Capitulo 39

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Secretos.

Alonso.

Estar con mi Frost ayer me hizo sentir súper especial y satisfecho, el saber que me ha preferido a mí en lugar de las decisiones de su padre, es súper bueno porque sé que podremos resolverlo, además de que ahora se que puedo estar por enfrente de su padre lo cual es muy bueno. Salir de esta situación no es fácil pues sabíamos a que nos enfrentábamos en cuando dejamos pasar a los jefes debo recalcar que no me gusta la actitud a la defensiva que toma Meiying pues hace que me sienta inservible y sin alguna posibilidad de mandar.

Prefiero la actitud que toma cuando está conmigo pues es linda, preciosa y sobre todo callada, admito que también me gusto que tomara esa actitud imponente con su padre pero conmigo no lo voy a permitir.

Al verla dormir en mi pecho y notar lo bien que se ve en ese lugar he de decir que me encanta, me encanta ver su cabello despeinado, sus pestañas largas, su piel blanca que me ha hechizado desde la primera vez que la vi hasta ahora y aunque probé demasiadas chicas como para contarlas jamás me han hecho sentir ni la de mitad de como me estoy sintiendo en este momento pero me veo obligado a pararme cuando noto que tenemos que ir a la escuela.

Me dirijo a mi habitación dejando a mi Frost en su habitación, cuando entro lo primero que hago es bañarme, vestirme y arreglarme para salir rumbo a la cocina pero cuando me dispongo a salir la puerta se abre dejando ver a la figura del jefe Mitchell Hastings la cual hace que me alerte cuando lo tengo de frente viéndome haciendo que el miedo se adueñe de mí. Al parecer no se le ha quitado la maña de entrar a las habitaciones de la gente sin tocar.

—Necesito hablar contigo— dice mientras entra a mi habitación.

Me golpea el hombro cuando pasa a un lado dirigiéndose a mi cama pues ya había olvidado como es el jefe Mitchell Hastings aunque lo único que me reconforta es que no es solo conmigo si no con todos hasta con su propia hija.

—Soy todo oídos jefe— le digo cruzando los brazos dispuesto a escuchar muy atento.

—Parece que ya se te olvidaron los modales que tienes que tener para conmigo— dice él con cara de enojado y yo pongo cara de confundido pues no hice nada fuera de lugar hasta le dije jefe ¿Qué más quiere?—saludo militar ante tus jefes— me dice cuando nota que yo ya no lo recordaba.

Yo lo hago instantáneamente y cuando me incorporo el solo asiente ligeramente.

—El punto de mi visita a esta habitación de porquería— dice mirando mi habitación con asco.

—No lo es—susurro haciendo que él me vea fijamente con enojo.

—El dueño de esta habitación es una porquería por lo tanto la habitación también y recuerda que a un jefe no se le contesta— me habla fuerte y yo solo asiento de mala gana.

—Quiero que te alejes de Meiying cuanto antes— me ordena haciendo que yo lo mire incrédulo pues pensé que ya había quedado claro lo que sentimos ella y yo.

—Yo no voy alejarme de lo que se volvió lo más importante para mí— lo enfrento.

—No quieres que se vuelva a repetir el mismo castigo ¿O sí?— me pregunta con burlería.

Me hace recordar lo que paso hace tiempo con Ondina, me toco instantáneamente mi pecho donde está la cicatriz que muestra el castigo.

—No lo voy a hacer, antes me castigo pero ahora estoy dispuesto a defender lo que yo siento por ella— le digo firme pero él solo hace una sonrisa de lado a lado pero es una sonrisa que se le puede ver al mismísimo Hades.

Mandela #1 [Completo] #Dyjawards24Donde viven las historias. Descúbrelo ahora