❥ 𝕗𝕖𝕤𝕤𝕖𝕤.۵

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Cerraron las cortinas y corrieron a la cama. Al igual que hace unas horas fueron repartiéndose besos. Sus manos serpenteaban en el cuerpo del otro. Producto del calor fueron deshaciéndose se la ropa quedando solo en ropa interior. Restregaban sus miembros con el del otro. Avdol bajó sus manos hasta llegar a ese redondito, blandito y firme trasero francés. Los besos de Polnareff se volvieron lamidas y mordidas.

-¿Está bien que te toque aquí, cierto?- preguntó el egipcio con respecto a su novio. Quería asegurarse que no lo molestaría si tocara partes mucho más íntimas.

-Todo lo que quieras tocar, morder, devorar, incluso golpear o azotar, es tuyo.

Esas palabras bastaron para tumbarlo en la cama y moder su cuello. Lo lamía mientas pasaba sus manos prótesicas por los pezones rosados. Con sus pulgares los movía como si botones de un control de vídeo juegos se tratásen y también los pellizcaba. Polnareff se retorcía al recibir el tacto del frío metal en sus sensibles botones. Llevó su boca a uno de ellos para lamer y succionar.

Sus manos siguieron bajando recorriendo su marcado abdomen hasta llegar a sus caderas y al elástico de la ropa interior del francés. Fue bajando la prenda hasta que su pene saltó a la vista, llamándolo a bajar y engullirlo. Jean no hacía más que retorcerse, soltar suspiros y gemidos, hechaba su cabeza hacia atrás y arqueaba la espalda a la vez que se sujetaba de las sábanas y aprisionaba la cabeza de su novio con sus piernas.

Avdol fue bajando hasta los testículos, los lamía y mordía, debido a lo húmeda de la zona la piel se iba pegando un poco a su cara. Siguió bajando hasta llegar al periné y a los muslos, haciendo sonrojar al albino. Al parecer el de abajo sería él. No quería preocuparse tanto pero los nervios se hicieron presentes. ¿Dolería mucho? Y viendo el enorme tamaño del mástil de su novio ¿Podría entrar?

Avdol notó como su novio se tensó.

-¿Todo bien?- tomó su mano y lo miró a los ojos.

-Yo... solo... creí que sería el de arriba- contestó nervioso y rojito.

-¿Quieres que cambiemos?

¿Realmente Avdol se iba a ofrecer ser penetrado? Por un lado no estaba seguro de cambiar roles pero, si a Polnareff le complicaba estar abajo y que su trasero lo resiviera, entonces estaría dispuesto a hacerlo él. Ambos eran primerizos y no sería la última vez que lo hicieran tampoco. Por parte de Avdol no había problema.
Por parte de Polnareff se imaginaba siempre tumbar al egipcio, también habían veces en que se imaginaba él recibiendo a su novio en su interior, hasta que vió el tamaño. Tuvo algunos intentos en el pasado de introducir al menos un dedo por ahí, pero dolía. Y analizando todo lo que habían hecho, todo indicaba a que terminaría siendo él el de abajo y nunca se dió cuenta. Aunque, ¿Qué tan malo sería?

-Emm... No está bien. Solo temo que... me vaya a doler- le respondió juntando sus delitos índice.

-Tranquilo, seré cuidadoso. Quiero seguir pero, no tengo condones y lubricante tampoco.

-Tengo en mi cajón.

Vaya suerte, tenía justo un tubo de lubricante con base de silicona, (es sabido que es el mejor ya que es más duradero y compatible con los preservativos, a diferencia de los de base acuosa que se absorben más rápido o los de base aceitosa que no son compatibles con los preservativos) y preservativos talla XL. ¿Porqué tan grandes?
Simple, Polnareff no se sabía su talla y tampoco entendía las tallas de condones. Por lo que pensó que esos preservativos le quedarían bien.
Avdol tampoco sabía que talla era la suya pero le impresionó que comprara una talla tan grande.

Para aclarar algunas dudas ambos decidieron colocarse un condón. A Polnareff le sobró ya que era largo pero más delgado. Cuando se lo probó Avdol le quedó perfecto. Él era talla XL, se impresionó, sabía que la tenía grande pero nunca imaginó que fuera tanto. Ahora entendía porque Polnareff estaba nervioso.

.۵ : 𝔸𝕄𝕆𝕌ℝ 𝔸ℕ𝔸𝕋𝕆𝕄𝕀ℚ𝕌𝔼 ❥ 𝔸𝕧𝕡𝕠𝕝 (𝕁𝕁𝔹𝔸) : ۵.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora