Omegacember [Twisted Wonderland]

Día 21: Celo Omega

Jack!Alfa x Epel!Omega

[Epel era exigente en la cama y Jack adoraba complacerlo.]

Había muchas cosas qué, como omega, odiaba con toda su alma. Ser confundido con una chica, su apariencia delicada, el estigma de ser un debilucho, que lo traten cómo una frágil damisela en apuros, que lo vean cómo un pedazo de carne... Eso entre muchas cosas más.

Sin embargo, curiosamente había un asunto con la que nunca tuvo problema y que, en secreto, adoraba mucho explorar: sus periodos de celo.

Es cierto que en esa época de calor, se volvía una persona vulnerable ante sus instintos y los alfas alocados que caían ante su aroma buscaban cualquier forma de llevarlo a sus propias camas, deseando probar un pedazo de la "fruta prohibida"  e impregnarlos con su propia esencia hasta el punto de dejarlos preñados, todo para cumplir con lo que su instinto aparentemente dictaba.

No obstante, hasta hace poco (ignorando el tema de los cachorros) descubrió que él celo era lo mejooooor

No solo por la explotación de su propia sexualidad, sino que también gracias a un accidente en su periodo de celo anterior hizo el increíble hallazgo de que sus feromonas podían controlar hasta el más salvaje Alfa.

Ser un Omega dominante tenía sus ventajas.

— Epel... ¡Epel!

Cómo justo ahora, que se encontraba dominando a su Alfa lobito antes de dejarse llevar por completo ante su necesidad insana de follar.

— Jack-kun estás muy impaciente — comentó una delicadeza impropia de su personalidad.

Desnudo sobre la cama, sus mejillas estaban rojas por el calor que corría por sus venas y su ano palpitando por la exigencia de un pene alfa que lo llené hasta el cansancio.

Jack no era muy diferente a él, sus ojos estaban más afilados que de costumbre y su pene, grande y reto, también palpitaba deseando enterrarse entre sus paredes dulces, soltando líquido pre seminal por el estímulo que las suaves manos del Omega estaban haciendo sobre él.

— ¿Quieres llenarme? ¿Deseas márcame con tú olor? — preguntaba Epel, con una sonrisa que rayaba de lo inocente, hecho contradictorio por su situación actual.

— Joder si.

—Entonces pídelo.

Así cómo los omegas suplicaban por atención, Epel también creía que ellos deberían suplicar un poco por lo mismo.

— Epel... — Ah, cómo le erizaba la piel escuchar la profunda voz del lobo, mejor dicho de su alfa, susurrando su nombre cómo el mayor anhelo que pueda pedir — Déjame follarte, por favor. — Sus dedos tantearon las cadera del Omega y ese simple tanto provocaba que su firmeza flaqueara — Quiero complacerte, permíteme hacerlo. — dicho eso sus grandes manos acabaron en su cadera, apretando un poco parte de su trasero y esa fue la perdición del otro.

Con su cuerpo sudando y su entrada lubricando cómo loco, supo que ya no podía aguantar más. Lo necesitaba también.

— Alfa... hazlo.

Epel se abalanzo a besar con desespero al Lobo y ese fue el permiso que necesito para apretarlo en sus brazos.

El calor y el desenfreno, olor e instinto, alfa y Omega, todas esas cosas se mezclaban para crear una tormenta de pasión que ninguno podría recordar por completo. Pero no importaba, no realmente cuando solo quieres disfrutar el momento y todas las sensaciones que conlleva.

Jack no supo en que momento Epel se inclinó sobre su espalda, apoyando parte de su torso sobre la cama, dejando expuesto en su totalidad su entrada toda empapada en lubricante y para completar aquel cuadro erótico, Epel volteándose cómo podía para mirarlo a los ojos y suplicarle — Fóllame, lléname, dámelo todo ¡Alfa~!

Jack se desconectó, toda su atención estaba en  aquél demandante Omega y como se retorcía bajo suyo mientras chocaba una y otra vez sus caderas en un incesante compas cada vez más agresivo. 

Habían perdido el control, y esa era la mejor parte, solo el instinto y la lujuria hablando. 

— Oh Dios ¡Si! ¡Jack anúdame!

—Epel...

— ¡Aah~!

El Omega gritó, gimió y se retorció al sentir cómo sus paredes internas se expandían para recibir el famoso nudo, aquél que en otra ocasión lo llevaría a procrear vida, pero ahora, solo representaba la cúspide del clímax, y de todos los que están por venir.

— Alfa~ Por favor Fóllame duro, dame todo tú semen — el lenguaje sucio no podía faltar, no era un ángel, nunca lo fue y eso lo quería dejar bien claro esta ocasión. Aunque por los constantes mareos producidos por la sobre producción de hormonas más los calientes chorros de liquido caliente que se estaban comenzando a correr dentro de él, dejándolo temblando por la sensación.

Jack, solo podía dejarse llevar. El orgasmo había golpeado duro en él. 

— Epel... me vas a volver loco. — Fue lo único que pudo susurrar, antes de unirse de nuevo en una nueva ronda de sexo, ahora que su nudo había bajado. Solo podía pensar en lo mucho que quería continuar con esto.

Las feromonas de Alfa y Omega se mezclaban, Jack saboreaba su piel y sentía cómo se embriaga por cada milímetro que probaba, más la droga de su dulce aroma era simplemente su perdición.

Perdieron la noción del tiempo, solo sabían que su momento juntos tenían que aprovecharlo al máximo. Inconscientemente deseando que sea un acto inolvidable para él otro.

Y así fue, luego de diversas rondas, ambos cayeron exhaustos por la adrenalina y fervor del momento, intentando recuperar el aliento perdido.

Jack moviéndose por instinto, enrollo sus brazos en la cintura y lo apretó contra su pecho, y colocó su nariz en el cuello para olfatear toda su esencia adictiva, mientras que el menor solo se dejaba hacer, notando cómo el Alfa lobo movía su cola sin cesar, exponiendo que tan contento y extasiado estaba igual que él.

Epel, discretamente sonrió para si.

Definitivamente el celo era un momento maravilloso.

[Atrasado pero seguro gg, estos dos son simplemente perfectos juntos y Meencantaa]