Lukyan Korolev ha dejado atrás su pasado o eso cree el, buscando uno de sus sueños, ser policía, pero su vida da un giro inesperado cuando conoce a Laura, una chica sumamente hermosa para ser real, lo altanero y egocentrico se le caerá de las manos...
Abrí mis ojos y mire la habitación en la que estaba, eran blanca, todo era blanco, tenía muebles blancos una mesita alado de la cama, un taburete al final de la cama y la cama era igual. Había dos puertas supongo que una es del baño y otra pues la salida, la habitación tenía unos grandes ventanales, eran lindo se miraba la cuidad.
Caminé hacia la puerta pensando que era la salida y no en definitiva no es la salida, es el armario, pero...
¿Qué carajos? Está gigante, ni siquiera tengo tanta ropa para poner aquí.
Mierda, intentó caminar, pero me duele todo, caminó hacía el baño hago mis necesidades con sumo cuidado por algunas de las heridas en mi cuerpo y efectivamente son tres puertas, salgo de mi habitación o bueno la que es temporal porque no pienso quedarme aquí por mucho tiempo porque no me gustaría interrumpir el espacio del agente Lukyan.
El agente sexy y ruso te esta dando asilo y tu ¿te quieres ir?
Yo tengo mi trabajo, bueno o no, pero puedo conseguirme uno y un piso sola, solo espero que Lee aparezca y ya, y que acabe todo.
Trabajaba en una guardería, amo a los niños realmente son lo que más me hacen sonreír en mi día, pienso mientras una sonrisa melancólica se forma en mis labios.
Camino por el pasillo que me conduce a la sala y me dirijo hacía donde esta ese olor exquisito.
Lo miro de espaldas con un chandal puesto y una camisa blanca que marca los músculos de su espalda y se miran tan bien.
— Huele bien —murmure y él se voltea rápidamente, se puso pálido.
— Mierda se me olvida que estás aquí. — susurró por debajo, pero yo lo escuche perfectamente.
Auch.
Me acercó hacía la barra para sentarme — Se que no me quieres aquí — susurré en voz baja.
El hizo una mueca media rara— No es que no te quiera aquí, es que no me acostumbro a vivir con alguien otra vez.
Asiento — No te preocupes me iré en cuando encuentren a Lee.
El no dijo nada más, se dedico a mirarme y empezó a servirme el pollo que cocino con verduras, realmente estaba muy bueno, pero no quería vomitarlo, solo comí poco, en un silencio incomodo hasta que el retiro mi plato cuando acabe y el se los llevo al fregadero a lavarlos.
— Gracias por la comida — murmuré mientras me levantaba del taburete.
— No es nada, tu medicamento está en tú habitación y yo me iré mañana temprano para lo del caso de Lee y iré por tu ropa al departamento de tu novio, si recuerdas algo me dices Slak...Laura. — cambio rápidamente lo que iba a decir por mi nombre.
Aún no se que significa eso.
— No es mi novio y esta bien, que tengas buena noche.
— No es nada y dime Lukyan.
— Bien, descansa Lukyan. — sus ojos observaron mis labios y después se le formo ese brillo en sus ojos.
Me dirigí a la habitación y me acosté después de tomarme el medicamento.
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