Capítulo 15

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Adriana

Una vez solucionar nuestra decisión final, debo de llevar a mi hija mañana para que tanto ella como yo nos podamos despedir y ver a su papá por última vez, siento mí que me duele el pecho, a veces siento como si estuviera cerca del final de mi vida, pero sé que es por la situación de mi esposo, nadie más que él me puede darme o devolverme la vida, pues hasta que yo lo conocí estaba perdida y el ilumino mi camino, llenándolo de alegría, esperanza, amor, comprensión, aventura y mucha paz; siento que me faltó tiempo con él, se suponía que íbamos a estar juntos toda nuestra vida, que veríamos a nuestra hija crecer, que el llevaría a nuestra hija a su graduación y a su boda muy orgulloso de ella; como siempre lo hemos estado.

Pero hoy el destino nos juega una mala pasada, nuestro tiempo fue tan corto que no puedo más que sentirme decepcionada con la vida, tenía tantas cosas que decirle a Juan, tantos besos y caricias que darnos, muchas más aventuras por vivir y lugares que conocer; pero ahora eso solo queda en un anhelo de mi alma, espero que me espere donde el esta para continuar nuestro camino en la eternidad, pues si existe el cielo allá espero encontrarlo y amarlo para siempre.

-Hasta mañana- digo sin más dirigiéndome al cuarto de mi hija.

-Descansa- dice Mateo.

-Nos vemos mañana- se despide mi suegro, regreso mi cara para ver a mi suegra quien no se ha despegado de su esposo y creo que esta metida en sus pensamientos y que ni siquiera me ha oído.

Hago un asentimiento con mi cabeza y tomo el pomo de la puerta en mis manos, salgo al pasillo y me dirijo a la habitación.

El camino se me hace sumamente tortuoso pues no se como llegare al tal amazonas sin Juan y tampoco tengo idea de como cuidare y guiare a nuestra hija sin él, limpio rápidamente una mejilla que se me ha escapado desde mi alma.

Una vez en el cuarto dirijo mi vista hacia la cama donde he dejado dormida a mi hija y la veo con sus respiraciones lentas, veo que esta en calma y ha podido dormir, me dirijo al baño para asearme y poder descansar al lado de mi hija, pues el día de mañana será muy largo.

Desde el momento en el que me levanto siento como hay un vacío a mi lado, rápidamente proceso el día anterior y recuerdo que mi Juan no esta y tampoco Sara, me levanto lo más rápido que puedo y la busco por toda la habitación, noto como mi respiración se va acelerando cada vez más.

Abro rápidamente la puerta y toco la de mis suegros quien después de un rato de golpearla incesantemente me abren.

- ¿Sara? - logro decir, la cara de mi suegro me confirma que se acaba de levantar y además no ha visto a mi hija.

- ¿Qué dices? - me pregunta.

-Que si Sara esta con ustedes- lo miro y noto en su rostro preocupación.

-No- dice sin más.

- SARA!!- grito fuerte-SARA!!!- pero no hay respuesta de mi hija.

Mi suegra aparece en el umbral de la puerta y todos 3 comenzamos a gritar el nombre de mi hija.

Bajo rápidamente las gradas del segundo piso y llego a la recepción donde la veo, ella está detrás del mostrador jugando o acomodando las llaves de las habitaciones, un fuerte suspiro sale de mi boca y capto la atención de mi hija.

Inmediatamente mis sentimientos pasan de preocupación a furia -Dime ¿Por qué has salido de la habitación sin permiso? y ¿Por qué diablos no contestaste cuando te llame? – digo con mucha furia y miedo a la vez de lo que podría haber pasado si alguien hubiera querido separar a mi hija de mi lado.

Ella solo me mira y abre la boca varias veces, pero nada sale de ella hasta que por fin – Lo siento – dice sin reparo alguno de mi angustia.

-Lamento haberte preocupado, pero estabas dormida y quería dejarte descansar, entonces preferí venir a ver a Mateo-.

De cuando acá esta niña es tan confianzuda con los extraños, si solamente lo conoció el día de ayer.

-Ve a tu cuarto- digo sin poder ocultar mi enojo y noto como por las escaleras aparecen sus abuelos, abrazándola y revisando que nada malo le hubiera pasado y Mateo aparece por la puerta de entrada con bolsas en las manos.

- ¿Quieren desayunar? - pregunta ajeno a todo el caos matutino.

Yo solo logro rodar los ojos y me dirijo a mi habitación para cambiarnos con mi hija y bajar a desayunar.

Lo que mas me preocupa es que Sara no sabe que hoy se despedirá de su padre para no volverlo a ver, además de que esta misma noche ella y yo nos marcharemos de este lugar rumbo a nuestra nueva vida.

*Hola lindos y lindas pues hoy les traigo al hermosa sorpresa de la mamá de nuestra hermosa protagonista y es Emilia Clarke adore a este personaje como la madre de SARA pues cumplía con todas mis expectativas, los queremos y desde la distancia les enviamos un fuerte abrazo*


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_NOTA: Como siempre aquí les dejo la frase del día de hoy y no se pierdan los capítulos siguientes pues serán mas intensos...FIN DE LA NOTA_


Jean Piaget

"El objetivo principal de la educación es crear personas capaces de hacer cosas nuevas, y no simplemente repetir lo que otras generaciones hicieron".

La Plebeya (BOOK ONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora