CAPITULO 11

6.8K 426 25
                                    

El trabajo.

Laura Ciaran.

Dos meses ya habían pasado, desde la última vez que Lukyan me ayudó con mi cabello.

Realmente se miraba extraño pintando y partiendo mi cabello en pedazos, sacaba la lengua en señal de concentración, intente no reírme en frente de él.

Era chistoso ver sus brazotes marcados sosteniendo la pintura, y su ceño fruncido al estar tan atentó a cada trozo que dividía de cabello.

Recuerdo que me dijo que me lo dejara rubio, pero no creo que sea buena idea.

Ya estoy mejor después de todo lo que pasamos, con Arleed no he hablado y la entiendo necesita sanar al igual que yo y le daré todo el tiempo que necesite.

Ya mi anemia mejoro al igual que los síntomas, había salido del departamento varias veces por cosas mías y algunas veces iba por unos Brownies que vendían en una tienda cerca del departamento.

Ese es mi postre favorito.

Lo se, díselo a tus caderas.

Es verdad que había subido de peso, pero porque tenía que, sin embargo los pastelitos ayudaron mucho, ademas que la comida que hace Lukyan es muy sana y me ayudo en estos dos meses,

El ruso me hablaba, pero aún así no me metía mucho porque  no sería buena idea aparte que solo me quedare hasta que obtenga mi trabajo de nuevo y me iré para dejar de molestar.

Ahora mismo estaba en la habitación viendo mi cama que está tenía encima conjuntos de ropa para mi entrevista de trabajo en una guardería. Estaba demasiado ansiosa.

Escogí un pantalón de vestir de tiro alto blanco con una blusa de tirantes blanca y un saco verde, no tan formal pero tampoco tan informal.

El caso es que ya estaba lista a los pocos minutos, cuando estoy muy ansiosa todo lo hago rápido, me puse un labial rojo y me pinte natural para que mis ojos resaltaran.

Salí de la habitación con dirección a la salida, normalmente no me despido de él solo aviso que saldré y me voy, porque bueno el tampoco lo hace, y no necesito dar explicaciones porque soy lo suficiente mayor para ser madura en cuestiones de convivencia.

Voltee a verlo y sus ojos me escanean de arriba a bajo.

— ¿Y esa ropa? — preguntó curioso con su acento ruso.

— Tengo una entrevista de trabajo — murmuré despreocupada.

— No lo necesitas — dijo sin importancia.

Maldito ruso me siento aprisionada aquí.

— Tengo que, no pienso quedarme aquí para siempre.

— Aún no puedes, el juicio aún no está listo y no te puedes ir de aquí.

— Lukyan, necesito un empleo.

No lo necesitas.

— Claro que lo necesito, ruso — espete.

— Laura...

Interrumpí — Ni siquiera sabes lo que necesito o no, nos vemos después — murmuré con la cabeza baja y si más salí del departamento.

Interrumpí — Ni siquiera sabes lo que necesito o no, nos vemos después — murmuré con la cabeza baja y si más salí del departamento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
MI DULCE SALVACIÓN © (2) (¡Completa!)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora