que dijo, esperando con ansias sus próximos encuentros furtivos. 

Ya verían quien sería el ultimo en ser dominado.







[Me encanta la química que ambos tendrían jijiji]



Omegacember [Twisted Wonderland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora