MI DULCE SALVACIÓN © (2) (¡Completa!)✔

CAPITULO 51

Necesario que cuando salga esto (*) pon la canción que está en multimedia* Obligatorio*

No me dejes.

Laura Ciaran.

No se por que he tenido demasiadas ganas de darme al ruso, día y noche desde que llegamos a esa casa.

Al menos la cena fue increíble, obtuve una cachetada, pero al menos no paso a mayores, técnicamente me la merecía, les habíamos ocultado la verdad y en donde estábamos.

Sonrei al sentir las manos del ruso en mi cintura y su respiración en mi cuello.

Ya estábamos en casa, llegamos en menos de unos minutos, sabía que Lev y Joey se irían me lo dijeron mientras me estaba pintando el cabello.

Volví a mi rubio porque creo que Lukyan me enseño a valorarme por quien soy y más por que me dio la motivación de ser fuerte por el y por mi familia y también por mí, no creí ser tan fuerte como fui.

Aparte me veo muy bien.

Sus manos me dieron cosquillas cuando toco mis pechos y solte una carcajada.

— No, basta. — me retorcí sonriendo.

— Pero ni siquiera te toque, ¿qué te pasa? — preguntó divertido.

Me entraron una ganas de tocarlo así que me di la vuelta y empecé a besarlo, bajando mis manos por su torso y bajandolas hasta su bragueta.

>> ¿Qué le haces a mi Laura? — murmura entre besos.

— Tengo muchas ganas de ti— gruñí y baje sus pantalones de un tirón.

— ¡Dios!— beso mi cuello mientras me ponía de espaldas para quitarme el vestido, deslizó el ziper y lo bajo dejándome en lencería negra — ¡Joder!— se escucho como trago en seco.

Sonreí con maldad.

El agarró mi cuello y me beso de forma invertida, se sentía extraño, pero era algo delicioso.

— Haré que te corras jodidamente duro, Slatkaya.

Me separé y toqué su dureza por encima del boxer, relamí mis labios deseos, quite su saco y camisa de vestir dejándolo como dios lo trajo al mundo.

— ¿Te he dicho que me encantas? — musité sobre sus labios y este solo asintió.

Gruñe porque le tomó su dura erección y empiezo a subir y bajar mi mano por su tronco.

— Jodida mierda Slatkaya.— susurra mientras cierra sus ojos.

Su espalda pega a la puerta de la habitación y yo me hinco.

Beso su punta y después lambo todo, maldice en ruso y yo tengo cara de satisfacción al sentirlo tan grande.

Me encanta el dominio que tengo sobre el, porque es para mí.

—Joder me voy a venir si no paras — sonrió más y este pone una mano en mi cabeza, dando su ritmo lento.

Mis manos tocaron su abdomen llenando de caricias.

Sentí como tembló  y hizo la cabeza para atrás disfrutando, la bajo para verme y nuestros ojos se conectaron mientras el se venía en mi boca.

— ¡Mierda! ¡Mierda! — susurró entrecortado.

Tragó en seco bajo su mirada y le doy una última lambida, sus ojos dilatados no dejan de verme y él me ayuda a pararme y me carga así yo enrollando mis piernas a sus caderas.