Nuestro Matrimonio

Nunca Lo Supe

Las noches siempre han sido mi parte favorita de todo un día. Caminamos tomados de las manos en aquel lugar lleno de luces.

Al comenzar a salir me sentí nervioso, las cosas de algún modo no salieron como los habíamos previsto. A pesar de eso, estoy seguro que mi decisión fue la correcta. Por supuesto que mis padres y los suyos aún no lo saben y el romper con Emma trajo algunos problemas pero seguramente podremos superar las cosas.

—Sé que las cosas están mal, pero seguro mejorarán, ¿no crees?

—Hyun...—observé sus ojos con preocupación. — Claro que mejorarán...estaremos bien.

—Eso espero. Lamento que te despidieran por mi culpa.

—No te preocupes, sabía que sucedería en cualquier momento.

—Pero...

—Bueno, fue mi culpa, no debí salir contigo pero...lo hice a pesar de las advertencias que me hicieron.

—No fue así Daesungie.— el retiró un mechón de mi cabello y sonrió. — Todo estará bien, ¿no es así?

—Claro. — sonreí.

¿Lo estaría?  ¿Cómo podría asegurar que realmente sería así? Lo de Emma fue solo una pequeña parte, se que ella no lo quería pero aun así, el problema restante son nuestros padres y vaya que su padre no estará contento al enterarse.

El observó hacia atrás de mi, tomó de mi mano haciendo que caminara con rapidez y cubriendo mi rostro.

—¿Qué estás haciendo?

—Camina, no miras atrás.

Escapamos de las cámaras que hacían los reporteros. ¿Estoy preparado para vivir todo esto en adelante? Sé que es famoso y esta creciendo más pero esto, parece ser abrumante.

Cuando logramos huir de las cámaras nos detuvimos en un pasillo oscuro de la calle. El  seguía jadeando por correr y solo pude reír de la situación.

—¿Por qué ríes? Casi nos atrapan.— manifestó.

—Fue emocionante.

No podía verlo bien pero parte de su rostro es iluminado por la luz artificial del faro que pega en la calle.

—¿No es emocionante?

Esbozó una media sonrisa, sus ojos se volvieron hacia mi y sus manos se dirigieron hacia mi cuerpo acercándome hacia el.

Nuestros labios se encontraron en aquel instante, todo lo malo había sido olvidado y solo existimos el y yo; durante un segundo pensé en la posibilidad de querer detener el tiempo y poder estar de esta manera junto a él.

Cuando acabó nuestro encuentro, el se dirigió hacia mi poniendo su pulgar sobre mi mejilla sonriendo.

—Tengo algo que decir...— bajó su vista y sacó de su bolsillo un sobre — Daré una presentación en el teatro, me encantaría que fueras a verme.

—¿Una obra?

Asintió. Tomé el sobre donde contiene la invitación.