Omegacember [Twisted Wonderland]

Día 9: Mordida

Floyd!Alfa x Riddle!Omega

[Quería olvidarlo todo, desde las reglas hasta sus pesares y enfocarse en la única cosa que egoístamente desea.]

Riddle siempre fue una persona metódica, seria y estricta. Siempre buscando seguir las reglas con la que su familia lo adoctrinó desde que tenía uso de la razón, por lo que cualquier situación que vaya fuera de sus planes era sinónimo de estrés.

Pero justo en este estaba quebrantando toda moral que alguna vez se le inculcó.

— ¡Floyd! Ah~

Gimiendo sin parar, había mandando a la mierda toda clase de sentido y lógica al fondo de su cabeza. No estaba pensando ni tampoco quería hacerlo, solo quería olvidar todo el dolor que sintió horas atrás al sentirse decepcionado de su propia madre y concentrarse en el inmenso placer que su amante le estaba brindando con tanta vehemencia.

— Pececito Dorado está mas dócil de lo usual ¿hm? — Incluso en ese momento de desenfreno Floyd buscaba un momento para molestarlo. Riddle lo ignoró, prefirió concentrarse en mover sus caderas para que quedara más profundo dentro de él, lo cual ya era mucho considerando la gran diferencia de tamaño que había entre ambos — Ah~ Si te sigues moviendo así harás que te muerda ¿acaso quieres eso?

Mordida ¿Por qué esa palabra tenía que tener tanto peso en su vida?

Riddle se giro para acostarse sobre su espalda y tomo del cuello a Floyd para besarlo. Podía sentir cómo su lengua rozaba los puntiagudos dientes del otro y eso le excitaba demasiado, tan peligroso y a la vez adictivo para él.

Lo mismo fue para Floyd, sabía que el pelirrojo estaba actuando de forma impulsiva a causa de la ultima discusión con su madre, lo cual era interesante de ver pero no muy grato de recordar al saber el porqué de la pelea.

Comprometer a tú propio hijo con alguien más solo porque crees saber lo que quiere esta mal en muchos sentidos.

— ¿Sabes que eres solo mío verdad? lo sabes ¿cierto? — No pudo evitar sacar su lado posesivo. Desde que pudo probar por primera vez el pequeño cuerpo del omega, muy en el fondo supo que estaba condenado. Floyd, queriendo afirmar sus preguntas tomó de las caderas del más bajo para aumentar la fuerza de sus embestidas provocando que los gemidos del otro se volvieran más sonoros.

Riddle quería contestarle pero sentía abrumado ¿Cómo respondía a eso si su destino era otro? claro que quería pertenecer a él, solo a él y nadie más.

— F-Floyd — Sollozó, angustiado por toda la situación y el otro lo entendió.

En un acto de cariño (que rara ves se daba) el alfa quiso transmitirle sus sentimientos besando cariñosamente su mejilla y frente, se abrazo a su cuerpo y movió sus caderas lento, para que supiera que no estaba solo y que tampoco lo iba a dejar. No mientras él lo permita.

Riddle se dejó hacer, era increíble cómo un par de caricias y un movimiento de cadera lo hacía sentirse tan querido, que en un simple desliz se le escaparon unas palabras. — Te quiero Floyd...

Unas palabras tan sencillas que acabaron con su cordura y lógica.

— Riddle — Lo llamó con voz seria — Déjame morderte.

— ¿Qué? Pero sabes que yo...

— No me importa la opinión de tú madre, me importa es la tuya y lo que quieres. — Rodeó el cuerpo de Riddle y los levantó par que pudieran sentarse y verse correctamente — tú me quieres a mi y yo a ti. No hay puntos medios. — Sabiendo lo sensible que se encontraba, no contuvo sus lagrimas. Estaba asustado si, pero él alfa tenía razón en algo: Lo quería solo a él. — Si alguien más toca a pececito Dorado juro que lo asesinaré ¿Quieres eso? — el otro lo negó rápidamente. — Entonces hagamos esto ahora. Seamos pareja.

No sabía si era lo correcto o no, pero si se tomaba 1 minuto al tratar de recordar las pocas veces que fue capaz de hacer una elección propia con la aprobación de su familia, en ese momento por muy precipitado que sea, supo qué esta vez tenía que hacerlo, por su bien y su futuro. Riddle lo abrazo y Floyd lo correspondió.

— Tengo miedo — Admitió. — Pero quiero estar contigo.

La anguila soltó una risita — Entonces ¿Qué tanto lo piensas? Yo también quiero estar contigo, es divertido hacerte enojar y verte feliz cuando pruebas las tartas de fresa que compro.

Bufó pero no paro de sonreír, en verdad nunca cambiaria, pero aun así supo quererlo de esa forma y no necesitaba nada más que eso.

Se separaron para mirarse directamente a los ojos, y para la sorpresa de Floyd y regocijo de Riddle, este ultimo en un acto voltario de sumisión dejó al descubierto su lado derecho del cuello, dejándole espacio libre para que dejara su marca ahí.

— Hazlo, y no hagas que me arrepienta.

No necesitó nada más, se besaron con cariño, se tomaron su tiempo antes de que Floyd tanteara su cuello lamiéndolo e inhalando su adictivo aroma a fresas para posteriormente clavar sus afilados dientes en su cuello.

Gritó de dolor, pero en ese momento, cuando sintió cómo las emociones de ambos se mezclaban y formaban una nube de pura felicidad descubrió que su elección fue la correcta.

[Riddle bb te mereces eso y más 🥺❤]