Capítulo 10

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Adriana

-Tú sabes mi amor que te amo!!- digo colocando mis brazos alrededor de su cuello y continuando nuestro beso.

-Deberíamos de parar porque si no, no vamos a comer hoy- me dice separando ligeramente nuestros labios y colocando su frente sobre la mía.

-Esta bien vamos a comer- le digo, el se incorpora y toma mi mano.

-Me dejas colocarme mi ropa o prefieres verme desnudo mamacita? – me ruborizo ligeramente pasando por su lado y dándole la espalda.

-Colócate la ropa que no queremos que las vecinas se den cuenta de tu gran amigo- sonrió ligeramente mientras no me ve.

-Celosa o no te gusta compartir – me dice mientras se viste, yo volteo mi cabeza y le dirijo una mirada asesina.

-Solo cuido lo que es mío cariño- y sigo mi camino.

Juan se apresura a tomar mi mano y noto que solamente lleva puestos sus pantalones, caminando delante de mí, con la mano que le quedaba libre retira el asiento de la mesa ofreciéndomelo para que me sentara.

Tomo asiento y veo como mi magnifico caballero baja los platos de la alacena y destapa las ollas con la comida y sirve muy cuidadosamente la comida que ya había preparado anteriormente.

Desde que nos conocimos Juan ha sido el hombre mas amoroso, dedicado a su hogar y a mí, además de que el día que se entero que venia este hermoso bebe no ha parado de consentirme y llenarme de todos los mimos y antojos que a una mujer embarazada se le pueden ocurrir, pues no voy a mentir me he aprovechado de que me cumple todos mis caprichos pidiendo de más y atribuyéndoselos a este bebe; pero a ver que mujer no quisiera que la consientan de más y comer las cosas que le gustan así no sea a causa de un embarazo.

-Mmm...- interrumpe mis pensamientos – quisiera saber que hombre no se derretiría ante la mujer mas hermosa, si hasta la casa de "pensando" es una maravilla.

-Hay aja, solo lo dices porque quieres mas de lo de hace rato- hago un puchero y cruzo mis brazos debajo de mis senos en señal de protesta – Además estoy gordísima ya en unas semanas ni me vas a tocar- la risa que sale de su boca me descoloca.

-Mi amor no seas así – dice colocando su mano en la parte interna de mi muslo- sabes que te adoro y aunque fueras gordita, eso también te quedaría genial- finaliza.

Decido dejar la pelea allí pues tenemos muchas cosas mas importantes de las cuales hablar. A lo que Juan se va de nuevo para traer los platos ya servidos.

-Amor – digo y juan que ya venia con los platos en la mano levanta su cara y me mira.

-Dime mamacita- colocando los platos en la mesa y sentándose en la silla que queda al lado mío; el inicia colocándose un bocado de comida en la boca yo estoy absorta en mis pensamientos y no se ni por donde comenzar a preguntarle, pues no quiero que se tome este tema a la ligera, además hay muchísimos temas que todavía no me quedan del todo claro.

-Amor puedes parar de comer y darme 5 minutos de tu atención por favor- le coloque a mi tono una pizca de enojo para que comprendiera la severidad de lo que vamos a hablar y por lo visto tiene su efecto pues inmediatamente baja la cuchara y centra su atención en mí.

-Dime muñeca aparte de mí que te esta quitando el sueño- ¿me dice y yo frunzo mi seño un poco molesta.

-Puedes controlar tus hormonas pareces un niño puberto- digo y noto como su sonrisa aparece de lado, se que se esta controlando para no responder mi provocación. Solo asiente con la cabeza permitiéndome hablar.

***NOTA: Bueno mis amados lectores, espero de verdad que ustedes y toda su familia este muy bien, quisiera compartirles que estoy muy feliz con la respuesta positiva que han tenido las personas que ya han leído este hermoso libro, solo me queda por decirles gracias por valorar y leer mi trabajo. Los quiero y cuiden de ustedes y sus familias. Y como hoy no podía faltar aquí esta la frase del día:***

___"Donde funciona untelevisor, seguro que hay alguien que no está leyendo" (John Irving)___


La Plebeya (BOOK ONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora